Crisis en Europa

Europa: la sombra de una nueva crisis

El BCE habla de “ingreso en un periodo de incertidumbre generalizada” y mantiene los tipos a 0

Las sombras de una nueva tormenta económica sobre cielo europeo han pasado de ser profecías agoreras a posibilidades tan reales que el Banco Central Europeo (BCE) ha comenzado ya a tomar medidas ante lo que califica como un “ingreso en un periodo de incertidumbre generalizada”, en el que la recesión de las principales economías podría ser una realidad a fines de este 2019. Italia ya está en recesión. El “parón” de Alemania ya es un hecho verificable. Y las sombras se extienden por todas partes. Pero, ¿cuáles son los motivos de este nuevo traspié económico y hasta dónde pueden llegar?

Tres son los motivos principales que se esgrimen hoy en los cenáculos europeos a la hora de calibrar lo que unos llaman “frenazo”, otros “recesión” y algunos, sin ningún tapujo, “nueva crisis”: el primer ingrediente sería la guerra comercial con EEUU, más anunciada que real todavía, pero que de llevarse a cabo con toda virulencia podría tener graves consecuencias para el comercio europeo, sobre todo para Alemania, si llegan a imponerse los aranceles a la importación de automóviles anunciados en su día por EEUU y que penden ahora mismo como una espada de Damocles sobre la industria germana; el segundo factor que impulsa el pesimismo es la desaceleración de la economía china, que reduce por tanto su demanda y golpea las importaciones (la economía china ya no crece al 10%, sino “solo” al 6%, y se centra más en la consolidación de su mercado interno), así como la creciente debilidad de otras economías emergentes, que en el pasado absorbían grandes tasas de importaciones europeas; y el tercer factor, y el más incontrolado, son los riesgos asociados al brexit, sobre todo a la posibilidad de un brexit duro o sin acuerdo, cuyas consecuencias son impredecibles, pero podrían llevar a una gran recesión a toda Europa, incluido el propio Reino Unido.

El BCE habla de “ingreso en un periodo de incertidumbre generalizada” y mantiene los tipos a 0

Los datos esgrimidos por el BCE para hablar de “incertidumbre generalizada” son, además de esos tres, otros que ya no son simples especulaciones o hipótesis, sino cifras reales. Por un lado, Italia ya está de hecho en recesión, pues lleva dos trimestres seguidos de crecimiento negativo, y no existen previsiones muy optimistas para 2019, e incluso para 2020. Las cifras de Alemania, por otra parte, auguran que el crecimiento de la locomotora germana en 2019 no llegará ni al 1%, será como mucho de un 0,7%. Y algo parecido ocurrirá en el resto de Europa, lo que ha llevado al BCE a bajar en más de medio punto la previsión de crecimiento para 2019, que ahora se queda en un escuálido 1,1%. Francia, por su parte, tampoco dará muchas alegrías: las protestas sociales de los “chalecos amarillos” han obligado a Macron a hacer concesiones sociales, que volverán a disparar el gasto público, lo que acabará metiendo en nuevos problemas a Francia, que se muestra incapaz de frenar los gastos de un mastodóntico Estado que tiene que mantener una ingente “economía dopada” ante su falta de competitividad.

La guerra comercial de Trump, el brexit y el frenazo de China, motivos “externos” de una nueva recesión

Ante semejante cuadro, el presidente del BCE, Mario Draghi, anunció que el BCE seguirá manteniendo la política de emergencia financiera que impuso durante los peores años de la pasada crisis, de modo que los tipos de interés del BCE seguirán siendo del 0%. Por otra parte, también anunció la realización de  subastas de liquidez trimestrales a los bancos, para asegurar que el crédito siga fluyendo en una eurozona donde cada vez es más evidente el frenazo de las economías y el fin del periodo de “recuperación” tras la década de crisis. El BCE mantiene pues los tipos a 0 y promete de nuevo liquidez ilimitada (“barra libre”), para evitar que la falta de crédito paralice aún más una actividad que ya se muestra renqueante.

¿Hasta dónde puede llegar esta nueva etapa de sombras económicas? Es difícil de prever. Lo que sí resulta obvio es que la situación puede agravarse, y mucho, si cualquiera de los tres ingredientes “externos” toman una evolución negativa: si EEUU cumple sus amenazas y aplica los aranceles, si hay un brexit duro o si la demanda china se contrae drásticamente, la gravedad de la situación podría propiciar una recesión importante, y la vuelta a los despidos masivos, el cierre de empresas, la caída de las exportaciones y un panorama muy preocupante. Una situación que podría agravarse, también, si las políticas de los gobiernos europeos reinciden en la idea de que sean otra vez las clases populares y los países más débiles los que carguen con el peso de la crisis. Nuevos recortes, nuevas políticas de austeridad, nuevas cargas sobre el pueblo, que podrían dar lugar a revueltas aún más serias que las ocurridas en estos años en Grecia, España o Francia, y a cambios políticos aún más drásticos que lo que han puesto en crisis prácticamente a todos los modelos políticos de Europa occidental.

Deja una respuesta