En la capital, los taxistas han cortado el acceso de la carretera A-2 a las terminales del aeropuerto, pero han abandonado la calzada tras el atropello de un compañero, arrollado por un vehículo de color negro, que posteriormente se ha dado a la fuga. Antes cortaron tramos de la Avenida de la Hispanidad, de la M-14 y de la M-11, todas con entrada a Barajas. Los taxistas de Barcelona, que también están en huelga indefinida y ocupan la Gran Vía desde el pasado viernes, continúan con las acciones en protesta por la nueva normativa que impulsa el Govern para regular los VTC, que establece que estos servicios deben contratarse con una antelación mínima de 15 minutos.
Y en Valencia, los taxistas trabajan, pero llevarán chalecos amarillos en solidaridad con sus compañeros de Madrid y de Barcelona, según la Plataforma Caracol Valencia.
Como nota negativa, varios taxistas han agredido a varios coches de Uber. Es fundamental desmarcarse de estos actos de violencia intolerable que lo único que genera es división y rechazo. Pero episodios como estos no implican que las reivindicaciones de los taxistas sean completamente justas.
Uber, norteamericana, es un gigante monopolista que actúa en los cinco continentes. Cabify, de origen español, tiene una enorme proyección en Hispanoamérica. Ambos son titanes contra los que un taxista no puede competir de igual a igual.
Por ejemplo, el taxista trabaja con unas tarifas impuestas, mientras que en Uber o Cabify, es la empresa la que fija los precios de su servicio, mucho más competitivos. Un taxista tiene que hipotecarse para pagar la licencia de taxista, cuyo valor se encuentra entre los 50.000 y 200.000 euros. Algo de lo que está exento los conductores de estas empresas.
El AMB pretende regular las licencias de VTC (alquiler de coches con conductor) para que solo pueda haber uno por cada 30 taxis. Una medida que busca equilibrar la situación desigual entre los taxistas y las empresas de alquiler de coches con conductor. Su retirada solo sirve para acentuar y dar gasolina a toda la competencia desleal que se está produciendo contra los taxistas.