Un acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU ha puesto en libertad a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, que volverá a su Australia natal tras pasar cinco años de prisión en Reino Unido, y varios años más encerrado en la Embajada de Ecuador en Londres en calidad de asilado político.
Tras llegar a un acuerdo con EEUU, el fundador de WikiLeaks se declara culpable de violar la ley de espionaje, pero su pena se da por cumplida con el tiempo que ha pasado en prisión en Reino Unido
Su proceso de extradición estaba bloqueado. Los jueces británicos consideraban insuficientes las garantías de Washington de que el cofundador de Wikileaks recibiría un juicio justo si era enviado a Estados Unidos.
EEUU acusaba a Assange de 17 delitos contra la ley de espionaje, y se enfrenaba a una máxima de 170 años de prisión, principalmente por la filtración de más de 250.000 documentos clasificados del Departamento de Estado estadounidense en noviembre de 2010.
Pero todo el mundo sabía que su “delito”, el «crimen imperdonable» por el que Washington le perseguía con saña, era publicar información y pruebas incontrovertibles sobre miles de crímenes cometidos por el Ejército de EEUU
Desde su fundación, WikiLeaks ha filtrado cientos de miles de documentos de información sensible, que han arrojado luz y taquígrafos sobre controvertidas tomas de decisión, espionaje y escuchas ilegales a gobiernos enemigos y aliados o a líderes políticos, así como crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por los gobiernos de EEUU y otros países occidentales. Por todo ello, EEUU y sus aparatos de inteligencia se la tenían jurada a su fundador, Julian Assange.
Pero ahora, sea mediante un acuerdo o gracias a la defensa legal de australiano, lo han dejado en libertad.
Declaraciones de Wikileaks
“Julian Assange está libre. Abandonó la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en la mañana del 24 de junio, tras haber pasado allí 1.901 días. El Tribunal Superior de Londres le concedió la libertad bajo fianza y fue puesto en libertad en el aeropuerto de Stansted por la tarde, donde embarcó en un avión y partió del Reino Unido”, ha tuiteado Wikileaks. “Tras más de cinco años en una celda de 2×3 metros, aislado 23 horas al día, pronto se reunirá con su esposa, Stella Assange, y sus hijos, que solo han conocido a su padre entre rejas”.
Wikileaks atribuye el desenlace final a una campaña mundial que abarcó a organizadores de base, defensores de la libertad de prensa, legisladores y dirigentes de todo el espectro político, hasta llegar a la ONU. “Esto creó el espacio para un largo periodo de negociaciones con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que desembocó en un acuerdo que aún no se ha cerrado formalmente”, indica. “La libertad de Julian es nuestra libertad”, afirman.