«Es el último peldaño de una pendiente que lleva, en caída libre, desde el desempleo a la pobreza. Se terminó el seguro de paro y los otros subsidios que ofrece la administración central y ya sólo queda esta magra manutención, que es una prerrogativa de los gobiernos regionales. Si esta asignación falla, y falla muchas veces por falta de presupuesto, sólo queda el apoyo de las instituciones caritativas y de las numerosas ONG´s que en los últimos tiempos están realizando verdaderas piruetas para lograr que los más necesitados lleguen a final de mes.»
Que la crisis económica se está cebando con las caas más humildes de la sociedad, y que lo está haciendo más intensamente que en ocasiones anteriores, es un dato objetivo. Sólo hay que echar un vistazo a la velocidad con que crece el número de beneficiarios de estas rentas mínimas para confirmar lo que la intuición social percibe, que está recesión se saldará con más pobreza y más desigualdad que las anteriores. El número de beneficiarios aumentó más de un 50% en tan sólo dos años, pasando de algo más de 100.000 unidades familiares beneficiarias en 2007 a más de 150.000 en 2009, esto es, más de medio millón de personas. (EL CONFIDENCIAL) EXPANSIÓN.- Cuando se cumple un año del recortazo del Gobierno español –el mayor de la historia, que bajó el sueldo de los funcionarios y congeló las pensiones–, los fondos son más proclives a estudiar inversiones, pero aún no están del todo convencidos. Fuentes cercanas a estas firmas expresan su temor a que la situación se vuelva a dar la vuelta, y que los vientos que ahora soplan a favor de España vuelvan a hacerlo en contra. No olvidan que Obama tuvo que llamar un día antes del recortazo de Zapatero. Uno de sus mayores temores es el mercado inmobiliario. Las cajas están muy expuestas a la vivienda, y una nueva rebaja de los precios podrían ponerles en una situación demasiado difícil ABC.- EL modelo autonómico dejó de funcionar hace tiempo, pero es intocable. Después de pasarse varios años discutiendo en mayor o menor medida la necesidad de reformarlo, reconducirlo o como mínimo embridar el gasto desbocado de las autonomías, los grandes partidos lo han declarado tema tabú en estas elecciones que ventilan el poder en trece comunidades. De repente ha desaparecido el debate, que estaba hasta hace bien poco en la agenda inmediata del ajuste del déficit. Y sigue estando, claro, sólo que los gabinetes de campaña han prohibido mencionarlo; no se ganan votos prometiendo apretones de cinturón PÚBLICO.- El pasado 6 de mayo, los ministros de Economía de los principales países de la eurozona celebraron una reunión cuasi secreta en Luxemburgo para plantearse el problema de Grecia. El cónclave tuvo lugar aproximadamente un año después de aquel otro Consejo borrascoso en el que se decidió el rescate del Estado helénico y el Gobierno de nuestro país se comprometió a realizar un ajuste tanto o más duro que el que más tarde se ha ido imponiendo a los países rescatados. He aquí, pues, cómo nuestro Gobierno se convirtió en el pagano de una fiesta que no era la suya sometiéndose a los dictados de Alemania. Crisis. El Confidencial Medio millón de personas viven ya de la ‘caridad’ autonómica Marta Matute Ciento cincuenta mil parados y sus familias (más de medio millón de personas) viven hoy de las ayudas económicas que ofrecen las comunidades autónomas: la llamada renta mínima de inserción. Es el último peldaño de una pendiente que lleva, en caída libre, desde el desempleo a la pobreza. Se terminó el seguro de paro y los otros subsidios que ofrece la administración central y ya sólo queda esta magra manutención, que lejos de ser un derecho subjetivo es una prerrogativa de los gobiernos regionales. Si esta asignación falla, y falla muchas veces por falta de presupuesto, sólo queda el apoyo de las instituciones caritativas y de las numerosas ONG´s que en los últimos tiempos están realizando verdaderas piruetas para lograr que los más necesitados lleguen a final de mes. Y precisamente por eso, porque se trata de una prerrogativa, no todos los hogares sin ingresos, el 3% de las familias españolas, según los últimos datos de la EPA, perciben hoy esta prestación, tampoco quienes la cobran reciben la misma cantidad de dinero. La crisis ha dejado al descubierto el lastre que supone para estos programas asistenciales la falta de coordinación estatal. Hace unos años, eso daba igual, porque eran rentas residuales, dado su carácter de último recurso, pero hoy se han convertido en el asidero de muchos trabajadores con su “empleabilidad” en perfecto estado. Como ponen de manifiesto Luis Ayala, Olga Cantó y Rosa Martínez en el informe El impacto de la crisis en la pobreza y en la desigualdad, no puede decirse que sean las