Por su parte, la «biblia financiera» de la City de Londres, el Financial Times, citaba recientemente las conclusiones del grupo de previsión Oxford Economics, en las que el ‘thin-tank’ afirma que «un análisis en profundidad» de las encuestas de opinión de cara a las elecciones generales de Grecia el 25 de enero, demuestra que el partido radical Syriza está en camino de ganar un «mandato claro para presionar contras las políticas de austeridad». ¿Se preocuparán ahora los alemanes, se preguntaba el diario británico?
El análisis de Oxford Economics muestra que el apoyo a Syriza es suficiente para asegurar una mayoría viable en Grecia. Obtener aproximadamente un 36% en la votación final es el umbral más allá del cual un fuerte gobierno anti-austeridad es plausible. Los resultados en las encuestas de Syriza han sido consistentes con esto en cada uno de los últimos 20 sondeos de opinión, con más del 40% de los votos en promedio en los últimos cinco. «Ni a Syriza ni al pueblo griego les están impresionando las amenazas que llegan desde Berlín» A medida que se desarrolla la campaña, el líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha ido avanzando los dos puntos fundamentales en torno a los cuales se articularía su futuro gobierno. En primer lugar, lanzando una dura andanada contra la canciller alemana Angela Merkel y el ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, Tsipras ha dicho que su partido revertirá las políticas de austeridad impuestas por el rescate de la troika. “La política de austeridad es tan irracional como destructiva”, afirmó. En segundo lugar, Syriza exigirá una importante quita de la deuda griega, negociando para ello “una Conferencia Europea sobre la Deuda, que tome como referencia la Conferencia de Londres de 1953 que facilitó la recuperación alemana en la posguerra”. No es posible que Grecia pague su deuda, ha dicho Tsipras, “sin una reestructuración audaz”. Visto el desarrollo de las encuestas a tan sólo 9 días de las elecciones, parece que ni a Syriza ni al pueblo griego les están impresionando las amenazas que llegan desde Berlín sobre la expulsión de Grecia de la zona euro. En primer lugar porque tal posibilidad no está contemplada en ningún Tratado de la Unión. Pero sobre todo porque son conscientes de que quien más tiene que perder con una salida desordenada del euro de Grecia son los bancos alemanes, que concentran ellos solos más de la mitad de la exposición que la banca europea tiene a la deuda griega. Las amenazas de Merkel a Grecia ante una posible victoria de Syriza no son, en este sentido, más que parte de la campaña del miedo con la que tratan de atemorizar a los votantes helenos para impedir a cualquier costa un resultado que, de producirse, sacudiría todo el tablero europeo, daría alas a las fuerzas antihegemonistas que pugnan por surgir por toda Europa y la obligaría a ella misma a tener que sentarse a negociar una solución a la insufrible situación a la que han conducido con su política de intervención y saqueo al pueblo griego.