Juan Torres es uno de los veinte profesionales que firmaron un manifiesto en el que reclaman un gobierno de amplio apoyo, tal y como han expresado las urnas, y le reclaman a las opciones que han capitalizado el descontento, PSOE, Ciudadanos y Podemos, que respondan ante esta exigencia ciudadana.
¿Han creado los resultados del 20D mejores condiciones para que avance la lucha contra los recortes?Los resultados son una expresión muy clara de que la sociedad española quiere algo diferente. Ahora bien, la propia aritmética parece querer expresar que la solución es compleja porque no hay fácil posibilidad de que salga un gobierno adecuado. Si diéramos a los resultados validez como una fiel expresión de lo que piensa la gente, incluso en la casualidad con la que se han manifestado tan difícil de componer, muestran, en primer lugar, un rechazo muy fuerte a lo que había, y en segundo lugar que la respuesta a esta crisis institucional no puede ser una respuesta lineal, que tiene que ser transversal. Es un mensaje claro, hay que acabar con lo que hemos vivido, corrupción, recortes, desmantelamiento de la democracia… pero para acabar con eso hay que generar una ilusión colectiva en una respuesta transversal.
Lo que está siendo un problema para España desde hace decenios es que un grupo social la considera suya y cualquier protagonismo de grupos diferentes es como una agresión a su propiedad. Esto tiene difícil solución, pero ante los problemas es cuando debe manifestarse la grandeza de los pueblos y de la gente. «Hay que generar ilusión colectiva en una respuesta transversal»
¿Es otra característica de los resultados que ya no es un voto cautivo, sino que le pertenece a una serie de reivindicaciones?Efectivamente. Lo que ha ocurrido es que ya no vale el sistema que habían ideado para que uno u otro partido tuvieran unas capacidades muy directas de gobernar al antojo de los grandes poderes. Ahora ya no se puede. Se ha acabado ese aparataje institucional que se había construido para mantener una hegemonía oligárquica que se impuso después de la Guerra Civil.
Son grupos que no han dejado de estar en el poder, que se han acostumbrado a construir España a su antojo. No es que no vayan a seguir haciéndolo, sino que tienen que hacerlo de otra manera.La situación desde luego es la peor de las esperables. Un acuerdo bipartito es lo más fácil, pero a tres bandas es lo más difícil, hay comisiones de secretos oficiales, nombramientos, decisiones o cosas que no van a saber solo dos. Este es un cambio histórico.
En el manifiesto nombráis a PSOE, Podemos y Ciudadanos como los partidos que han recibido el voto de la indignación, y el Wall Street Journal dice que un gobierno con estos tres partidos sería el peor posible. ¿Crees que existen posibilidades de que se forme un gobierno así, incluyendo además a IU?El manifiesto no nombra a ningún gobierno concreto, pero mi opinión es que hay que plantear unos acuerdos de mínimos, ¿qué ha fallado?, la Ley Electoral, leyes de socorro para la gente más necesitada, la persecución de la corrupción… yo firmaría con cualquiera que esté dispuesto a combatir eso, no de boquilla. Lo que pasa es que hay muchas corrientes de izquierdas que parece que les duele que cuando hacen una propuesta muy avanzada, al cabo del tiempo, llegue otro y la asuma. Hombre, ¡magnífico!, ¿no? A mi a veces me critican que la Tasa Tobin ya la defiende hasta el gobierno, pues qué bien, si es eso por lo que hemos luchado.
En estos momentos yo iría a un gobierno provisional, que como no van a estar de acuerdo en las cuestiones fundamentales, económicas, de Europa… sí pueden avanzar en regeneración democrática, en rescate social y en unos mínimos de políticas socio-económicas. Creo que sería un gran adelanto para España porque además demostraría que se puede hablar con quien no está en tus mismas posiciones.
¿Que sería un acuerdo débil?, por supuesto, ¿que sería corto?, por supuesto, ¿que no satisfacería en su totalidad a todos los que formaran parte de ese acuerdo?, natural, pero creo que podría ser un acuerdo de mínimos que nos identificaría con muchos países de nuestro entorno.
En el manifiesto habláis de la creación de riqueza y del tejido productivo. Según el INE el 47% del tejido productivo español está en manos del capital extranjero ¿Cuál es la importancia para España de tener un tejido productivo propio?Me atrevería decir que es el problema más importante. Si imaginamos un hotel en cualquier sitio de costa en España que forma parte de una cadena a nivel mundial, su estrategia de negocio es la de la cadena, porque es a quien le da los beneficios.
