* Carlos Vázquez se jubiló hace poco como profesor de matemáticas en una cooperativa educativa en Vigo. Ruth Hernández es psicopedagoga y Bibiana Fernández bióloga. Los tres son colaboradores de Foros21 y forman parte de nuestros equipos de edición y distribución
Un catedrático y veterano de los corresponsales como Fran Sevilla, una de las periodistas más destacadas en la información internacional como María Sahuquillo, una periodista como Laura de Chiclana que en muy poco tiempo ha recibido un rápido reconocimiento por su trabajo, y Lara Escudero, que ha dado el salto de los reportajes en las calles de nuestro país a la corresponsalía en Ucrania o Tel Aviv.
Fran nos habla desde una habitación en un piso en Tel Aviv. Lara lo hace desde un coche que circula por las carreteras israelís regresando a Jerusalén. María ha buscado un hueco y se ha escapado de Bruselas para asistir al debate, y Laura es el primer acto presencial en el que participa en España desde que es corresponsal.
El debate se alargó durante más de dos horas y nos permitió abordar distintos enfoques: profesionales, políticos, humanitarios, geoestratégicos, históricos… les ofrecemos aquí un breve resumen.
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Fran Sevilla es corresponsal de Radio Nacional de España. Fue colaborador de medios como El País hasta que entró en 1988 en Radio Nacional de España. Ha cubierto los principales conflictos de finales del siglo XX y fue corresponsal en Oriente Próximo entre 1996 y 2000. Ha cubierto la Segunda Intifada, la derrota de Afganistán y la invasión de Irak en 2003. En 2007 volvió a Centroamérica como corresponsal de Radio Nacional de España y en 2017 fue corresponsal en Washington. Desde 2022 ha estado de corresponsal en Ucrania y en Israel.
María Sahuquillo es jefa de la delegación en Bruselas de El País, que cubre temas de la Unión Europea y la OTAN. Fue corresponsal en Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto de estados del espacio postsoviético durante cuatro años. Antes de ser corresponsal, cubrió Europa Central y el Este, los Países Bálticos y los Balcanes y ha participado en la cobertura de crisis informativas, como el referéndum sobre el Brexit, los atentados de Bruselas de marzo de 2016. Ha recibido premios y reconocimientos como el Premio de Periodismo Sanitario Pfizer, el DAPNE o el Premio de Periodismo Impreso del Instituto de la Juventud.
Laura de Chiclana fue freelance para diferentes medios de comunicación durante la crisis de refugiados en el Lesbos en 2019, en las protestas de Tailandia en 2020, en la guerra de Ucrania y en la actual ofensiva de Israel sobre Palestina. También ha trabajado en Colombia donde vivió con el Ejército de Liberación, en Argentina, Venezuela o en el terremoto de Marruecos. En 2022 recibió el Premio APM a la periodista COVID por su trabajo para Mediaset en Ucrania o Mejor Corresponsal Española de parte del Grupo Internacional de Prensa.
Lara Escudero, tras pasar por varios medios tanto radiofónicos como televisivos, desde hace 5 años trabaja para Telecinco como corresponsal. Empezó haciendo conexiones en directo y reportajes para la televisión, y a través de un reportaje sobre una iniciativa de acogida de refugiados ucranianos, dio el salto a ser corresponsal. Se fue a Ucrania y en estos momentos está sustituyendo a Laura de Chiclana en Israel.
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Fran Sevilla
‘Putin es un buen ejemplo para Netanyahu’
Por una parte se cumplen 10 meses del atentado de Hamás en Israel en el que asesinaron 1200 civiles y secuestraron a 200. Hoy, son más de 40 mil los palestinos asesinados. No quedan hospitales en pie, ni lugares seguros, ni siquiera los que Israel ha estado marcando como seguros. La situación alimentaria es desastrosa.
Y por otra tenemos dos bandos en situación, podríamos decir de ‘empate’, el ruso y el ucraniano, después de que la invasión rusa atacara todos los derechos internacionales. Aunque nada parecido a lo que ocurre en Gaza. La de Ucrania es una guerra que ahora nadie puede ganar y nadie quiere perder. Rusia es el agresor y Putin ha recibido todo tipo de sanciones internacionales, llegando incluso al veto en las Olimpiadas. Nada de eso ha pasado con Israel. En Gaza no podemos acceder al frente porque Israel no lo permite. Ya son más de 120 periodistas asesinados.
