Manuel Piñar, magistrado del Juzgado de lo Penal 1 de Granada, ha denegado a Juana Rivas la suspensión de lo que le queda por cumplir de su pena de prisión, que fue reducida a la mitad tras el indulto parcial que el Gobierno le otorgó el 16 de noviembre. El auto está basado en tres flagrantes mentiras, razón por la cual el abogado de Rivas ha presentado contra el magistrado una querella criminal por prevaricación.
Toda España recuerda el caso de Juana Rivas, la madre de Maracena (Granada) que fue condenada a prisión por ocultar durante casi un mes a sus hijos. Juana siempre afirmó que lo hizo para proteger a los niños de Francesco Arcuri, que ya en 2009 había sido condenado por violencia de género. Desde aquella condena, Juana Rivas había vuelto a denunciar, en varias ocasiones, a su expareja italiana por malos tratos, al encontrar moratones en el cuerpo de sus hijos cuando ella tenía fines de semana con los menores y por el relato que los niños hacían sobre ello. Jamás ninguna de esas denuncias fue investigada por la Justicia, ni por la española ni por la italiana.
El Tribunal Supremo rebajó a la mitad la pena de cinco años que le había impuesto el juez Piñar en 2018, una sentencia que fue muy cuestionada al ser emitida apenas unas horas después de acabar el juicio y porque en el escrito el magistrado vertía argumentos misóginos. El 16 de noviembre el Gobierno rebajó la condena a la mitad y la dejó en un año y tres meses de prisión, sustituyendo los seis años de inhabilitación para ejercer la patria potestad por 180 días de trabajos en favor de la comunidad.
Es en este contexto en el que la defensa de Juana solicitó la suspensión del resto de la pena. La respuesta del juez Piñar ha sido rechazar la petición de puesta en libertad por la inaudita razón de que Rivas «podría representar un grave peligro para sus hijos». Tras conocer los motivos del juez, Carlos Aránguez, el abogado de Rivas, ha anunciado que presentará de inmediato una querella criminal contra Piñar por basar su decisión en mentiras. Concretamente en tres mentiras, a cual peor.
La primera es que Piñar sostiene que Rivas «jamás ha mostrado arrepentimiento». Una falsedad que cualquiera puede comprobar viendo la reciente entrevista de Ana Pastor a Juana Rivas en El Objetivo. «Creo que cometí un error. No lo volvería a hacer, solo quería proteger a mis hijos», decía en este programa de La Sexta. Pero no ha sido la única vez que Rivas ha mostrado su arrepentimiento. «Lo ha hecho en el indulto firmado por ella y también en la solicitud para que le otorgaran el tercer grado», dice Aránguez.
La segunda falsedad es que el magistrado afirma que Juana Rivas intentó repetir la sustracción de menores en Italia, donde sus hijos viven con su padre. Mentira: «No existe ni ha existido nunca ni denuncia ni ningún procedimiento contra Juana en Italia, ni por este ni por ningún delito», dice Aránguez. De hecho, ni siquiera el abogado de Arcuri se opone a la excarcelación, y hasta la corte de apelaciones de Cagliari concedió hace unos días que los hijos de Juana Rivas pudieran pasar las vacaciones de Navidad en Granada con su madre.
El abogado de Rivas tiene claro que lo que ha hecho Piñar se llama prevaricación. «Si te inventas los motivos y mientes en ellos estás cayendo en arbitrariedades y dictando una resolución injusta»
La tercera mentira es la más prevaricadora, según Aránguez: la acusación de que Juana es un «peligro para sus propios hijos». Piñar se refiere a un fin de semana que Rivas pasó con sus hijos tras la cual una revisión médica indagó sobre «posibles abusos» hacia uno de sus hijos. Pero al menos dos informes oficiales -uno de la Guardia Civil de Granada, otro de peritos judiciales- concluyeron que no había indicio alguno de tales abusos. Piñar no se limita en su auto a insinuar sobre estos hechos -sin prueba alguna-, sino que en su escrito va más allá y afirma que «ya no sabe cómo hacer que llegue al conocimiento de los restantes tribunales, y por supuesto al Gobierno, que estando los hijos bajo el cuidado y custodia de la madre, uno de ellos fue abusado sexualmente».
El abogado de Rivas tiene claro que lo que ha hecho Piñar se llama prevaricación. «Si te inventas los motivos y mientes en ellos estás cayendo en arbitrariedades y dictando una resolución injusta». La suspensión de la pena es un acto discrecional del juez, que no está vinculado u obligado a tomarla, aunque Rivas sea beneficiaria del indulto parcial. «Pero el juez tiene la obligación de argumentarla, porque si no sería arbitraria. El juez Piñar ha buscado tres motivos falsos. Ha retorcido la verdad para fundamentar su auto en tres mentiras para no suspender la pena de prisión», afirma Aránguez.
El juez Piñar es conocido en los ambientes judiciales de Granada por su carácter ultrarreaccionario, así como por sus declaraciones en redes sociales, cercanas al entorno y la propaganda de Vox. Tiene el récord de condenas a prisión y a su vez el récord de absolución a policías por abusos. Y no es extraño que sus sentencias contengan valoraciones sexistas. En un auto de 2011 este juez criticó «el excesivo celo ideológico» de la Fiscalía por proteger a las mujeres, argumentando la existencia de una denuncia falsa, cuando según las estadísticas oficiales, sólo el 0,0074% de las denuncias por violencia de género presentadas entre 2009 y 2020 resultaron ser falsas.