Joanen Cunyat
Eudald Carbonell, José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga han sido los codirectores de Atapuerca y los artífices de una de las mayores revoluciones científicas de nuestro país, colocándonos en la vanguardia mundial, y contribuyendo a cambiar radicalmente la forma de entender la evolución humana. ‘Homo Antecessor’ refleja la voluntad de contar parte de su historia, al alcance de cualquiera. Apasionante.
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¿Por qué un libro tan distinto a los que soléis publicar?
Se me ocurrió que por qué no contar la historia de este descubrimiento desde un lado más cercano. Hay que contar el lado científico pero quería ensayar otro tipo de forma de escribir. Todo lo que hemos escrito hasta ahora han sido ensayos que han tenido aceptación dentro de quienes les interesa este campo, que es una pequeña parte de la población. Hablé con Eudald, y pensamos que podría ser interesante. Él tenía mucha información en sus libros de campo, y entre los dos recopilamos lo necesario como para contarlo de manera historiada. No como una novela, pero sí con un principio, desde el 8 de julio de 1994, con el descubrimiento de los primeros fósiles, hasta que en 2020 se publican los resultados de las proteínas fósiles. Esto va a seguir con más restos de Homo antecessor, claro, calculo que van a aparecer mas de medio millar de fósiles en los próximos años, y se comprobará o no todo lo que hemos hecho hasta ahora.
Hay quien piensa que son batallitas, pero es lo que pasó. En ciencia se sabe que tal persona hizo un hallazgo y los historiadores de la ciencia describen lo que se ha encontrado. Pero nosotros estábamos a punto de jubilarnos y pensamos que podíamos contar todo esto de primera mano, con los problemas que hemos tenido. Tiene un trasfondo también social para comprender que los investigadores extranjeros no tenían fe en que pudiésemos hacer ciencia, porque durante mucho tiempo no lo habíamos hecho en España. Pensaban que eran ellos quienes sabían de esto, los franceses o los británicos. Los españoles hemos empezado a hacer evolución humana en serio en los años 80. Tenemos menos experiencia y esto nuestros colegas lo saben, y cuando escribíamos un artículo lo miraban con cierto paternalismo. Cuando fuimos en serio y presentamos una especie, que la anterior fue Homo habilis en 1984 en la revista Science, todo cambió.
¿Cómo ha sido explicar cómo levantar un proyecto, que empieza durmiendo en el suelo en una pensión, y culmina convirtiendo a España en parte de la vanguardia mundial, o con el Premio Príncipe de Asturias?
Ha sido una aventura, y si ha sido posible es porque tres personas decidimos que había que sacar adelante el proyecto. Poco a poco y peleando mucho, enfrentándonos a situaciones complicadas. Nunca hemos tenido miedo de hacer lo que había que hacer. No se puede hacer nada con medias tintas. Había que arriesgar. Hemos recibido varapalos y broncas.
Recuerdo una tremenda del presidente del CSIC. Era porque nos saltábamos las normas, pero si no lo haces y eres valiente no se consiguen las cosas. Y lo hemos hecho tratando de no molestar a nadie, ni hacer nada malo. La burocracia te come. Si no eres osado, no consigues nada.
Por otra parte no sé ni cómo salió el Príncipe de Asturias o cómo tuvimos la osadía de decirle a Felipe, que entonces era príncipe, que viniera al yacimiento. Podría haber dicho que no y vino, y significó un punto de inflexión increíble en el proyecto. Pues con valor y cara dura. Y lo mismo para poner en pie la fundación.
Esto ha sido paralelo al cambio de políticas en España. Sentimos la necesidad de que la ciencia española pasara página de la dictadura y entráramos en la verdadera ciencia mundial junto con el resto de Europa y EEUU. En evolución humana tenemos un nivel muy importante y durante algunos años hemos estado por detrás de EEUU en número de publicaciones, los segundos en el ránking.
“Tres personas decidimos que había que sacar adelante el proyecto”
¿Cómo habéis evolucionado en el método arqueológico?, porque no se os escapa ni un grano.
El método ha mejorado mucho desde 1983, que es cuando hice mi primera campaña de excavación. La tecnología ha ayudado, aunque la velocidad es la misma porque vamos con mucho cuidado. Pero seguro que dentro de 30 años habrá adelantos que permitirán avanzar respecto a principios del siglo XXI. El yacimiento de Zhoukoudian en Pekín se escavó a pico y pala, y los paleontólogos pensaban que era correcto, pero destruyeron el yacimiento porque los fósiles se perdieron durante la IGM.
Es cierto que miramos grano a grano e intentamos que no se nos escape nada, pero quizás evolucionemos a nivel molecular. Pronto se excavará de otra manera. Estoy convencido.