comunidades autónomas más golpeadas por el crecimiento del desempleo, los territorios donde más haya aumentado el número de beneficiarios. Al contrario. Eso se explica tanto por los recursos limitados de las regiones con mayores tasas de paro (Canarias y Baleares están teniendo verdaderas dificultades presupuestarias para dar cobijo económico a los más humildes) como por la diferente iniciativa política en la expansión de estos sistemas de protección social. Es decir, hay gobiernos regionales que prefieren dar más dinero a menos gente, y no al revés. Sólo así puede explicarse que el País Vasco la ayuda individual ascendiera en 2009 (últimos datos disponibles) a 640,6 euros y en Murcia a 300 que en el caso de una pareja con dos hijos, la diferencia oscilara entre los 900,1 euros de País Vasco y los 498 de Murcia. En medio, los 807, 3 euros de Navarra, los 665,4 de Asturias, los 531,7 de Andalucía a o los 540, 4 euros de Madrid. Más pobreza y desigualdad Que la crisis económica se está cebando con las capas más humildes de la sociedad, y que lo está haciendo más intensamente que en ocasiones anteriores, es un dato objetivo. Sólo hay que echar un vistazo a la velocidad con que crece el número de beneficiarios de estas rentas mínimas para confirmar lo que la intuición social percibe, que está recesión se saldará con más pobreza y más desigualdad que las anteriores. El número de beneficiarios aumentó más de un 50% en tan sólo dos años, pasando de algo más de 100.000 unidades familiares beneficiarias en 2007 a más de 150.000 en 2009, esto es, más de medio millón de personas. Muchos de ellos inmigrantes, cuyo número se duplicó entre 2008 y 2009. También ha crecido el número de titulares jóvenes, especialmente en Extremadura. Según pone de manifiesto el informe de Ayala, Cantó y Martínez, se trata del crecimiento más importante “en las dos décadas de vigencia de estos instrumentos, que ni siquiera en la primera mitad de los noventa, periodo en el que coincidido con la puesta en marcha de los programas, cobraron un ritmo de crecimiento tan alto”. Y aún así, no están todos los que son, porque las comunidades autónomas no tienen dinero suficiente para paliar con dignidad todas las necesidades de su región. Y es que este crash ha dejado al descubierto la debilidad de la red de garantía de ingresos y la desprotección a un número creciente de hogares. Según Luis Ayala se recitarían cerca de 3.000 millones y el apoyo presupuestario del Estado para que todos los hogares sin ingresos recibieran por individuo una renta mínima de 450 euros. Pero en 2009, esta partida autonómica tan sólo ascendió a 600 millones de euros, de los que 269 fueron dispensados por el País Vasco. EL CONFIDENCIAL. 16-5-2011 Cajas. Expansión Nuevos fondos norteamericanos estudian operaciones con las cajas Estela S. Mazo “Los inversores de Estados Unidos están empezando a hacer números, lo cual ya es un avance teniendo en cuenta que en los últimos dos años ni querían oír hablar de España”. Así lo desvela un alto cargo de un fondo norteamericano desde la atalaya de un rascacielos neoyorquino, lugar privilegiado desde el que rastrea los movimientos de todos los operadores. Prefiere no desvelar su nombre, porque en el país, cuando se habla de apostar por España, se mantiene todo en el anonimato. La razón es sencilla: aún hay muchas dudas. Creen que es pronto para enseñar sus cartas porque aún no pueden asegurar que el sistema financiero español está fuera de la zona de peligro. La volatilidad de los mercados ha dado oportunidades de comprar y vender en “cierto rango”. Pero con esa característica principal: la volatilidad, atenazada por la debilidad de la crisis de deuda en Europa. Por eso tienen la calculadora en la mano. “Todos están haciendo números sobre las cajas”, sumidas en el proceso de capitalización y la atracción de inversores. Entre los interesados destacan a Paulson, Amber Capital o Viking, los más “activos” del mercado, que también exploran Apax, Dabroes, Mason Capital o Tiaa-Cref. Hay quien habla también de Cerberus, The Carlyle Group, Apollo Management, Texas Pacific Group, KKR o Ripplewood Investments. Ninguno quiere hacer declaraciones, como también cuesta arrancar palabras a BlackRock, Fidelity y Capital, los tres grandes que se han interesado por las cajas. No es una apuesta por España “en general”. Se estudia cada caso. Y “otra cosa es que compre”, añade la misma fuente. “Se sigue de cerca a las cajas por si hay alguna ganga, pero en este mundo nadie se casa con nadie, sólo exploramos”, dice otra fuente de estos fondos. Si cuadran las cuentas, la apuesta está hecha, y por eso se miran con lupa los ratios de riesgo o de retorno de la inversión: si no compensan, la apuesta es dudosa. La percepción, no obstante, es