Klaus

Klaus, la película española de animación en 2D gana el premio BAFTA colocando a nuestra industria a la vanguardia mundial

¿Cómo entraste en el equipo de Spa?

Empecé dos años antes en Mondo TV y vi que no tenía mucha proyección personal. Me enteré de que estaban buscando artistas para hacer escenarios y Layout. Mandé mi currículum y les gusté. El 4 de diciembre de 2017 fiché por Spa cuando apenas eramos 40. 

Una característica que tiene esta película respecto a las de animación tradicional es que han cogido artistas que eran ilustradores del diseño de libros o videojuegos, y los han transformado en artistas de Layout, porque es una profesión que se estaba extinguiendo al haber cerrado los principales estudios de animación 2D. Nos dieron formación de Layout, que es contar a través de una narrativa, un plano con determinada perspectiva, una secuencia… y nosotros hacíamos los escenarios finales. Que el artista haga todo el proceso es una particularidad de esta película, desde el primer Layout hasta el escenario final

¿Por qué?

Buscaban artistas de las películas antiguas hechas con dibujo tradicional, pero ya quedan muy pocos. Han cogido ilustradores de hoy, capaces de hacer desarrollo visual de videojuegos y animación, los han transformado en artistas que desarrollan un tipo de imagen a través de una narrativa con un Layout, una fuerte perspectiva de composición, para que luego los animadores interpreten, coloquen los personajes y que esos artistas reconvertidos, hagan también el trabajo final de los escenarios que han preparado en la fase anterior. Como te decía, esos artistas no existían, por eso han cogido ilustradores o artistas conceptuales y los han transformado en Layout y Background artists. 

No hay otras películas como Klaus

Históricamente, en las películas tradicionales, los artistas que hacían Layout -los dos primeros planos en blanco y negro en los que se especifica la acción-, eran diferentes de los que hacían los fondos con acuarela, en óleo o en pintura tradicional. Hoy lo hacemos en pintura digital, con tabletas, y unimos el trabajo tradicional de Layout con el final de Background. 

¿Y cuál es la diferencia?

La diferencia es que antes los departamentos estaban separados, pero al no haber artistas suficientes lo que han cogido es nuevos artistas y los han educado en los dos aspectos. Como lo explica el director Sergio Pablos, es que no solo vale el factor romántico de utilizar una herramienta tradicional, sino que había que innovar. Y esa es la apuesta de Klaus, incorporar un software que permite dar iluminación volumétrica sobre dibujos planos tradicionales que permiten mimetizar la animación tradicional en escenarios volumétricos pintados. Es, en definitiva, como se habría visto la animación tradicional de no haberse parado en los 90. 

España puede ser punta de lanza en la animación 2D

Esto es lo que hace Klaus, gracias a un software que nos permite mover sombras sobre dibujos planos, y darles volumen integrándolos mejor en el fondo. Cuando vemos Blancanieves, vemos dibujos planos sobre un fondo de acuarela. Cuando vemos Klaus, lo que vemos es la forma de mimetizar el dibujo tradicional con el escenario. 

Es apasionante un proceso donde cada perspectiva de cada plano son decenas de dibujos para encontrar el adecuado. 

Había que darle al director el plano, el enfoque de cámara que tiene visualizado, o con el que quiere contar la historia. Como Layout artists teníamos que hacerle muchas propuestas, en blanco y negro, muy sueltas, para que viera por donde se encaminaba el plano. Lo mejor de Sergio Pablos es que te puede gustar más o menos, pero generalmente tiene razón. Es un líder que tiene las ideas claras y sabes que te puede llevar a buen puerto. Yo llegaba con poca experiencia y para afrontar algunas secuencias le presentaba 10 o 20 planos, porque malo sería que alguno no le gustara, y así era.  

¿No hay otras películas que técnicamente sean como Klaus?

No. Disney era el principal estudio de 2D, pero cerró los estudios porque vio que era más rentable hacer películas 3D. Pero la novedad que aporta Klaus es el dibujo tradicional en un mundo que vive la borrachera del 3D, donde todo se parece. Es un soplo de aire fresco, utilizando una herramienta de animación obsoleta, mejorándola con el software que tenemos hoy y no teníamos en los 90. 

¿Qué papel juega Klaus y la producción española?

Me gusta reconocer el trabajo del director Sergio Pablos, el creador de “Gru, mi villano favorito”, que encontró con Simon y Martins, los directores de arte, la propuesta de revivir el 2D utilizando este nuevo software. Esto puede permitir a España, en este proyecto financiado por Netflix, ser la punta de lanza de la primavera de la animación tradicional. Esto nos pondría en la vanguardia del resurgir de la animación tradicional, mimetizando lo mejor del mundo 2D con la tecnología que tenemos hoy.

¿Cuáles son las expectativas cara a los Oscar?

Imagino que con mucha humildad porque hay grandes éxitos nominados. Pero independientemente de esto, ya es un éxito estar nominado en los Oscar. Me consta que la idea es seguir haciendo producciones 2D utilizando esta nueva técnica. El proyecto ha sido muy bien recibido en todo el mundo, así que ya es vitamina suficiente para seguir promoviendo este tipo de películas, más teniendo a España como punta de lanza. 

¿Cómo ha sido como reto profesional?

Mucho vértigo rodeado de mucho talento de muchas partes del mundo, armonizado en una labor específica, haciendo lo que mejor saben hacer en un rol concreto. Una gran cantidad de especialistas en un campo específico haciendo que cada engranaje funcione. Yo estaba acostumbrado a ser un artista generalista y pasé a ser un especialista. Una producción de 300 personas que vinieron para Klaus. Estoy muy agradecido a Segio Pablos, a Martins y Simons que fueron mis directores y mis profesores artísticos, la empresa me ha arropado y estoy muy agradecido a Spa Studios.