Habéis montado el Equipo de Investigación de Atapuerca con la filosofía de formar a vuestra gente y no contar con gente de fuera…
Sí. Emiliano Aguirre tenía esta idea de equipo, y antes de él casi nadie trabajaba. Iba un catedrático con un ayudante, picaban y sacaban un fósil. Eso no es un proyecto científico. Hemos tenido la idea de ‘programa de investigación’ y la única manera es con un equipo. La formación de gente es un esfuerzo tremendo, con la Fundación Atapuerca que ha conseguido que la gente joven, con un apoyo económico, hayan podido hacer una oposición, quedarse en la Universidad o en un centro de investigación. De los 70 que somos se habrán ido media docena, porque han encontrado otros proyectos que podían liderar y alguno que no estaba de acuerdo, pero la mayoría se ha quedado.
“Teníamos que hacernos a nosotros mismos, si no, nos colonizan”
Los que continúan están cerca de los 60 y la mayoría mujeres. Y detrás de ellas hay otra generación a la que hemos enseñado que hay que formar equipo, una ‘masía del Barça’. Si no, no funciona. Después puedes incorporar gente de fuera, y así ha sido. En cuanto nos hemos sacudido esa mala fama de chicos majetes que intentan hacer ciencia, ahora somos sus colegas científicos. Las proteínas fósiles son un ejemplo muy claro, las dataciones… con equipos australianos y franceses. La ciencia es internacional y no tiene fronteras. Pero primero teníamos que hacernos a nosotros mismos, si no, nos colonizan. Y han habido varios intentos de equipos extranjeros. Ahora podemos colaborar con todo el mundo sin complejos.
Hay arqueólogos que son de los mejores del mundo en Atapuerca, y paleontólogos, con una preparación mucho mejor que la nuestra.
Luego han venido problemas con algún político, como ‘El jabalí’. Otros hubieran sido ‘enterrados’.
Sin duda, y muchos han quedado enterrados. Lo puedo atestiguar. Era acoso y derribo contra los arqueólogos, solo que nosotros éramos muy contestatarios. Antes de eso tuvimos a Eloisa Wattenberg, que fue directora general de Patrimonio, y fue muy buena. Pero fue sustituida por este personaje que atacó a todo bicho viviente, y a otros colegas. Por eso tenía el apodo de ‘El jabalí’.
Son momentos concretos, claro, porque no todo el mundo es así. Hay algunos con los que todavía nos felicitamos hasta personalmente la Navidad. Pero bueno, agradecemos a los negativos que no nos dormimos en los laureles y tuvimos que pelear más. Ningún rencor, desde luego, forma parte de la historia que queremos contar.
Todo empezó con el descubrimiento de una herramienta, de un canto de cuarcita, que era más antigua que lo que se creía que eran los primeros seres humanos de Europa.
Antes de eso había mucha gente que decía que tenía que haber humanos anteriores al millón de años. Esas primeras evidencias llegan con un descubrimiento por casualidad por una explosión en la Gran Dolina. Aguirre pide una excavación de urgencia en la base del nivel 4, lo descubrimos y se publica. Nuestros colegas decían que no eran herramientas, sino cuarcitas, piedras que se han roto de manera natural. Pero estaban dentro de una cueva, y los cantos de río no pasan por ahí.
“Descubrimos una nueva especie, antepasado de los neandertales y los sapiens”
Todavía no podíamos llegar al nivel 6, aunque ya parecía que podían haber fósiles. Hasta que no llegamos en 1994 a ese nivel no vimos que aquello eran herramientas y que además había restos humanos.
Y llegáis a proponeros demostrar que era una nueva especie.
Cuando descubrimos los fósiles en 1995, una cara de aspecto moderno, quedamos sorprendidos. Cuando descubrimos los dientes supimos que tenían un aspecto arcaico que se correspondía con la antigüedad de 800 mil años. Nos recordaba a Homo habilis. Pero cuando aparece la cara… esa combinación de caracteres era muy rara. Con los años se ha ido confirmando que es una combinación única que no hay en ningún otro sitio.
Vuestro empeño se concentra en defender la hipótesis de que Homo antecessor podía ser una especie cercana al antepasado común del Neandertal y el Homo sapiens, que surge de Eurasia, no de África, y que el antepasado común debe encontrarse en el corredor levantino.
En ciencia no hay dogmas, hay hipótesis, y lo que hay que hacer es que si aparecen evidencias en contra se deshecha. En 1997 proponemos una nueva especie porque cumple los requisitos y decimos que podría ser el ancestro común de neandertales y poblaciones modernas. De que fuera una nueva especie no se dijo nada, pero lo segundo en los congresos nos dijeron que podía ser cercano a ese ancestro común, y ahí lo hemos dejado. Pero como no ha aparecido o nadie lo ha reconocido, lo cierto es que lo que más se parece es Homo antecessor. Eso no tiene discusión, y cuando se encuentre el antepasado común, ya veremos.
