Aumenta por momentos la tensión en el estratégico Golfo Pérsico. La Administración Trump, tras salir del acuerdo nuclear firmado entre las principales potencias mundiales e Irán el 2015, ha dado continuos pasos para llevar al mundo al borde de una nueva agresión militar, esta vez contra Irán.
El envío del portaviones nuclear USS Lincoln a Oriente Próximo, cuatro bombarderos a la base militar de EEUU en Qatar, el plan de mandar a 120.000 soldados a la región, y un embargo total sobre las exportaciones del petróleo iraní, sumiendo a esta nación a un sufrimiento además de ilegal, inhumano, son motivos suficientes para una gran movilización a nivel mundial contra la tragedia que se avecina.
El perfil del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, uno de los fabricantes de la farsa de las Armas de Destrucción Masiva de Irak y un instigador de la invasión del gobierno de Bush al país mesopotámico, el Secretario de Estado Mike Pompeo, el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu y el príncipe de Arabia Saudi Mohammed Bin Salmán, quienes encabezan el hostigamiento contra Irán -una de las principales reservas mundiales de gas y petróleo-, muestra hasta qué punto son capaces de inventarse (o provocar) una “causa belli” contra Irán e iniciar una guerra de consecuencias inimaginables para todo el planeta.
Esta región, donde siguen abiertas las guerras contra Irak, Afganistán, Yemen, Libia y Siria, que han destruido la vida de cerca de cien millones de personas, no puede soportar más conflictos bélicos.
Las organizaciones y personas abajo firmantes queremos mostrar nuestro más rotundo rechazo al despliegue militar de EEUU, y apoyamos una solución pacífica y dialogada entre las partes en el marco de las Naciones Unidas y sus organismos, creados justamente para garantizar la paz.
Al igual que la agresión contra Irak, de una ubicación estratégica y empapado en Oro Negro, no llevó paz y democracia a esta nación, sino le sometió a un mayor sufrimiento, convirtiendo el país además en otro nido del terrorismo, la actual hazaña de EEUU contra Irán tampoco augura paz para el mundo y felicidad para su pueblo. Las acciones de EEUU contradicen el Derecho Internacional, y además llevarán la guerra al resto de los países de Oriente Medio, cuyas poblaciones ya no tienen donde huir escapándose de los bombardeos y de sus dictaduras y de la barbarie de los grupos terroristas.
La ciudadanía española está mayoritariamente en contra de cualquier guerra, especialmente si está diseñada de forma unilateral por parte del Gobierno de los EEUU que simplemente pretende reconfigurar el mapa de Oriente Próximo a la medida de sus intereses estratégicos y geopolíticos, y hacerse con el control del sus vastos campos y pozos petrolíferos.
España no sólo debe condenar este conflicto ilegal, sino realizar una ofensiva diplomática, junto con otros miembros de la Unión Europea, en el cumplimiento de los valores que representa. Ninguna guerra contra un pueblo es justa, ni le lleva paz y democracia, todo lo contrario: contribuye al fortalecimiento de las fuerzas más autoritarias en nombre de la “seguridad y la lucha contra el enemigo extranjero”.
Por lo que, también pedimos a la República Islámica que, en estos momentos cruciales, en lugar de aumentar la represión, convoque a todos los partidos políticos progresistas injustamente ilegalizados y perseguidos, a formar un frente patriótico para defender a Irán de una posible agresión militar de EEUU y sus aliados en la región. No podemos permitir que una vez más la paz mundial se convierta en rehén de los intereses de quienes gobiernan EEUU