Lo segundo es denunciar el constante expolio del patrimonio público que ha significado Canal 9, utilizado como medio de propaganda por los diferentes gobiernos de turno (como el resto de televisiones publicas en su inmensa mayoría) pero a la vez como un coladero del dinero publico en contratos como la Formula 1 de 22 millones de euros (IVA no incluido), y en externalización de programas pagada a precio de oro a productoras exteriores como los 60000 euros que cobraba Julian Lago cada vez que intervenía en una tertulia. El resultado de eso ha sido una deuda acumulada de 1217 millones.
Según el informe de la Sindicatura de 2011, RTVV contaba con una plantilla de 1.770 trabajadores, de los que apenas un millar habían entrado por oposición. En ese momento había 112 directivos y 36 personas de «extraplantilla», contratados como asesores aunque no ejercieran estas funciones. En los años 90 funcionaba con 670 profesionales.«Solo con medios independientes económicamente y en manos del pueblo podremos romper este cerco» El cierre de RTVV viene precedido de un ERE, que el TSJ Valenciano había tumbado. Según el fallo «hubo una evidente y clara alteración de los listados y de los propios criterios de designación precedentemente delimitados y aprobados», y que califica de «ambiguos, subjetivos y genéricos», pasando a aplicarse «otros distintos». Por ello, aprecia «irregularidades importantes». El ERE afectaba a 1200 de los 1800 trabajadores y tuvieron que reformularlo ante chapuzas como no dejar suficientes técnicos para operar el canal. Es evidente que el cierre era una estrategia ya preparada y puede que ocurra con mas televisiones publicas.El cierre de Canal 9 tiene ya un precedente, el cierre de la televisión publica griega impuesto por la troika. Es un nuevo expolio al patrimonio publico pues pone un instrumental y una capacidad de emisión así como una serie de frecuencias, valorado todo ello en miles de millones a disposición del mejor postor. No solo es un bocado millonario, también una expendida arma de comunicación y formación de masas que seguramente pasara a algún monopolio privado.Y ahí encontramos su principal objetivo, no es que RTVV sea inasumible, no es que falte dinero, (simplemente con el que se ha regalado a la banca se podría mantener). Es un nuevo paso en la concentración y monopolización de la comunicación en España. Un pequeño puñado de monopolios controlan la información en España usándola como arma de control social.Mas allá de pedir que no se cierre Canal 9, es hora de plantar cara al verdadero problema, la monopolizacion de la información en España. Una alternativa es una ley contra la monopolizacion de la información como la existente en muchos países como Argentina o Ecuador que garantiza espacio para el desarrollo no solo de medios públicos y privados, sino a los medios comunitarios independientes. Solo con medios independientes económicamente y en manos del pueblo podremos romper este cerco.