Sumándose a una poderosa corriente de países africanos

Ghana toma el control de su minería de oro

África se sacude las cadenas del expolio y la dominación imperialista. Y no hay fuerza sobre la Tierra capaz de revertir esta corriente. Ahora es el turno de Ghana, que recupera el control de su minería de oro

La poderosa corriente soberanista que ahora mismo recorre África -con cada vez más gobiernos recuperando el control de sus riquezas minerales para usarlas en beneficio de su propio desarrollo- no deja de avanzar.

Ahora es el turno de Ghana, en el África subsahariana. Siendo el primer productor de oro de todo el continente, y sexto del mundo, hasta ahora había percibido un mínimo beneficio por el comercio de este metal precioso. Por eso el nuevo gobierno ghanés ha prohibido a ciudadanos y empresas extranjeras participar en su mercado de oro, y ha creado una empresa pública -Goldbod- que canalizará y controlará el comercio aurífero.

La minería de oro es el motor económico de Ghana. Es el primer productor de África y sexto del mundo. Prácticamente la mitad de los ingresos generados por sus exportaciones proceden de este metal -unos 11.600 millones de dólares en 2024- según las cifras facilitadas por el propio Gobierno- y la industria aurífera emplea a cientos de miles de trabajadores.

Y sin embargo, a pesar de sus enormes riquezas minerales, hasta ahora Ghana sólo ha obtenido a cambio miseria y desastrosas consecuencias económicas, sanitarias y medioambientales para el país y la población. Las distintas corporaciones mineras extranjeras hacen y deshacen a su antojo, o se apoyan y fomentan una minería artesanal, conocida como «galamsey», que además de implicar la más salvaje explotación laboral y de no cotizar en las arcas públicas, tiene un grave impacto en el medio ambiente y en la salud, ya que usa métodos basados en el uso de metales pesados o compuestos tóxicos -como el mercurio, el cianuro o el plomo- para separar el mineral.

Hasta ahora había 61 exportadores autorizados en todo el país que estaban obligados a repatriar el 81% de sus ingresos dentro de los 30 días siguientes a la exportación, pero la mayoría incumplían flagrantemente la ley, y el dinero acababa fuera del país.

Pero ahora el nuevo presidente de Ghana -John Dramani Mahama- elegido el pasado mes de diciembre, ha decidido acabar con este expolio. Lo que ha decretado no es exactamente una «nacionalización» de la minería del oro, pero se le parece, porque implica un férreo control nacional sobre esta industria, y significa que se rompen los contratos con las empresas auríferas extranjeras que operaban en Ghana. Ahora deberán adaptarse a la ley y trabajar según las nuevas condiciones, o quedar fuera.

A partir de ahora, toda la actividad aurífera del país estará controlada por la empresa pública Junta de Oro de Ghana (Goldbod), lo que implica una transformación radical de toda la industria. Las empresas extranjeras tienen hasta final de mes para negociar y renovar sus licencias.


Una decena de países africanos han tomado medidas para recuperar el control de sus recursos naturales.

Goldbod canalizará y fiscalizará todo el comercio de oro de Ghana. Se convierte en “el único comprador, vendedor, tasador y exportador de todo el oro producido por el sector de la minería artesanal y en pequeña escala con licencia”. Las nuevas licencias de explotación sólo se adjudicarán a empresas 100% ghanesas o con un 51% de capital nacional. Toda empresa o particular que compre oro debe hacerlo en la moneda local, el cedi, por un precio aprobado por el banco central ghanés y a través siempre de Goldbod. Esto fortalecerá a la moneda ghanesa y reducirá drásticamente la dependencia del dólar.

A través de la empresa pública, el gobierno de Ghana impondrá sus políticas laborales y medioambientales a la minería del oro. Toda la actividad será supervisada por Goldbod, que establecerá normas sobre la calidad, pureza y peso del oro exportado, concederá licencias a refinerías y transportistas, velará para que las actividades sean ambientalmente sostenibles y combatirá el contrabando.

Con un comprador único -Goldbod- “queremos que cada onza de oro beneficie a los ghaneses y no escape por las rendijas del contrabando”, ha enfatizado el gobierno. Controlar el oro le dará un impulso al recién formado de gobierno de Ghana para salir de una crisis económica que dura décadas.

La audaz y resuelta decisión del gobierno de Ghana se suma así a una poderosa e imparable corriente de países africanos que están recuperando el control de sus riquezas minerales, tanto del oro como de otros muchos recursos: Burkina Faso, Senegal, Mali, Niger, Zambia, Tanzania, Nigeria, Zimbabwe…

África se sacude las cadenas del expolio y la dominación imperialista. Y no hay fuerza sobre la Tierra capaz de revertir esta corriente.