In Memoriam

Hasta siempre, Camarada Jara

Jara como esa planta, aparentemente ruda, tan común en los campos de tu Murcia querida, indoblegable ante las dificultades, pero con un corazón tan grande y generoso como sus flores.

De forma inesperada, hace unos días nos ha dejado Concepción Hernández Monpeán, la “camarada Jara”. Una dirigente histórica de Unificación Comunista de España. Hay “muertes que pesan más que una montaña” y esta es una de ellas.

Te acabas de ir y ya te echamos de menos, no solo quienes te conocimos cuando, estudiante de medicina, te hiciste comunista, sino las generaciones que te han conocido en la lucha de cada día dejando un recuerdo imborrable de militancia comunista desde Murcia a Huelva, Zaragoza o Madrid…, en todos los rincones de España donde ha llegado UCE.

Por tus valiosas contribuciones al partido, organizando nuevos comunistas o dirigiendo la difusión de la prensa del partido como una cooperativa socialista.

Y especialmente por tu entrega sin condiciones, servicio a pueblo y a los ideales revolucionarios. “Camarada Jara” tu nombre de ‘guerra’ en los coletazos del franquismo.

Jara como esa planta, aparentemente ruda, tan común en los campos de tu Murcia querida, indoblegable ante las dificultades, pero con un corazón tan grande y generoso como sus flores.

En tus 45 años de militancia participaste en todas en las luchas por la libertad y la democracia contra el terrorismo; en el movimiento contra la guerra y las luchas contra los recortes desde Recortes Cero y por la redistribución de la riqueza.

En los movimientos de lucha por las pensiones, para blindarlas en la Constitución, o contra la violencia machista y por los derechos de las mujeres.

En nuestra memoria quedarás como una de las personas imprescindibles al servicio del pueblo, como diría Bertolt Brecht.

Y en tu ausencia recordamos los versos de “Hojas de Hierba” que leímos contigo:

Camarada.

Confieso que te he apremiado

a avanzar conmigo hacia adelante,

y que te apremio aún,

sin la menor idea de cuál será nuestro destino.

Si saldremos victoriosos,

o si seremos totalmente derrotados y vencidos