Ernesto nos atiende junto a su mujer, Esperanza, en su casa de Galicia. Como todos los cubanos, vive las noticias de estos días con inquietud. Pero la suya es una opinión distinta a la que nos suelen mostrar de los cubanos fuera de la isla.
[NOTA: naturalmente, las opiniones del entrevistado no se corresponden necesariamente con la línea editorial de deverdaddigital]
En los últimos días, en la isla se están viviendo las protestas más grandes contra el gobierno desde el «Maleconazo» de 1994. Se nos dice que la gente que protesta contra el gobierno lo hace por dos grandes razones. Una, por el empeoramiento de las condiciones de vida -la pandemia, que se está cebando en regiones como Matanzas; las colas para conseguir alimentos; los cortes de luz- y otra, para exigir «libertad y democracia». Antes de entrar en las causas ¿cuál es la situación, para la gente, ahora mismo?
Yo hablo con mi familia en Cuba todas las semanas, incluso varias veces. Y te puedo decir que sí, que la situación es mala y ha empeorado. Un aspecto es la pandemia, que como en muchos países del mundo, está ahora haciendo estragos. Pero gracias al sistema de salud que tenemos allí, no ha sido un desastre como en otros países del entorno, se ha controlado bastante.
Y el otro aspecto es que las necesidades que lleva mucho tiempo teniendo el país se han incrementado. Hablo de necesidades de todos los insumos, de todos los suministros y productos básicos, no sólo de alimentos. Se ha incrementado la escasez que Cuba viene tiempo sufriendo. Y es cierto que cuando una sociedad sufre de todas esas carencias, y encima se intensifican, pues es el caldo de cultivo del descontento
Ante este agravamiento de las penurias para los cubanos, hay dos posiciones. Los que culpan al gobierno de Díaz-Canel, y los que responsabilizan de esto al bloqueo norteamericano, que fue reforzado por Trump en plena pandemia, y que Biden no ha relajado. ¿Cuál es tu opinión?
Yo no culpo al gobierno cubano de esas calamidades. Con la pandemia que es una cosa nueva, como cualquier otro país, una mayoría de cosas se han hecho bien, y se han cometido fallos. Yo creo que en lo que se refiere a la Covid, han hecho un 90% de cosas bien, han hecho un escudo social, han mantenido la salud pública. En Cuba tenemos una cobertura nacional sanitaria que ni pueden soñar no solo en otros países latinoamericanos, sino en EEUU o incluso en Europa. En Cuba se hacen esfuerzos por la salud pública que ni te imaginas. Ni la culpa tampoco la tienen los ciudadanos, millones de cubanos que respaldan las políticas del gobierno.
Pero en lo que respecta a la otra explicación, a la del bloqueo de EEUU, podríamos estar hablando horas y horas. Hay tantas y tantas formas en las que el bloqueo de Washington y sus aliados golpea a la vida de los cubanos que no sé ni por dónde empezar.
¿De qué forma el bloqueo ha contribuido, en el último año, al agravamiento de las penalidades?
El bloqueo es algo que venimos sufriendo desde hace 60 años, y ahora parece que hay gente que se está dando cuenta. Yo lo comparo con la Covid-19. Si fuera una enfermedad como la peste, que produce llagas y erupciones, la gente no podría ignorarla. Pero como no es tan llamativa para el que no la sufre, algunos se relajan y salen a divertirse sin precaución. Pues algo así pasa con el bloqueo.
Para los países que no lo sufren, el bloqueo es difícil de imaginar, pero para algunos cubanos que llevan toda su vida sufriéndolo ya han dejado de percibirlo, es como una parte del decorado.
Mucha gente, sobre todo jóvenes, han crecido con el bloqueo, se han acostumbrado a ese nivel de escasez que genera, a una sociedad en la que no hay mucho de nada, en la que hay carencias y carestía, aunque tampoco nadie se muere de hambre, ni tampoco hay grandes epidemias producto de la insalubridad, ni hay niños sin escuela o durmiendo en la calle como en toda Latinoamérica.
Pero en el momento en el que la combinación del recrudecimiento del bloqueo, junto al impacto de la pandemia, han multiplicado los padecimientos de la gente, entonces ha brotado el malestar, el descontento. Y dicen “¿cómo que el gobierno culpa al bloqueo, si yo hasta ahora no lo he notado?”. Muchos turistas vienen a Cuba y dicen: “¿cómo dicen que ustedes están bloqueados, si yo veo aquí a la gente más o menos bien nutrida y con un carácter muy jovial?. Si hubiera un bloqueo la gente estaría famélica y vistiendo harapos”.
¡Pues claro que hay bloqueo, y llevamos muchas décadas trampeándolo como podemos, con inventivas de todo tipo por parte de la gente, con lo que tenemos a mano! Los EEUU nos han impuesto un bloqueo financiero, un bloqueo tecnológico, un bloqueo en los servicios, bloqueo en la comida y en los productos básicos, bloqueo en el suministro de petróleo del que depende la producción de electricidad. ¿Cómo no van a haber cortes de luz? En Cuba se había resuelto los apagones crónicos, y ahora han vuelto.
Para los países que no lo sufren, el bloqueo es difícil de imaginar, pero para algunos cubanos que llevan toda su vida sufriéndolo ya han dejado de percibirlo, es como una parte del decorado.
El bloqueo lleva 60 años, luego se intensificó con la Ley Helms-Burton en EEUU, luego Obama empezó a relajarlo y Trump lo volvió a recrudecer, llegando incluso a los medicamentos en medio de la pandemia. Bloquearon diferentes compras de suministros sanitarios, incluso de respiradores. Ha habido varias iniciativas en la ONU para quitarlo, apoyadas por muchísimos países, que han sido vetadas por EEUU, con el respaldo de Israel.