optimista. Durante este año, muchas firmas, desde EEUU o Londres, han elevado su presencia en España, como Aberdeen o ING (que no revelan las cantidades) JPMorgan (que ha desembolsado 13 millones en bonos corporativos desde enero) o SW Mitchell Capital LLP, que ha comprado renta variable española por primera vez “en años”, con acciones de Santander y Amadeus, por 75 millones. La última apuesta ha sido de Cerberus, al adquirir parte de la deuda de Nueva Rumasa (1.100 millones) a Santander y Banesto. Sumas y restas Y es que es eso: una simple ley de suma y resta. Cuando se cumple un año del recortazo del Gobierno español –el mayor de la historia, que bajó el sueldo de los funcionarios y congeló las pensiones–, los fondos son más proclives a estudiar inversiones, pero aún no están del todo convencidos. Fuentes cercanas a estas firmas expresan su temor a que la situación se vuelva a dar la vuelta, y que los vientos que ahora soplan a favor de España vuelvan a hacerlo en contra. No olvidan que Obama tuvo que llamar un día antes del recortazo de Zapatero. Uno de sus mayores temores es el mercado inmobiliario. Las cajas están muy expuestas a la vivienda, y una nueva rebaja de los precios podrían ponerles en una situación demasiado difícil. Las inmobiliarias de cabecera de las principales entidades perdieron en 2010 1.539 millones, como adelantó EXPANSIÓN el 5 de mayo. Y esta factura pesa en el análisis de los fondos. Más confianza… pero aún sigue vivo el fantasma del rescate Cuando uno visita la Torre Bloomberg, el impresionante centro de negocios del corazón de Nueva York, se siente un bicho raro si no camina con los ojos pegados a la pantalla de su móvil. Es como si uno se estuviera perdiendo algo. Y realmente lo está haciendo: con la volatilidad de los mercados, cada segundo cuenta, y por eso los avezados inversores se pegan a sus terminales para seguir al segundo la evolución del parqué, las cotizaciones y, sobre todo, la prima de riesgo. La misma que no deja de dar disgustos a España y que despierta el mayor miedo entre los fondos de EEUU. Saben que un estornudo en Grecia, Irlanda o Portugal acaba por contagiar de una u otra forma a España, que en sus mentes no acaba de librarse del fantasma de un futuro rescate. Saben que los vientos ahora soplan a favor y felicitan los paquetes de reformas lanzados por el Ejecutivo socialista. Pero están a la espera: están pendientes de que esas medidas surtan efecto y se refuercen con otras nuevas. En este vaivén de cifras y cotizaciones, el último mensaje del FMI ha sentado como un jarro de agua helada. El organismo, que en materia macroeconómica dicta sentencia, fue especialmente duro el jueves: creó un nuevo grupo, los EA4, lo que técnicamente se traduce como Euro Area 4, y en el argot popular se denomina ya G-4. En él incluye a ese trío de economías rescatadas y a España, las mismas que fueron bautizadas bajo el despectivo término de PIGS. La noticia sentó muy mal a los fondos norteamericanos que, para desgracia de la economía, se van acostumbrando a ver a España como un país proclive a dar sustos. Las tres firmas que ya se habían interesado BLACKROCK Fundada en 1988 y con sede en Nueva York, está presente en 26 países, repartidos entre Norteamérica, Europa, Asia, Latinoamérica, Australia, Oriente Medio y África. Gestiona activos por valor de 3,15 billones de dólares. Es un tradicional de la bolsa española, a través de Santander, Telefónica, Iberdrola, BBVA o Repsol. En los últimos meses, según fuentes cercanas a la firma, su presencia está creciendo. FIDELITY Con sede en Boston y Bermudas, nació hace 40 años. Pese a su gran tamaño, es una empresa familiar liderada por la saga de los Johnson, que tienen un solo lema: a largo plazo la bolsa es la inversión más rentable. No llegó hasta 1998 a España, donde su actividad ha estado ligada a Repsol, Telefónica, Telecinco… El volumen de activos que gestiona asciende a 1,52 billones de dólares. CAPITAL GROUP La gestora de fondos de Capital Group, Capital Research and Management Company, tiene 80 años de historia, sede en Los Ángeles y 26 oficinas por el mundo. Goza de muy buena fama en el mercado. Es dueña, entre otras compañías, de American Funds, la mayor gestora fondos de EEUU. En España, su presencia ha ido asociada a Telefónica, Repsol o Inditex. Gestiona también cerca de un billón de euros. EXPANSIÓN. 