La agenda secreta de Junqueras en EEUU

Oriol Junqueras, vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, inició el pasado 30 de abril una gira de seis días por Miami y Nueva York. El objetivo público es el de reunirse con representantes de inversores institucionales de deuda. El oculto es conseguir que su órdago soberanista tenga respaldo imperial.

El Govern reconoce también que existe en su agenda una parte privada que mantienen oculta para evitar según ellos interferencias del Estado.

A día de la redacción de este artículo, Junqueras se encuentra en Miami, donde se ha reunido ya con el alcalde de la ciudad y se reunirá también empresarios catalanes implantados allí como son representantes del Banco Sabadell e inversores de deuda. Su misión (la parte que han querido hacer pública) es la de tratar de atraer compradores de deuda catalana en una situación en la que la deuda catalana tiene el rango de bono basura por la agencia de calificación Fitch, ante la hipótesis de que Cataluña vuelva a emitir deuda, algo que actualmente no puede ser posible sin la autorización del gobierno a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

No es el primer viaje que representantes de la Generalitat hacen a EE.UU. El mismo presidente, Carles Puigdemont llevó a cabo también una gira de cinco días a finales de marzo de este año. Es dicha gira, visitó Boston, Washington y Nueva York. Llegó incluso a pronunciar una conferencia a favor del «procés» independentista en Harvard y se reunió con seis legisladores. Y a la semana siguiente volvió a viajar, esta vez a Atlanta, para reunirse con el expresidente Jimmy Carter buscando apoyo internacional al “conflicto soberanista”. Sin embargo, la respuesta de la Fundación Carter fue la de declinar involucrarse en el proyecto independentista y la embajada norteamericana reiteró una vez más su apoyo a la unidad de España.«El 60% de la población catalana está en contra no solo de la independencia, sino también de un referéndum que no esté pactado con el gobierno.»

Recibieron la negativa una vez, pero aun así no se rinden, y el govern insiste en buscar el apoyo norteamericano cueste lo que cueste. Incluso a costa de la propia Cataluña si hace falta. Todo por conseguir el respaldo del imperio. Por eso, pocas semanas después del encuentro con Carter, lo vuelven a intentar, esta vez con Junqueras.

Al igual que antaño hiciera el lehendakari Aguirre, viajando a la Alemania nazi con la finalidad de negociar con Hitler una Euskadi “independiente” en una futura Europa alemana, ahora viajan a EE.UU., empezando por el propio Artur Mas en agosto del 2015 y continuando con Puigdemont y Junqueras, para obtener el beneplácito del imperio norteamericano ante sus planes soberanistas.

Saben que están perdiendo apoyos, saben que el pueblo catalán está cada vez más en su contra y rechaza cada vez más su proyecto, con un 60% de los catalanes no solo en contra de la independencia, sino también de un referéndum que no esté pactado con el gobierno central. Y aun así, o quizás por eso mismo, luchan con más ahínco por conseguir que su órdago soberanista tenga respaldo imperial. Saben que, en el caso de conseguir ese apoyo al final, este no será gratis. Pero ya han demostrado que no les importa el precio a pagar.