No digo que sea bueno o malo, sino que no repercute en la economía de su entorno igual que si ese hotel perteneciera a una cadena vinculada al territorio.
Esto expresa una pérdida de soberanía e, incluso, una traición a los intereses nacionales, porque se han vendido activos nacionales y se ha facilitado estratégicamente la colocación de activos españoles en cadenas y grupos internacionales que cambian la lógica. Quienes defienden esta dinámica nos dicen que son las empresas quienes crean la riqueza y empleo, y llevan razón, pero al mismo tiempo no pueden defender que esas estén formando parte de una lógica distinta, para, por ejemplo, captar y generar liquidez para actuar en el mercado financiero.
Esta debería ser la estrategia que un gobierno decente, nacional, soberano, que respondiera a los intereses de los españoles, tendría que plantear. No es fácil, obviamente, porque el problema está en revertir la situación, pero al menos impedir que siga pasando. Y en segundo lugar diseñar a medio plazo una estrategia de recuperación de activos para la economía española. Porque si quienes toman las decisiones sobre la economía española responden a intereses de otro país, o de un grupo especulador internacional, lo que buscarán no será poner en marcha la economía española.
Esto no tendría resultados a corto plazo porque el mal está hecho, pero la gente sabría que han vendido España, y quién y cómo han malvendido España. Habrá que plantearse que España recobre lo que es suyo, lo que ha sido entregado a malas manos, porque estamos dándoles sudor y la sangre. Pueden parecer palabras exageradas, pero hay gente que ha trabajado durante muchos años en empresas que eran españolas, públicas o privadas, pero que luego se han malvendido. Es comprensible que un empresario vea la oportunidad de hacer negocio, pero tanto el Estado como determinados intereses empresariales, han estado funcionando con una visión alicorta. «Pérdida de soberanía y una traición a los intereses nacionales»
Hablando de soberanía, es importante tener en cuenta quiénes están presionando para que se forme un gobierno de “gran coalición” o un gobierno de PSOE y Ciudadanos, pero sin Podemos… el IBEX35, el presidente del Eurogrupo, el vicepresidente de la Comisión Europea…Es que se juegan mucho. Mientras siga este proceso de “gobierno en funciones” se están dejando de tomar decisiones que benefician a las grandes empresas, siguen negociando el TTIP… utilizan el gobierno para ganar mucho dinero. Del 2011 al 2014 han salido casi 50 mil millones de euros de los bolsillos de los asalariados que se han ido a los bolsillos de esta gente.
España es un negocio y se preocupan por que quien lo gerencie sea los suyos. La cuestión está en que espabilemos y la gente corriente haga lo necesario para que este negocio, en el mejor de los sentidos, se gestione de conformidad con los intereses nacionales. Lo que estamos viendo es la voluntad de que intereses particulares se sobrepongan a los generales. Las elecciones son voluntad de la expresión ciudadana, pero lo que nos dicen es que no hay que ir por donde dice la mayoría de la ciudadanía.
Otro objetivo fundamental, planteado ya por Bruselas como una exigencia, es otra reforma laboral con una rebaja salarial…Claro, porque en definitiva, la distribución de la renta es lo que más les preocupa. Van a procurar que, en primer lugar, la negociación en el mercado laboral se haga cada vez más desfavorable a los trabajadores, que tengan menos defensas y menos garantías, en segundo lugar, que el Estado gaste lo menos posible, porque no les hace falta sanidad o educación pública, y además no quieren pagar impuestos; en tercer lugar que tengan la mayor libertad en el ámbito financiero, y en cuarto lugar, van a evitar que eso se conozca como lo que es, una estrategia orientada a que ellos se metan cada vez más dinero en su bolsillo, dedicándose cada vez más a controlar los medios de comunicación y los mecanismos de toma de decisiones donde la gente puede discutir o debatir para sacar adelante lo que les interesa.
Siempre lo han hecho, pero en los últimos años más, ya que la balanza de poder se ha decantado a su favor. De ahí surge la necesidad de generar mecanismos de respuesta ciudadana para saber qué está pasando y enfrentarse.
