Se cumple un año del inicio de la brutal ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza, en la que las tropas sionistas han perpetrado innumerables crímenes de guerra. Estos son algunos números y cifras para ilustrar la inhumana hondura de un genocidio perpetrado a la vista de toda la comunidad internacional, y sostenida gracias a la impunidad que le confiere a Israel ser el brazo armado del poder de EEUU en Oriente Medio.
Aunque los muertos oficialmente contabilizados superan los 41.000, si tenemos en cuenta los cadáveres de las personas desaparecidas bajo los escombros, la cifra real supera los 49.000 gazatíes asesinados, el 90% de ellos civiles, incluyendo a 16.000 niños y 10.400 mujeres. Además hay que sumar más de 94.000 heridos.
El 10% de la población ha sido masacrada, gravemente herida o está desaparecida bajo los 40 millones de toneladas de escombros a la que las 80.000 toneladas de explosivos lanzados por Israel (cuatro bombas atómicas) han reducido la Franja de Gaza. El 90% de los gazatíes son ahora desplazados internos en un mar de ruinas, y la hambruna afecta al 96% de los habitantes.
Atacándolos deliberadamente, Israel ha asesinado a 172 periodistas y a 523 trabajadores sanitarios, hiriendo a otros 717. Ha dañado más de 516.000 edificios residenciales, el 89% de los 36 hospitales de la Franja, ha bombardeado 489 escuelas y 203 refugios, además de campamentos de tiendas de campaña.
Las acciones de Israel están siendo juzgadas bajo la acusación de genocidio por la Corte Penal Internacional, incluyendo delitos como asesinatos en masa, uso del hambre y la sed como arma, imposición deliberada de condiciones de vida inhumanas, desplazamientos forzados, detenciones y torturas masivas e incitación pública al holocausto, entre otros muchos crímenes de guerra.