40.000 extremeños se manifiestan por un tren digno. No es simplemente una cuestión de calidad de vida. Nadie puede negar el carácter fundamental del transporte, no ya sólo para el turismo y el comercio, sino para abrir las infinitas posibilidades industriales que tiene para Extremadura y nuestro país.
Actualmente, los trenes que recorren los 400 kilómetros de distancia entre Madrid y Badajoz tardan seis horas o más en realizar el trayecto. Mientras tanto, el viaje de Sevilla a Mérida (190 kilómetros) tarda cuatro horas en hacerse, eso si no hay demoras. Esta clara lentitud se debe al enorme envejecimiento y precariedad a la que se ha sometido el trasporte de tren en la comunidad extremeña.
En Extremadura no hay una sola vía de tren que funcione con electricidad. Los trenes van con diésel y no existen ni el AVE, ni el Alvia, siendo la única Comunidad Autónoma que carece de trenes de larga distancia. Las vías de tren son extremadamente viejas, el 15% de las traviesas de madera de las vías tienen su origen en el siglo XIX. Las averías son constantes, una cada once horas, según la Junta de Extremadura, y los retrasos van de 20 minutos hasta las cuatro horas. Además, Extremadura carece de talleres, por lo que cada vez que hay que arreglar un tren, tiene que ser llevado hasta Madrid.
Por todas estas razones, los extremeños llevan protestando y movilizándose durante meses. Y su última acción ha sido manifestarse en Madrid. Se concentraron desde primera hora de la mañana. Se fletaron 300 autobuses venidos de todos los rincones de Extremadura, más los que también acudieron residentes en Cataluña o Euskadi. Un grupo numeroso, en el que se encontraba el Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, partió desde Atocha hasta llegar a la Plaza de España.
La plaza se inundó de banderas de Extremadura. También hubo banderas españolas y pancartas con mensajes como «Un tren que toda la ciudadanía extremeña pueda permitirse» y «Un tren con infraestructuras del siglo XXI y no del XIX».
Durante la concentración, el novelista Jesús Sanchez Adalid y la periodista Pepa Bueno leyeron el Manifiesto en Defensa de un Tren Digno, donde se afirma que “esta reivindicación es justa, necesaria para el desarrollo de Extremadura y avalada por todos los extremeños». No es sólo una cuestión de calidad de vida. Nadie puede negar el carácter fundamental del transporte, no ya sólo para el turismo y el comercio, sino para abrir las infinitas posibilidades industriales que tiene para Extremadura y nuestro país.
Extremadura no lucha sola
Extremadura no es la primera Comunidad Autónoma que decide acudir a Madrid para exigir una necesaria mejora en sus infraestructuras, para mejorar sus condiciones de vida y por su propio desarrollo. Murcia y Linares están siendo también ejemplos de lucha popular.
El 28 de Octubre acudieron a Madrid miles de ciudadanos murcianos (7.000 según la convocante Plataforma Pro-Soterramiento), manifestándose desde el Paseo de Recoletos hasta el Ministerio de Fomento.
Su objetivo era lograr el soterramiento de la línea de tren AVE, que amenazaba con partir literalmente a la ciudad en dos, como prácticamente ya ha pasado en ciudades como Valladolid. No ha sido una manifestación espontánea y única. Llevan 20 años peleando, desde que el PP prometiera el soterramiento en 1995. Y ahora están logrando que el gobierno empiece a hacer algunas concesiones al respecto. Pero no es suficiente y siguen en la lucha con movilizaciones y manifestaciones que aún continúan en Murcia.
Mientras, el 14 de septiembre, entre 30.000 y 40.000 ciudadanos de Linares salieron a la calle para reclamar soluciones a la que es la ciudad con más paro de España, un 44’5% según la EPA, y con mayor número de personas en riesgo de exclusión social . Todo eso en la que fue la segunda ciudad más industrializada de Andalucía. A día de hoy, la Plataforma “Todos a una Por Linares” sigue luchando para garantizar un proyecto para la reindustrialización de la ciudad.
Estas luchas las une la determinación constante en cada ciudad o región por mejorar su bienestar, sus condiciones de vida y un futuro mejor. En Extremadura, por un transporte moderno al servicio de la comunidad. En Murcia, para que no partan la ciudad en dos. Y en Linares por la reindustrialización de la comarca y la creación de empleo. Luchas que son un ejemplo a seguir.