Lo del corredor levantino en Oriente Próximo es lo último que he publicado con otros compañeros y compañeras antes de jubilarme. Eso esta ahí y lo van citando. No sé si para bien o para mal. Pensé que había que encontrar dónde está ese antepasado común. Esa zona es de donde procedemos, de transición del continente africano y el euroasiático, con un clima, en épocas interglaciares, benigno, y en glaciales mejor, porque llueve más. El Sáhara reverdece, se forman grandes lagos… donde corren el Dakar imagina hipopótamos. Se han hecho sondeos en desiertos donde no hay nada y, sin embargo, hace miles de años habían lagos y gacelas, y por lo tanto podía haber humanos.
Cumple todas las condiciones para el salto a la modernidad. Nadie me entendía cuando decía eso, y significa el salto hacia nosotros, a los homínidos que se parecen a nosotros, neandertales, denisovanos y algún grupo más que no conocemos. Si buscas el común entre neandertales, que son europeos, y nosotros, buscaría no en África o Europa, sino en un lugar intermedio, el Próximo Oriente.
Siempre se ha pensado que todo viene de África y que es unidireccional, lo que sale, no vuelve a entrar. ¿Por qué? El clima de la zona de Próximo Oriente y el este de África es lo mismo. No es que sea un paso, es que el hábitat es mayor, y los humanos se mueven como los animales, arriba y abajo. Pero bueno, yo ya me he retirado, que sean los más jóvenes los que lo aclaren.
Lo que es cierto es que tiene coherencia con una concepción no lineal de la evolución, de mosaico y multidireccional.
Sí. En un momento, una forma arcaica se dirige a la modernidad, y otras se quedan como tales, como el Homo erectus, no cambian porque no hay necesidad. Cuando hay una evolución es porque hay un cambio en el medio ambiente, y las poblaciones que resisten esos cambios siguen adelante, y los que no, se quedan atrás. Es lo que le pasó a los neandertales. Las últimas hipótesis de estudios genéticos afirman que cuando llega la gran glaciación, de 80 a 11 mil atrás, los que viven en el norte de Europa no resisten o se refugian en el sur, y como quedan pocos hay endogamia. Cuando se ha sacado el ADN se ve que tienen parentesco cercano, y esto produce enfermedades de todo tipo, con hibridación entre familiares. Es lo más convincente.
Nos encontramos con una enorme facilidad para penetrar en Europa cuando ellos desaparecen. Pero los cromañones también desaparecen. Nosotros somos herederos de los que hace 40 mil años llegaron a Europa. Somo herederos del Próximo Oriente.
“En Atapuerca están algunos de los mejores paleontólogos del mundo”
¿No se sabe lo que le pasó al Homo antecessor?
No se puede saber porque el registro fósil no es tan amplio. De momento solo está en la Gran Dolina en Atapuerca.
Bueno, y los restos de Gran Bretaña…
Sí, pero no hay fósiles humanos, hay industria lítica y huellas. Lo cierto es que los británicos son los que nos han seguido más. Dicen que sus restos son de Homo antecessor, de hace 800 mil años, cuando las condiciones climáticas eran buenas. Gran Bretaña estuvo entre 2 a 4 mil años libre de hielo. Se expandieron al norte y luego bajaron o se extinguieron.
¿Por qué es la cara del Homo antecessor tan particular?
Hay varios procesos evolutivos, uno es la neotemia que es la conservación de rasgos juveniles en el adulto. Imagínate un Homo erectus que su cara al principio es más fina y luego se hincha, y cuando llega al adulto es más simiesca. Si sucede un proceso de neotemia su cara se queda como la nuestra y es lo que proponemos en el 1997, y eso es lo que decimos. Hay distintas formas evolutivas y como somos seres muy complejos evolucionamos en mosaico, unas partes evolucionan y otras no. Es algo muy normal. Con más fósiles podremos explicar cómo somos en este sentido. Por ejemplo, nuestros cinco dedos son arcaicos.
¿A qué se debe el rechazo que provocó vuestras tesis científicas?, ¿es un proceso habitual de competencia entre científicos?
No. Los científicos, como todas las personas, somos mejores o peores. Hay una persona, un científico, que por la razón que sea, no nos tiene mucha simpatía, y en particular a mí, no sé por qué. Una vez rechacé trabajar con él, pero nada más. Competía con nosotros y aprovechó la ocasión, en un congreso, para decir ‘¿cómo te vas a encontrar un ancestro común en la península ibérica, lo más occidental de Eurasia?’ -que en parte tenía razón-, pues a lo mejor porque no se ha excavado en otro sitio. Y esta es una respuesta.
