Los resultados de las europeas en Irlanda favorecen a los pro-Lisboa

Irlanda: ¿como que NO?. ¡Repetimos!

Carteles de la campaña del NO en el referéndum de Irlanda sobre el Tratado de Lisboa, en junio de 2008. No Copyright

Los resultados electorales en Irlanda -que hacen tambalearse al gobierno de la Primera Ministra Fianna Fáil- podrí­an allanar el camino a las potencias que buscan que el paí­s agache la cabeza y vuelva a pasar por el aro de ratificar el Tratado de Lisboa. La derrota de las fuerzas que encabezaron el `NO´ a Lisboa frente a las que apoyaron su aprobación facilita las cosas a las voces que dentro y fuera de Irlanda pretenden repetir la repetición de una consulta popular, ante un resultado adverso a sus intereses.

El asado 13 de junio de 2008 el Tratado de Lisboa -una versión ligera y menos farragosa de una Constitución Europea que consagra y magnifica el poder de las grandes potencias europeas, Alemania y Francia, pero que fue vapuleada en las urnas francesas y danesas- salió escaldado de la olla de oro celta. El `No´ logró imponerse con el 53,4% de los votos frente al 46,6% de sí­es. La UE y sus principales cabezas se dieron de bruces, y clamaron contra la insolencia e irresponsabilidad del pueblo irlandés. No pasó mucho tiempo hasta que voces como Merkel declararon que el obstinado paí­s habrí­a de someterse de nuevo a la ratificación -hasta que saliera, no dijo pero vino a decir-.     La derrota del domingo pasado de la coalición gubernamental, de centro-izquierda con los verdes, del partido paneuropeo Libertas, encabezado por el lí­der del `NO´ en el referéndum, Declan Ganley, y de otras fuerzas polí­ticas detractoras del Tratado de Lisboa, pone al ejecutivo de Fianna Fáil en la cuerda floja y da a las fuerzas pro-europeas (es decir, pro-germanas), el Fine Gael y el Partido Laborista, una correlación de fuerzas muy favorable para lograr que se repita la consulta popular.