Vasily Kandinsky, Paul Klee o Laszlo Moholy-Nagy fueron algunos de los ilustres profesores con los que contó la más importante escuela de arte y diseño del siglo XX. Basándose en las teorías de marcado carácter socialista, en las que primaba el servicio al pueblo, la funcionalidad y la estética vanguardista, la Bauhaus se convirtió en un centro difusor de arte y pensamiento, hasta que el ascenso del fascismo en Europa forzó el exilio masivo de todos sus componentes, y la desaparición de la escuela de pensamiento como tal. La Fundación Clásica de Weimar (este de Alemania) presenta ahora una exposición dedicada al 90º aniversario del movimiento artístico, compuesta por la increíble cifra de 1.200 piezas y que se inaugura esta semana dentro de un programa de varios actos festivos.
Quizá los centros más recordados de este movimiento artístico y arquitectónico sean las escuelas ubicadas en Dessau y Berlín. Sin embargo fue en Weimar, en la región federal de Turingia, donde surgió el germen del movimiento, en 1919, al fin de la rimera guerra mundial, inaugurando así uno de los periodos más luminosos de la historia del arte alemán, curiosamente coincidiendo con una de las etapas más convulsas a nivel político y económico.Es por esto que será esta ciudad la primera en repasar las distintas vertientes del movimiento desde sus talleres de metal y madera, sus primeras manifestaciones arquitectónicas y sus creaciones de diseño y de pintura. En el marco del programa cultural Das Bauhaus kommt (Llega la Bauhaus) Weimar exhibirá en varios de sus edificios emblemáticos, como el Museo Goethe, obras de Kandinsky, Klee y Moholy e incluso muebles diseñados por Marcel Breuer cedidos desde museos de París, Madrid, Roma y Nueva York.Siguiendo los pasos que marcó su fundador, Walter Gropius, las actividades conmemorativas continuarán en Berlín, con una muestra similar, para trasladarse posteriormente a Dessau, donde se implantaron como escuela los fundadores del movimiento, que también festejará el aniversario de la Bauhaus con simposios, exposiciones, talleres y espectáculos de danza y teatro.Las múltiples exhibiciones y actos conmemorativos que se sucederán este año en Alemania y en todo el mundo ahondarán en ese movimiento artístico de referencia que imprimió un sello propio principalmente en la arquitectura y el diseño del siglo XX y es exponente de la conjunción entre lo clásico y la vanguardia. Pero sobre todo han de servir para recordar unos principios de escuela de creación, de formación profesional, y también de creación y difusión de pensamiento avanzado; un modelo extraordinariamente vigente, más en tiempos en los que la “nueva Europa”, liderada por la actual Alemania, se empeña en imponer un modelo de educación unificado que destruye las enseñanzas extraídas del instante cultural más brillante de su historia.