Cine con alma de serie, la saga de «Los casos del Departamento Q» ha convertido a Dinamarca en la capital del crimen.
Expediente 64 es la última entrega de la saga cinematográfica “ Los crímenes del departamento Q” basada en los libros de Jussi Adler-Olsen, la saga criminal más popular de Dinamarca.
Tras Misericordia, Profanación y Redención Expediente 64 pone al detective Mørck y su inseparable compañero Assad ante un nuevo y complicado caso.
Tras una pared falsa tres cadáveres momificados alrededor de una mesa, y un asiento libre. Un morboso crimen que conduce a Carl Mørck y a Assad a un viaje al pasado de la historia reciente de Dinamarca. La terrorífica escena del crimen les lleva a investigar el «Expediente 64» sobre las desapariciones de varias personas en 1987. Las pistas los conducirán a la isla de de Sprogø , una cárcel de mujeres que realmente existió y operó desde los años 20 hasta principio de los sesenta.
Adler-Olsen novela en Expediente 64 cómo la eugenesia se aplicó en Dinamarca como parte de la “reforma social” a través de una red de instituciones similares a Sprogø. «Se cree que el asunto de la limpieza étnica lo inventaron los nazis, pero no fue así. Lo inventamos nosotros, los escandinavos», afirma el escritor, hijo de psiquiatra, que recuerda haber pasado junto a la isla de niño .
Expediente 64 es un thriller político que a través de la investigación de un terrorífico crimen revela los crímenes de Estado contra las mujeres de las admirada socialdemocracias escandinavas que esterilizaron hasta los 70 a miles de mujeres por razones ideológicas, morales o raciales como parte de la “reforma social”.
Cine con alma de serie, la saga de Los casos del Departamento Q han convertido a Dinamarca en la capital del crimen. Producida por Nordisk Film; dirigida por el danés Christoffer Boe y escrita por Mikkel Nørgaard director de las mejores series danesas de la última década, Forbrydelsen y especialmente Bron y la aclamadísima Borgen.
La paradoja nórdica
Lo genial de Expediente 64 es que resuelve la “paradoja nórdica”: la mayor “igualdad de género” con los más altos índices de violencia de genero europeos. Y es que Dinamarca, Finlandia y Suecia son los países europeos más violentos contra las mujeres. Entre el 46 y el 52% de la nórdicas femeninas asegura haber sufrido abuso desde los 15 años. Resulta sorprendente que investigadores y psicólogos sociales no encuentren respuesta a la violencia estructural contra las mujeres en los países escandinavos en su historia más reciente. Deberían leer más novela negra.
La saga Milenium causo destrozos a la socialdemocracia sueca cuando Stieg Larson publicó “ Los hombres que no amaban a las mujeres” un retrato familiar sobre un mitológico clan del capitalismo escandinavo que, además de a los negocios, se dedica a asesinar mujeres. Largsson hizo una radiografía sobre la naturaleza de la clase dominante sueca, sobre la socialdemocracia, sobre el machismo y sobre la opresión de las mujeres en la sociedad sueca.
Los arquitectos del estado de bienestar sueco defendieron la esterilización de miles de mujeres durante tres décadas para reducir la “necesidad”.
La eugenesia no sólo la aplicaron los régimen totalitarios. Uno de los principales defensores fue Karl Steincke, padre del Estado de bienestar danés. Los principales eugenetistas noruegos eran socialdemócratas. La eugenesia, estuvo en vigor, no solamente en el Tercer Reich, sino también en el mundo nórdico y anglosajón. Suecia esterilizó a 70.000 mujeres en tres décadas. La eugenesia fue adoptada también con entusiasmo por Tommy Douglas, pionero de la democracia social canadiense en Manitoba, por los socialistas Fabianos en el Reino Unido, o por los progresistas estadounidenses, todos ellos partidarios de «con ayuda de la ciencia» aplicar el programa social.
Expediente 64 puede parecer una ficción fácil y morbosa , sin embargo no es fantasía sino la historia real de los estados de bienestar, emparedada tras los muros de silencio de la socialdemocracia.
El nordisk noir, tan popular en la actualidad no es un género nuevo. El poder de la industria editorial lo presenta como un nuevo fenómeno editorial pero la obra de Stieg Larsson, de Henning Mankell, o Jussi Olsen toman de referente a la obra de Maj Sjöwall, la reina madre de la novela negra sueca, militante comunista, que junto a su marido, Per Walhoo, publicó entre 1965 y 1975 diez novelas negras fundamentales que conformaban un Gran Crimen, que no era otro que el de la socialdemocracia traicionando a la clase trabajadora.