La tarde del sábado y del domingo, 18 y 19 de mayo, el paseo Independencia, calle principal del centro de Zaragoza se llenó de ambiente y colorido. Esta feria está encuadrada dentro de las actividades programadas durante el «mayo global» que el Movimiento 15M está realizando por todo Aragón y que culminará con la manifestación del 1 de junio, convocada con el lema pueblos unidos contra la troika.
A pesar del mal tiempo, a las seis en punto de la tarde se empezaron a instalar las primeras mesas y en pocos minutos el paseo se convirtió en lo que se pretendía, una feria de ideas donde cada organización informaba a los zaragozanos de sus propuestas.
Las había de todo tipo, los animalistas repartían folletos contra el comercio de animales, CC.OO por su parte hacía campaña para conciliar la vida personal, familiar y laboral, mientras en sus altavoces sonaba el abuelo Labordeta.
Izquierda Unida pedía la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas, los miembros de la marea verde informaban de los recortes en educación y los de la marea azul de la más que posible privatización del agua, tema sensible aquí en Aragón.
Los más combativos, los miembros del movimiento de jubilados indignados que con una pequeña mesa de camping recogieron 900 firmas para exigir un referéndum en defensa de las pensiones dentro de la campaña iniciada a nivel estatal por la Mesa Estatal por el referéndum de las Pensiones (MERP). «Los miembros del movimiento de jubilados indignados recogieron 900 firmas para exigir un referéndum en defensa de las pensiones»
En la misma línea trabajaron los militantes y amigos de Unificación Comunista de España, también recogiendo firmas, ya que forma parte de la MERP, repartiendo sus publicaciones y hablando con la gente, difundiendo sus alternativas.
Unidad. Golpear en un mismo punto.
Está muy bien que el 15M fomente que las distintas organizaciones defiendan y difundan sus puntos de vista, sus diferentes alternativas ante los recortes y el saqueo al que nos están sometiendo, pero sería muy importante que se buscara un punto de unidad para que todos golpearan a la vez en un mismo punto. Ese punto débil es la reforma de las pensiones, apetitoso bocado para los buitres del FMI y de la UE, que ya vuelan sus aseguradoras privadas sobre nuestros maltrechos bolsillos, pero que, a su vez, afecta a prácticamente toda la población, afecta por igual a los vegetarianos y a los carnívoros, a los comunistas y a los anarquistas, a los animalistas y a los taurinos, a los jóvenes y a los jubilados, a los socialistas y a los populares. Por eso es su punto más débil.
Si cada organización fuera capaz de defender en primer lugar las pensiones, que es la batalla política que se va a librar en los próximos meses, sin dejar, por supuesto, de lado sus otras alternativas, y hubiera una unidad en torno a este tema, esta batalla se podría ganar, porque no se puede hacer nada contra el noventa por ciento de la población de un país. Campaña que además fortalecería a esas mismas organizaciones porque debilitaría al bipartidismo que defienden que las pensiones hay que reformarlas porque no dan más de sí.
Simplemente hay que apoyarse en la gente y partir de su capacidad de movilización y lucha, porque si hemos sido capaces de plantarle cara al imperio romano, de expulsar a los franceses en la guerra de la Independencia y de frenar durante tres años al fascismo internacional apoyado por las principales potencias en 1936, ¿cómo no vamos a luchar contra la Troika, la Merkel o el FMI y defender nuestros intereses que sabemos son antagónicos a los suyos?