Los trabajadores de seguridad del aeropuerto de El Prat han decidido suspender la huelga tras el atentado terrorista de Barcelona. Pero el conflicto continúa, después que los trabajadores de Eulen hayan rechazado por dos veces la propuesta de la Generalitat, y el gobierno haya aprobado la imposición de un laudo obligatorio, que los trabajadores consideran ilegal. No estamos ante un problema de seguridad, como dice el gobierno sino ante un problema de precariedad laboral y salarial.
Desde que a primeros de agosto los trabajadores la empresa Eurlen, encargada de los controles de seguridad del aeropuerto, se pusieron en huelga, el gobierno ha justificado sus medidas en nombre de la “seguridad”.Primero enviado a la guardia civil a suplir a trabajadores en huelga; una medida criticada por los sindicatos y el comité de empresa como contraria al derecho de huelga, por convertir a los “civiles” en auténticos esquiroles. Y ahora imponiendo un laudo obligatorio que el comité de empresa considera ilegal porque durante la huega “se cumplen los servicios mínimos y la seguridad está garantizada”.Los trabajadores fueron a la huelga denunciado las condiciones de extrema precariedad en la que se ven obligados a realizar su trabajo: horarios y ritmos exhaustivos por falta de personal y relevos, eliminación de derechos adquiridos (plus de productividad)… Y el recorte de sueldos y la doble escala salarial. El salario medio bruto ronda los 1.000 euros.Los trabajadores sitúan la responsabilidad de la empresa pública Aena que gestiona los aeropuertos en el origen del conflicto actual, por licitar “a la baja” el servicio de seguridad a subcontratas como Eulen, que compensan sus ofertas “a la baja” con contratos precarios, bajos salarios y recortes de personal.Hace un año que Aena cambió la concesión de Prosegur a Eulen, que subrogó personal, precarizando los salarios: 1.100 euros para los trabajadores más antiguos y otra escala salarial para los nuevos contratados, con un salario de 800 euros mensuales. Por eso exigen que Aena se implique en la solución del conflicto.¿Por qué votan no los trabajadores?Los trabajadores aprobaron en asamblea la propuesta inicial del comité de empresa reivindicando: una subida salarial lineal de 350 euros en 15 pagas, acabar con la doble escala salarial equiparando el sueldo de todos los trabajadores y un aumento de plantilla de 50 nuevos trabajadores para mejorar el servicio y poder cubrir bajas, relevos y descansos. Propuesta que han rebajado hasta 250 euros por quince pagas.La respuesta de Eulen (una empresa de multiservicios con más de 1.500 millones de facturación y presencia en 14 países) fue auténtico “choteo”, ofreciendo un aumento de 29 euros, que con las huelgas ha subido a 150. Mientras, Aena se lavaba las manos.La Generalitat ha intentado mediar proponiendo un aumento de 200 euros en 12 pagas (3.000 euros menos de los exigidos por los trabajadores) y un aumento de personal de 1 trabajador más por cada uno de los 17 controles que hay en el aeropuerto de El Prat. Una oferta a todas luces insuficiente que los trabajadores han rechazado en dos votaciones.Con la imposición del laudo obligatorio (se tendrá que resolver en un par de semanas) y por el atentado terrorista, la situación ha entrado en un impás. Pero el conflicto no solo no se ha resuelto, sino que amenaza con extenderse a otros aeropuertos tras el verano.La precariedad laboral y salarial no es solo un problema de los trabajadores de Eulen, sino un problema generalizado en el sector.Los sindicatos de Aena (CCOO, UGT, USO…) y otras empresas subcontratadas, como Prosegur, advierten que irán a la huelga a partir de mediados de septiembre si no reciben respuesta satisfactoria a sus reivindicaciones. Porque, como denuncian en el documento entregado a Aena: «Existen centros de trabajo donde la precariedad laboral es extremadamente elevada, poniendo en peligro la seguridad de las operaciones, la calidad de los servicios y la existencia de cargas de trabajo inasumibles”.