16-5-2011 Opinión. ABC La máquina de colocar Ignacio Camacho EL modelo autonómico dejó de funcionar hace tiempo, pero es intocable. Después de pasarse varios años discutiendo en mayor o menor medida la necesidad de reformarlo, reconducirlo o como mínimo embridar el gasto desbocado de las autonomías, los grandes partidos lo han declarado tema tabú en estas elecciones que ventilan el poder en trece comunidades. De repente ha desaparecido el debate, que estaba hasta hace bien poco en la agenda inmediata del ajuste del déficit. Y sigue estando, claro, sólo que los gabinetes de campaña han prohibido mencionarlo; no se ganan votos prometiendo apretones de cinturón. Por eso en los mítines se habla —se grita, más bien— del paro, de la extrema derecha, de los culpables de la crisis, de Bildu, de los sondeos, de la corrupción, y se llama a votar en clave nacional pero está vetado mencionar uno de los problemas esenciales de la nación, que es el diseño territorial del Estado. En las elecciones autonómicas no se puede tratar el asunto de las autonomías. Al fondo de este chocante silencio está el papel fundamental de los poderes regionales como agentes principales del clientelismo político. Las comunidades autónomas son el primer aparato de colocación de España, una fábrica de cargos públicos a pleno rendimiento, y también el primer distribuidor de recursos, subvenciones, licencias de actividad y contratos de obras o de servicios. Su máquina de gastar resulta imprescindible para el funcionamiento de un tejido partidista basado en la capacidad de aglutinar lealtades mediante el reparto de favores entre afiliados y simpatizantes. El PP y el PSOE se han convertido de hecho en confederaciones de estructuras territoriales que ejercen de verdaderos califatos y determinan con su peso específico la elección de los líderes nacionales. Y en el caso de los nacionalismos, autonomía y partido forman una simbiosis elemental, conceptualmente indisoluble hasta el punto de que fuera del poder peligra la supervivencia misma de la organización. Los gobiernos que salgan de las urnas el domingo controlarán una inmensa porción del gasto público, que es el combustible de la política. Todos los participantes en las elecciones saben que será necesario un recorte en esa nómina hipertrofiada, que habrá que podar organigramas, reducir cargos y ajustar plantillas, pero confían en minimizar su parte de la rebaja y en todo caso no están dispuestos a asumir sus costes de antemano. Aunque en la mayoría de los casos han renunciado a prometer inversiones que no podrán acometer, lo que de ningún modo aceptan es que se adelante el debate sobre la propia estructura del modelo que garantiza sus cuotas de liderazgo. Ése será un debate para las generales, y probablemente tan estéril como hasta ahora porque en España ya no hay poderes nacionales libres de la condición de rehenes de sus virreinatos. ABC. 16-5-2011 Opinión. Público Peor que hace un año J. F. Martín Seco El pasado 6 de mayo, los ministros de Economía de los principales países de la eurozona celebraron una reunión cuasi secreta en Luxemburgo para plantearse el problema de Grecia. El cónclave tuvo lugar aproximadamente un año después de aquel otro Consejo borrascoso en el que se decidió el rescate del Estado helénico y el Gobierno de nuestro país se comprometió a realizar un ajuste tanto o más duro que el que más tarde se ha ido imponiendo a los países rescatados. Cosa curiosa, porque no era precisamente España la que estaba en aquel momento en el ojo del huracán, al menos en mayor proporción que otros muchos países, ni era suyo el problema de Grecia, sino de Alemania y Francia y, en menor medida, del Reino Unido, Portugal, Irlanda, Estados Unidos y Holanda, estados todos cuyos bancos tenían y tienen exposición a la deuda griega. He aquí, pues, cómo nuestro Gobierno, quizá por impericia, se convirtió en el pagano de una fiesta que no era la suya sometiéndose a los dictados de Alemania, cuando era esta la más interesada en salvar a Grecia. Un año después se hacen patentes los errores cometidos a lo largo de estos meses. La política impuesta por Alemania ha resultado un estrepitoso fracaso, y nos encontramos justamente donde hace un año, planteándonos la reestructuración de la deuda de Grecia, e incluso su salida del euro. El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, pidió el otro día desde la isla griega de Meganisis que se deje a Grecia en paz. Lo cierto es que eso es lo que debiera haber pensado el gobierno griego y los de otros muchos países antes de su ingreso en la Unión Monetaria. Hoy se empiezan a reconocer, hasta por sus máximos defensores, los grandes errores sobre los que se ha construido la eurozona. Pero a estos hay que añadir que la gestión que de ella se está haciendo, bajo los auspicios de Alemania y del Banco Central Europeo, está impidiendo cualquier solución. En menos de un año, el euro se ha revalorizado con respecto al dólar más de un 20%, lo que resulta suicida para los países más débiles de la eurozona y que, junto con los duros ajustes a los que están siendo sometidos, les cierra toda salida. PÚBLICO. 16-5-2011