En cualquier país del mundo, ganar un Oscar de Hollywood significa reconocimiento, prestigio y honores. Pero no en Israel. No si eres palestino. No si el documental con el que has sido galardonado junto a un colega israelí retrata con toda su crudeza la crueldad de la ocupación militar de Cisjordania, la violencia y el fanatismo de los colonos, y la injusticia del apartheid.
Pocos meses después de que ‘No Other Land’ ganara la estatuilla en la categoría de Mejor Largometraje Documental, el Ejército israelí ha ocupado la casa del director palestino Basel Adra, en la Cisjordania ocupada.
Una venganza cobarde y largamente anunciada. Como lo fue la brutal agresión, perpetrada por una turba de colonos, contra Hamdan Ballal, otro miembro palestino del equipo de la película y codirector del filme.
El 13 de septiembre, el ejército israelí irrumpía violentamente en la vivienda del cineasta palestino Basel Adra, principal autor junto al israelí Yuval Abraham, de ‘No Other Land’, un documental tan crudo como brillante que narra la lucha contra la ocupación de Masaffer Yatta, una pequeña aldea de Cisjordania.
La intervención del ejército se produjo después de que un grupo de colonos atacara la aldea y a la familia de Adra, hiriendo a dos de sus hermanos y a uno de sus primos. Mientras Adra atendía a sus familiares en el hospital, los soldados israelíes allanaron su casa, donde estaban su mujer y su hija de nueve meses.
Horas antes, el también codirector de ‘No other Land’, el israelí Yuval Abraham, había confirmado que soldados israelíes habían invadido la vivienda de Basel, y expresado el temor de que este pudiera ser arrestado una vez le encontraran los uniformados. “Tengo mucho miedo por Basel ahora mismo. Porque lo que ocurre una y otra vez es que los colonos atacan las aldeas palestinas, y luego llegan los soldados y atacan a los palestinos”.
Un pequeño botón de muestra de la cotidiana brutalidad de la ocupación de Cisjordania, cuya violencia ha escalado de manera paralela al horror del genocidio en Gaza. Desde el 7 de octubre de 2023, más de mil cisjordanos -incluídos más de 200 niños- han muerto asesinados a manos de los soldados o los colonos israelíes. Y el ejército mantiene ocupado militarmente todo el norte de Cisjordania, con más de 40.000 palestinos expulsados de sus hogares.
