La Marea Blanca madrileña -que agrupa desde los sanitarios y sindicatos, a las asociaciones de usuarios o de vecinos- vuelve a protagonizar movilizaciones en las calles, en protesta por la filtración de un plan de cierre de 41 centros de salud. En una incansable lucha durante la pandemia y en los 26 años de Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid, los trabajadores de la sanidad continúan exigiendo inversión en los recursos necesarios, personal suficiente, salarios dignos y contratos fijos, peleando por la salud pública y sus condiciones de trabajo.
Entrevistamos a Dora García, enfermera del Hospital Clínico San Carlos y activista del colectivo Sanitarixs Necesarixs, que junto a miembros del sindicato MATS y de Juntas por la Pública, se plantaron en las dependencias de la Gerencia de Atención Primaria del Servicio de Salud de Madrid.
Los trabajadores de la sanidad pública madrileña habéis vuelto a salir a las calles. Esta vez, varios colectivos habéis realizado una protesta ante las oficinas de la Gerencia de Atención Primaria del SERMAS, de la Consejería de Sanidad. ¿Cuál es el motivo?
Se ha filtrado un documento de la Comunidad de Madrid donde se anuncia el cierre de 41 centros de salud, en un área de las siete existentes. A raíz de esta información que salió a la luz, se empezó a hacer presión con las protestas. Entonces dijeron que eso era un borrador y que solo sería una reestructuración de cara al verano. No se pueden cerrar centros en verano porque tenemos una carga asistencial enorme. Recordemos como, en plena pandemia, cuando no teníamos camas de la UVI, había una torre de un hospital cerrada que supuso muertes.
En febrero hicimos un encierro en la gerencia de Atención Primaria y lo volvimos a repetir el 25 de junio. Todas las concentraciones y encierros que hacemos son por las circunstancias en las que se encuentra la sanidad pública madrileña, la cual no es nueva, pero se ha agravado. El presupuesto que se destina a la sanidad pública madrileña, el expolio de sus centros, unos se cierran, otros se dejan a medio gas; derivaciones a centros privados, tanto de presupuesto como de pacientes para pruebas diagnósticas, el déficit de plantilla y la precariedad laboral.
Denunciáis la falta de sanitarios, no porque no haya, sino porque no quieren quedarse en la sanidad madrileña por las condiciones de trabajo. ¿Cómo son estas condiciones?
En todas las categorías de la sanidad pública madrileña falta personal debido a una mala política: facultativos, celadores, enfermeras, auxiliares… En algunos sitios, la falta de personal les ha servido para externalizar el servicio. Una vez que pasa a manos de empresas privadas se pierde calidad en el servicio y en las condiciones de trabajo, porque buscan el lucro, algo que no se debería poder hacer con la sanidad. Falta personal porque no se quiere invertir el presupuesto necesario en contratación y porque la precariedad laboral es tal que el personal prefiere marcharse a otras comunidades autónomas con mejores condiciones o incluso a otros países donde el reconocimiento y la formación son muchísimo mejores.
“La salud es un derecho, no puede ser un negocio”
Con personal insuficiente, el número de carga de trabajo es mayor. Tenemos una ratio de pacientes impresionante, es un número de pacientes por unidad de enfermería que sobrepasa los límites de seguridad. La ratio máximo es de ocho pacientes y estamos rozando los dieciséis. Hay consultas y cuidados de enfermería que no se están realizando porque falta personal, y eso va en detrimento de la salud del paciente.
Además los contratos son temporales y el salario insuficiente. Son miles de trabajadores en la sanidad madrileña los que llevan diez, quince años como temporales. Hasta el Tribunal Europeo de Justicia dice que están en fraude de ley con la temporalidad, pero les salen muy baratos. Es muy fácil en enfermería que te cambien de unidad a diario y sufrir discriminación laboral respecto a los trabajadores con carácter fijo. Respecto al salario, tiene que ser digno, correspondiente a la formación y a la dedicación.
El personal también estamos viviendo unos niveles de ansiedad y depresión muy elevados. Hay muchísimas bajas por salud mental, porque la situación es insostenible. Es muy triste escuchar que alguien deja la carrera de Medicina o Enfermería por las condiciones de trabajo, cuando es una profesión vocacional. La intención del Gobierno de la CAM no es tener suficiente personal para dar una calidad asistencial de primera, su intención es recortar y derivar el presupuesto a otros lugares.
¿Cuánta inversión y número de sanitarios hacen falta para revertir la situación?
Estimamos que serían necesarios más de 200 millones solo para la Atención Primaria en Madrid para este año, 2021. La Comunidad de Madrid ha presentado un Plan de Mejora de la Atención Primaria para los próximos tres años que es un insulto para la ciudadanía y los profesionales. Anuncian un presupuesto añadido de 73 millones de euros, cuando para revertir la situación hacen falta 200 millones, solo para empezar.
Las organizaciones sindicales están hartas de hacer números y decírselo. También anuncian un aumento de 1.222 plazas, cuando solo de enfermeras nos hacen falta 2000 plazas ya mismo. Se han ido eliminando plazas los años anteriores y a eso hay que sumarle las bajas y las jubilaciones, ya que cuando una persona se jubila, esa plaza se elimina. Este es el panorama tras una crisis sanitaria.
¿Creéis que esta degradación continua de la sanidad pública madrileña es un plan para favorecer la sanidad privada?
Totalmente, hay un interés económico tras la degradación de la sanidad pública. Muchas empresas sacan un rédito económico de la salud, hacen negocio con ella, y se hacen políticas que favorecen al capital privado. Se están haciendo contratos y dando servicios a empresas sin transparencia ninguna. La Fundación Jiménez Díaz, la Quirón y otras se están llevando millones de euros al año. Nosotros no estamos en contra de que exista sanidad privada, pero las Administraciones tienen que velar por la mejor calidad en la sanidad pública para los ciudadanos. Hay pruebas diagnósticas que no se realizan en la pública y se están derivando a la privada, incluso se han hecho anuncios de destinar más presupuesto para poder realizar más pruebas en la privada. Hay hospitales de gestión privada donde se destina dinero del presupuesto público, lo que cobra por paciente al año, por ingresos, por procesos, por lo que se le deriva… todo eso es negocio.
“Están haciendo una política que va en contra del bienestar de la población”
Madrid es la Comunidad Autónoma donde menos dinero por habitante y por año se destina a la sanidad pública. Al Partido Popular, que lleva 26 años gobernando, un servicio público de calidad no le interesa, les interesa hacer negocio. La salud no puede ser un negocio, es un derecho. Están haciendo una política que va en contra del bienestar de la población, acabando con el sistema sanitario.
¿Hay algún tipo de reunión con la Consejería de sanidad de Madrid?
Con las asociaciones vecinales y colectivos no existe ningún tipo de comunicación por parte de la Consejería, con los sindicatos sí se reúnen. Se sentaron el jueves en la mesa sectorial de negociación, pero no hay nada fructífero. Por nuestra parte, esta semana les vamos a enviar el correo haciendo la petición de reunión y para saber si nuestra exigencia de no cerrar los centros de salud se la han hecho llegar al Consejero.
¿Hasta cuándo seguiréis con las manifestaciones?
Se avecina un panorama muy duro en cuanto a activismo, de mucho trabajo. Vamos a seguir exigiendo que no se cierren los centros de salud y que el Plan de Mejora de la Atención Primaria lo sea, tanto en lo económico, como en lo material y lo laboral. Seguiremos con las movilizaciones, es una obligación como personal sanitario para proteger la salud de la ciudadanía.