En Grecia no se excavan yacimientos o muy pocos. En Bulgaria hay dos grupos de arqueólogos que además estaban enfrentados, y es el paso desde Asia hasta Europa. En Italia tampoco hay mucha gente, buenos equipos pero no muchos. En España hemos conseguido trabajar, y somos un centro fundamental del estudio de la evolución humana, y por eso aparecen. Si se trabaja en Bulgaria o Turquía… pero se trabaja poco. Y en Irak no se puede trabajar, las condiciones lo impiden. Todavía estamos muy pendientes de lo que ha pasado con algunos fósiles muy importantes.
“La evolución humana en Europa se ha hecho desde Atapuerca”
Otro elemento que recorre el libro es el de las publicaciones científicas…
A las editoriales les interesa publicar porque es su negocio, pero en el sistema actual se lo envían a unos revisores, y como caigas en manos, como me pasó a mi con Hublin, que decía que había examinando un artículo en el aeropuerto con prisas y que por eso lo rechazó… lo que pasa es que no le interesaba porque trabaja en África y como no coincidió con sus ideas, me lo echó atrás. Podía haberlo cambiado y ya está.
Tardas un año en ver publicado tu trabajo. Te obligan a revisar y eso está muy bien. Salvo que a los revisores no les pagan nada.
Hemos tenido que pelear mucho en las publicaciones. En algunos casos hemos tenido más o menos suerte con los revisores, y aunque no todo ha salido como nosotros decíamos, casi todo sí. La evolución humana en Europa se ha hecho desde Atapuerca. En Francia se excava pero han retrocedido mucho, aunque no sé por qué razón. A mitad del siglo XX funcionó muy bien. Seguro que volverá otra vez porque hay muy buenos investigadores.
Y otro capítulo clave es de las investigaciones que os han ayudado, como la de Aida Gómez-Robles o la de las proteínas fósiles…
Se ha ido sumando gente joven al equipo y ocurre que traen nuevas ideas. Gente buena y bien preparada. Se les ocurre una idea, o un método nuevo… Aida Gómez descubrió cosas analizando las piezas dentales que no habíamos visto, y sumó información a la especie. Si ahora definiéramos de nuevo la especie sumaríamos muchas cosas que no contamos en 1987, y esto es gracias a todas este gente, como Marian Martínez de Pinillo, que han servido para redefinir y para refrendar la especie en muchas revistas. Había 14 caracteres anatómicos para definir la especie y ahora tenemos una lista de 49. Dentro de unos años, cuando se excave TD6 (uno de los niveles de Atapuerca) habrá más.
Y bueno, la guinda han sido las proteínas fósiles. Empiezan con ello hacia mitad del siglo XX, pero se ha perfeccionado mucho. Hay varios equipos y uno contactó con nosotros, y nos propuso la colaboración. Les pasamos un diente que había sido utilizado en otras investigaciones, que no servía en taxonomía. Lo destruyeron y obtuvieron proteínas. La conclusión es que si no es el ancestro común está muy cerquita. Es un grupo hermano. O es la madre de los neandertales y del Homo sapiens, o es la tía. Está emparentada, y eso no tiene discusión.
La última vez que te entrevisté, en octubre del 2022, se había descubierto una mandíbula de una antigüedad de 1,4 millones de la que hablas en el libro y en la que ya entonces teníais puestas muchas esperanzas.
Ese estudio, en la parte anatómica, el año que viene lo vamos a enviar a publicar. No puedo contar más. Lo que falta es la datación. Hay cuatro equipos y no se ponen de acuerdo. Están entre 1 y 1,5 millones de años. Trato de que se pongan de acuerdo pero no hay manera. Uno es de Australia y el resto de España. La publicación se ha retrasado por varias razones, pero seguro que será en breve.
“La última mandíbula descubierta tiene entre 1 y 1,5 millones de años”
¿La datación tiene que ver con saber el polo de la tierra en ese periodo, el paleomagnetismo?
En este caso el fósil está en una época de polaridad magnética negativa, es decir, de más de 780 mil millones de años y menos de 2,5 millones. Eso no dice nada. Hay que afinar más, y hay cuatro métodos distintos. Sabemos que es un fósil muy antiguo y será el año que viene cuando tengamos más información
Es más antiguo que Homo antecessor que está en 800 mil millones de años, ¿se sabrá la especie?
Ojalá, pero creo que no es suficiente información para afinar y decir la especie o si es una especie nueva. Habría que encontrar más cosas.
¿Cuántas especies hay en Atapuerca?
Hemos encontrado esto, que le llamamos ‘especie indeterminada’, Homo antecessor, Homo heidelbergensis… bueno, en la Sima de los huesos, inicialmente se clasificaron así, pero luego se sacaron. El responsable de esa excavación es Juan Luis Arsuaga y no se decide. Y luego Neandertales, y Homo sapiens. Todo lo que ha pasado por Europa ha pasado por Atapuerca, por eso es Patrimonio de la Humanidad. Está todo ahí.