Se da por supuesto que los 9 mil millones de euros de recortes que nos exige Bruselas van a salir de nuestros bolsillos. ¿Hay otra alternativa?Esos recortes son el resultado de una verdadera traición del PP con unos presupuestos hechos para poder presentarse en elecciones con la imagen de que la economía iba mejor. Es un crimen contra los intereses nacionales, porque han engañado a la gente. ¿Qué se podría hacer?, con un gobierno de amplio apoyo y complicidad ciudadana habría que decirle a la UE hasta aquí hemos llegado porque sus políticas nos están hundiendo más… sentémonos a negociar porque usted no me puede seguir apretando hasta que esto se venga abajo.
Eso no lo puede hacer un gobierno con inestabilidad y una mayoría enfrente haciendo contrapeso. Ahora, con un gobierno de gran apoyo parlamentario, Europa teme a España, como teme a Francia, Italia o Portugal. A Grecia han podido vencerla desgraciadamente porque, siendo un gran pueblo, son poquita cosa política y económicamente.No es igual el 2% que el 15%. Con un gobierno potente y arropado, España necesita dar un golpe encima de la mesa a Europa. Y vamos a ver hasta donde llegamos. Claro, por lealtad, hasta donde haga falta. Creo que el proyecto europeo es bueno, pero no de cualquier manera. Si se hace con inteligencia, sinceridad y apoyo ciudadano, esto se podría hacer, porque los grupos de poder saben también hasta donde pueden llegar. Lo que no es posible es lo que se ha hecho hasta ahora, asumir como bueno cualquier cosa que venga.
Por eso algunas de las estrategias para formar gobierno son profundamente equivocadas. Si ponemos en primer plano los intereses de la gente más necesitada y los intereses nacionales, hace falta un gobierno del más amplio apoyo posible entorno a una serie de ejes de regeneración prioritarios.
El IBEX35 ha caído perdiendo 200 mil millones de euros, y de Guindos responde que es por la vulnerabilidad de la economía Española. ¿Cuáles son esas vulnerabilidades?Hay varios factores. En primer lugar las bolsas se han hecho muy volátiles porque no reflejan la evolución real de las economías, y esto las hace muy sensibles a cualquier cambio de aires. Pero eso pasa en cualquier economía no solo en la española.
Por otra parte también hay una situación de incertidumbre, y cuando no sabes lo que va a pasar en un país es lógico que lo inversores tengan un poco más de recelo.
Es innegable que jugamos en el campo que jugamos, desgraciadamente, y la volatilidad y el terrorismo financiero son componentes habituales de las prácticas a las que se enfrenta un país con la situación que tenemos.Cuanto antes salgamos de la situación de incertidumbre mejor, pero también hay que aprender a gobernar frente a estos vientos, porque forman parte de la realidad en la que nos movemos. No es fácil pero tenemos experiencias incluso de países con menos capacidad de acción que nosotros que han conseguido poner freno a los movimientos especulativos.
¿Es, precisamente, la ausencia de un tejido productivo propio una de las razones de la debilidad de nuestra bolsa?Totalmente. Si tu tejido productivo está encadenado a fondos de inversión que utilizan la inversión aquí para generar liquidez que luego va a mercados especulativos, estás encadenado a esa ola. Si por el contrario tienes una base productiva vinculada estrechamente al territorio, a cadenas de valor bien asentadas en tu propia economía, tienes una solidez mayor. Eso es de libro. Ese es uno de los retos que un gobierno de progreso se debería plantear.Es un problema que no se resuelve en una o dos legislaturas pero que hay que empezarse a plantear. Es decir, cómo generamos una red que haga que nuestra economía tenga un suelo potente. «Necesitamos una economía nacional»
Es lógico que nos pase lo que nos pasa si hablamos de empresas que expatrian el capital y la inversión, y actúan de acuerdo a intereses ajenos a los nacionales. Es como esa red que se pone cuando se hace el suelo de una vivienda, que hace que no se venga abajo. Esto nos hace más frágiles y dependientes de esas oleadas que caracterizan a la economía internacional.
Necesitamos una economía nacional y aunque parece una tontería, es verdad. Esta gente pone banderas de 20 metros cuadrados pero luego venden España al capital extranjero. Hagamos banderas más pequeñas y vamos a preocuparnos de que España sea de los españoles, y a lo mejor nos va un poco mejor.