Además del malestar por la escasez, se levantan consignas de “libertad y democracia” ¿Hay, a tu juicio, suficiente democracia y libertad en Cuba?
Sí, a mi juicio hay suficiente democracia y libertad en Cuba, aunque eso sea difícil de entender para quien vive en un país capitalista. En Cuba solo hay un partido, cierto, pero la gente vota todos los organismos del poder popular. Los cargos de la administración son elegidos por la gente, con comicios, desde hace años. Y eso Cuba lo ha explicado desde hace tiempo, pero la información global está en manos de EEUU y de los medios de comunicación afines.
En torno al tema de los derechos humanos en Cuba hay un doble rasero tremendo. Alli nadie tiene que perder el sueño porque el banco lo va a desahuciar, ni porque le van a cortar la luz, ni porque tiene que elegir entre llenar la nevera y poner la calefacción. ¿Eso no son derechos humanos?
Pero yo creo que en torno al tema de los derechos humanos en Cuba hay un doble rasero tremendo. Porque ¿qué derechos humanos cogemos como referencia? Es cierto que en España, tenemos derechos que en Cuba no. Pero en Cuba ningún ciudadano tiene que perder el sueño porque el banco lo va a desahuciar por no poder pagar la hipoteca, ni porque Endesa le va a cortar la luz, ni porque tiene que elegir entre llenar la nevera y poner la calefacción en invierno. En Cuba no hay abundancia, no hay lujos, pero no hay hambre. Que esas necesidades básicas estén cubiertas ¿no son derechos humanos?
En Cuba no hay niños tirados por la calle, al contrario que en toda Centroamérica, donde la desesperación de la gente por escapar de la miseria les lleva a emigrar a EEUU, incluso a dejar a los menores solos en la frontera para darles un futuro mejor. ¿Esa miseria no es falta de derechos humanos?
En Cuba la gente no tiene que perder el sueño por su asistencia sanitaria, porque es universal, gratuita y de calidad. En EEUU hay un paciente que tras sobrevivir al coronavirus ha recibido una factura de 181 páginas y un millón de dólares. ¿Eso son derechos humanos?
Los medios nos muestran las miles de personas de las manifestaciones de opositores al gobierno, pero poco o nada de las miles de personas que también están habiendo para defenderlo. ¿Qué sabes de eso?
Cuando hay manifestaciones de disgusto en la calle, muchos de ellos están provocados. La gente no sabe el poder de intervención que, dentro de Cuba, tienen los EEUU. Tienen muchas organizaciones, mucha gente comprada, que se dedican a captar a todo el que encuentran en contra del gobierno, de la revolución. Los captan y les dan, además de dinero, planes de trabajo para que formen grupos minúsculos, alborotos y montajes. Lo que están haciendo es utilizar el descontento de la gente para intentar tirar al gobierno.
Algunas manifestaciones de descontento no serán montajes, y por supuesto yo no te puedo asegurar que entonces no haya agentes de la policía que se extralimiten, que cometan abusos. También eso ocurre en España. Y estoy seguro que si se producen esos abusos, también hay funcionarios que son sancionados.
Desde hace 60 años, los EEUU intentan asfixiar a la revolución cubana, que no cunda el ejemplo en el resto del mundo. Hay pocos sitios en el mundo donde no manden los norteamericanos, y Cuba es uno de ellos, pero con el añadido de que lo tienen en las narices.
¿Pero que pasa? Que ahora todos los telediarios de España abren con los abusos de la represión en Cuba, pero no dijeron nada de los 60 muertos por la violencia policial que llevan las protestas en Colombia, y de las decenas de desaparecidos tras ser detenidos allí
¿Consideras que -más allá de los contrarevolucionarios que hay en las protestas- hay una parte de justicia en las demandas de la gente que ha salido a protestar? ¿Debe ser compatible defender la independencia de Cuba y la denuncia de las agresiones yanquis con criticar la política del gobierno o exigir libertades y derechos civiles?
Si te soy sincero, yo esto lo comparo con lo que sucede en una familia. Donde ahora, por ejemplo con la pandemia, la madre le dice al hijo que no puede salir, por la quinta ola, y el hijo se rebela. Es cierto que, en Cuba, por la revolución, hemos perdido algunos derechos y libertades. Eso es innegable. Pero se ha hecho por sobreproteger a la sociedad. Y también ha pasado que con el fortalecimiento del socialismo, en Cuba se han ido recuperando derechos civiles, y en eso seguimos. Y claro que creo que en Cuba hay derechos civiles que deben de revisarse al alza, cómo no.
Como cubano que llevas mucho tiempo en España, te habrás dado cuenta de que lo referente a Cuba, lo mismo que a Venezuela, provoca un debate político feroz y polarizante, donde algunos partidos agitan la exigencia de los derechos humanos con una vehemencia que no vemos cuando se violan en Colombia, Chile o Brasil, por ejemplo. ¿Por qué crees que es?
Como ya te he dicho antes, el uso que hace EEUU y los países aliados de los “derechos humanos” es un truco, una hipocresía. Y desde hace 60 años, los EEUU intentan asfixiar a la revolución cubana, hacer que se hunda, que fracase, que no cunda el ejemplo en el resto del mundo. Hay pocos sitios en el mundo donde no manden los norteamericanos, y Cuba es uno de ellos, pero con el añadido de que lo tienen en las narices. No perdonan a Cuba que siga en pie, desafiante.