Movilizaciones

Gente sin casa, casas sin gente

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca se ha convertido en un movimiento consolidado e imparable

La crisis está dejando sin casa a unas 200 familias diarias en nuestro paí­s ¿Quién no tiene un vecino o un conocido, que no haya padecido un desahucio en los tres últimos años? Desde que empezó la crisis se han producido más de trescientas mil ejecuciones hipotecarias en España. Cada desahucio afecta no a una persona, normalmente a todo un núcleo familiar y, a veces, a más puesto que los avalistas suelen ser los padres.

Lo que empezó como una humilde experiencia de auto organización en Barcelona hace dos años y medio, ha tenido un auge en pocos meses que lo han convertido en un movimiento consolidado e imparable. Así autodefine la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) su evolución.

«La crisis está dejando sin casa a unas 200 familias diarias» Se declaran apartidistas, independientes y con un carácter gratuito, horizontal, plural y transparente de su movimiento. Uno puede formar una PAH local en su barrio o pueblo si mantiene estos puntos. Para Ada Colau, portavoz de la Plataforma en Barcelona, el auge extraordinario del movimiento ha tenido un combustible particular, “el movimiento del 15-M ha hecho que mucha gente se movilice a nivel local y eso ha hecho que se formen muchas plataformas locales”. Antes de la manifestación del 25 de septiembre celebraron el primer encuentro con 30 de las 40 Plataformas existentes donde se han definido los ejes del trabajo.Tres ejesEn primer lugar, la lucha por la reforma de la Ley Hipotecaria para que se contemple la dación en pago (con la entrega del piso la deuda con el banco quedaría saldada) y muchas familias tendrían una segunda oportunidad como ocurre en toda Europa, menos aquí. En segundo lugar, no tiene sentido que miles de familias se queden en la calle mientras los bancos se quedan con miles de pisos vacíos para volver a especular con ellos. Junto a la exigencia de la dación en pago se trata de parar los desahucios, “stop desahucios”, que haya una moratoria de los desahucios mientras dure la crisis, y que las familias puedan seguir residiendo en sus pisos en régimen de alquiler social, es decir, pagando menos del treinta por cien de sus ingresos familiares. Que pierdan la propiedad si no pueden seguir pagando la hipoteca.

La campaña “stop desahucios” lleva más de 70 desahucios paralizados en toda España y, según Ada: “desde su puesta en marcha en noviembre de 2010, ha forzado al poder judicial a desarrollar un alto grado de creatividad para hacer llevar a cabo los desahucios parados. En lugar de poner un día y una hora concretas para la expulsión de los inquilinos, ponen fechas abiertas que llegan a abarcar una semana entera. Así evitan que la gente se pueda concentrar. En respuesta, en Terrassa inauguraron nuevas formas de lucha: una acampada de una semana de duración logró que el banco se echara para atrás y aceptara el régimen de alquiler para una familia”. Además, la Plataforma se ha lanzado a la “recuperación ciudadana” de las viviendas (embargadas), cuando se agotan todos los cauces legales para que familias vulnerables, que no pueden pagar (no que no quieren) y a las que tampoco se las realoja por falta de vivienda pública, no queden en la calle. Tomar la calle: ¡sí se puede!El pasado Domingo 25 de septiembre, la PAH tuvo una exitosa puesta de largo en toda España. Decenas de miles de personas se manifestaron en distintas ciudades en favor de un cambio normativo que frene el goteo de desahucios que está causando la crisis económica y en defensa del derecho constitucional a una vivienda.Fueron convocadas en 41 poblaciones por “el Derecho a la vivienda: dación en pago retroactiva, stop desahucios y alquiler social ya!” y se adhirieron movimientos sociales como el 15-M o Democracia Real Ya. Marcharon envueltas en un halo de optimismo porque hacía escasamente diez días la Mesa del Congreso había aceptado a trámite, hacía diez días, la Iniciativa Legislativa Popular por la dación promovida por diferentes entidades vecinales, sindicales y sociales. El lema de la marcha era un rotundo ¡Sí se puede! ante la evidencia de que la presión social ha conseguido desbloquear la ya llamada “ILP de la Vergüenza”, bloqueada en el Congreso desde finales de Marzo. La recogida de las quinientas mil firmas se iniciará en breve, tan pronto como el Senado de su visto bueno y la junta electoral central valide y sellar los pliegues de las hojas de recogida de las firmas. Mientras tanto, en la página web del movimiento uno puede encontrar una retahíla de direcciones con fecha y hora para ir a detener los deshaucios. Los tres últimos del mes de septiembre han sido paralizados. CifrasLa protesta más nutrida se registró en Barcelona, donde se concentraron a unas 4.000 personas, que airearon consignas contra la actual Ley Hipotecaria y en favor de la dación en pago; es decir, que la deuda se extinga con la entrega al banco de la vivienda. La manifestación transcurrió entre pancartas y consignas contra los bancos y cajas. Iban muchos afectados con sus casos resumidos en carteles y tras la lectura del manifiesto de la manifestación se hicieron llamamientos a participar en las concentraciones para detener desahucios en al menos dos sitios. «España es uno de los países donde más se vulnera el derecho a una vivienda (ONU)» En Madrid, la plataforma logró reunir a unos 2.000 manifestantes, que recorrieron el tramo que existe entre la plaza de Cibeles y la puerta del Sol. Los asistentes marcharon acompañados por los tambores de una batucada y animados también por la música y las consignas que salían de los altavoces del camión que abría la manifestación. “Aquí está / la cueva de Alí Babá», corearon a su paso por Banco de España, en la céntrica plaza de Cibeles, informa Carmen Pérez Lanzac.

En la Comunidad Valenciana hubo protestas en Valencia y en Alicante. Entre 2.000 y 2.500 personas recorrieron calles de la capital valenciana, y también dirigieron su indignación hacia los bancos que se toparon en el camino. Entre los indignados, estaba Juan Coperías, de 47 años, que perdió su negocio/vivienda, un hotel rural en Ciudad Real, tasado en un millón de euros hace solo unos años. Ahora, los bancos le han subastado todo por 300.000 euros, y él sigue debiéndoles otros 400.000. “Ni en tres vidas lo podré pagar”, se lamentaba, informa Federico Simón. Dentro de Andalucía, fue Granada, con medio millar de personas, la ciudad que congregó mayor número de personas.A los manifestantes se unió ayer un comunicado de la asociación progresista Jueces para la Democracia (JpD), en el que se denuncia el actual trato de favor de la ley a los bancos, aboga por la dación en pago y, además, reclama la aprobación de una ley que regule el sobreendeudamiento de familias y pequeños empresarios. JpD expresa en la nota su “preocupación” ante los crecientes desalojos por impagos de hipotecas.