Es la primera huelga que llevan a cabo las camareras de piso en las Baleares, y una de las primeras de España, siguiendo la estela de la huelga de Bilbao del pasado diciembre que logró un aumento del 48% de su salario para las trabajadoras. O logrando previamente la reforma del artículo 42 del Estatuto de Trabajadores, que dejaba excluidas a las camareras de piso externalizadas.
La huelga ha durado dos días, el 24 y el 25 de agosto, y la han secundado en torno a 2.000 camareras de piso, según el sindicato CGT, que apoya la huelga y las reivindicaciones de las trabajadoras. A primera hora del sábado, tres piquetes formado por 60 empleadas cada uno, empezaba un recorrido por la isla de Ibiza para informar a todos los turistas y vecinos de su lucha.
Al día siguiente, se produjo una manifestación de las empleadas de hogar por las principales ciudades de Vila (Ibiza), que concluyó en el Paseo de Vara del Rey. Manifestación que aglutinó a más de 600 personas. Milagros Carreño, portavoz de las camareras de piso, explicitó con rotundidad su valoración de la huelga: “¡Hemos hecho historia!”
Denuncian el incumplimiento de la Ley 31/1995 de prevención de riesgos laborales, piden más recursos para la detección precoz de enfermedades de tipo laboral y una jubilación anticipada. Y reclaman contra la acumulación de trabajo que sufren durante su jornada laboral. Las más de 70 camas que tienen que mover cada día, junto a los pesados carros que tienen que transportar por los pasillos del hotel, generan problemas serios en lumbares, brazos y articulaciones. Además de situaciones de estrés y ansiedad por la sobrecarga creciente de trabajo.
La huelga no puede sino entenderse como un triunfo de la conciencia, organización y lucha de las Kellys, que en poco tiempo han sabido recorrer un largo camino.
En 2017 se produjo la primera concentración de las Kellys en Ibiza. En plena capital de la isla, se manifestaron seis valientes mujeres, exigiendo lo mismo que ahora. Un mes antes de la huelga, en la concentración asamblea que se realizó para votar si las camareras de piso iban o no a la huelga, ya eran en torno a 500. Y en esta huelga han logrado movilizar y que la secunden un tercio de todo el personal, 6.000 empleadas entre las dos islas.
Eran uno de los sectores de trabajadoras más invisibilizados de todo el panorama laboral español. Hoy son un luminoso ejemplo de lucha, unidad y organización para toda España.