`Rusia e Israel están unidos por el supremacismo’
[…] En todo caso, la invasión rusa de Ucrania es injustificable. Me había acostumbrado a que existía un entramado internacional que impedía que esto pasase. Hasta que llega Putin y se salta las fronteras internacionalmente reconocidas. Puedes cuestionar las fronteras pero recurres a un contencioso internacional, no invades un país. Es un buen ejemplo para que Netanyahu haga lo que está haciendo, llevándolo a un nivel mucho mayor. En Gaza no hay dos bandos, no es una guerra, es un genocidio. Hay unos terroristas por una parte y el ejército más poderosos de Oriente Medio por otra.
[…] En primera línea de frente en Ucrania, la mayoría de gente que encuentras es gente de avanzada edad que te dice que a dónde van a ir si no tienen dónde. En una aldea muy cerca de Járkiv me encontré con una señora que ese día cumplió 88 años. Llevaba dos meses encerrada en su casa. Nos contaba que su abuela nació en 1905, vivió en la Ucrania del imperio ruso, que después llegó la URSS, después llegaron los nazis, que también les ocuparon, después volvieron los soviéticos y después fueron independientes. Ella lo que tenía claro es que no se iba a ir de allí nunca.
[…] En Gaza hay un millón de niños en 45 kilómetros cuadrados. El 90% de la gente de Gaza nunca ha salido de allí. Israel es un país maestro en la propaganda y en tratar de dirigir a los periodistas, y esta realidad desaparece en la información, solo existen los terroristas de Hamás que meten niños en los microondas.
En eso también se parece Israel a Rusia, en manipular la verdad. Lo que les une además es el supremacismo y el enfrentar un enemigo exterior.
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Maria Sahuquillo
‘Putin pretende reconstruir el imperio ruso’
En realidad, la guerra de Rusia contra Ucrania empezó en el 2012, cuando Rusia ya había invadido Crimea y se la había anexionado de forma ilegal. Para entender la guerra hay que entender cómo Rusia ha venido cerrando poco a poco las organizaciones de derechos sociales y de derechos civiles, e imponiendo toda una serie de leyes contra la oposición política y cualquier tipo de movimiento social.
Esto es lo que yo viví en Rusia cuando llegué para cubrir las elecciones presidenciales de 2018 y luego ya como corresponsal. Lo recuerdo como una época brutal de represión, endureciendo las leyes contra el movimiento LGTBI, los movimientos asociativos, las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres. Este ha sido el movimiento del Kremlin para cimentar la invasión, controlando los medios de comunicación con el apoyo de los oligarcas que respaldan a Putin.
Yo viajé desde Moscú a la zona de Dombás en octubre, noviembre y diciembre, para hacer unos especiales. Ya conocía el terreno de antes y tanto los soldados que estaban allí, como los propios ciudadanos no eran muy optimistas. La noche del 23 de febrero yo estaba en la zona de Tokmak y fui precisamente a una zona de trincheras en una ciudad minera que está controlada por Rusia. Recuerdo que llegué al hotel, y después de mandar mi reportaje recibí un mensaje por Signal de una de mis fuentes que me decía simplemente: ‘va a ser esta noche’. Intenté a través de otras fuentes que me dijeran qué iba a pasar porque tenía poco tiempo. El caso es que lo que iba a ser una operación especial de dos meses ya hemos visto en qué ha acabado.
‘¿Cómo puede haber quien justifique la invasión rusa?’
[…] Es un poco desconcertante escuchar los discursos llamando a desnazificar Ucrania, como si la invasión fuera culpa suya o no tuvieran derecho a decidir. Hay una relación colonial que se perpetúa y que mantiene a Ucrania congelada en el conflicto.
Lo que me sorprende es que haya quien justifique la invasión rusa, sin conocer bien el imperialismo del Kremlin. Se puede ser anti-OTAN, pero Ucrania es un país soberano, y aunque quiera pertenecer a la OTAN tiene derecho a decidirlo sin que ningún otro estado se lo impida.
El objetivo de Putin es quedarse con Ucrania en el marco de la reconstrucción del imperio ruso, y la desestabilización de la Unión Europea. Y esa es la única razón de la invasión.
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Laura de Chiclana
‘¿Sabes qué es estar encerrado durante dos años en un sótano?’
Yo llegué a Israel 10 días después del 7 de octubre y el haberlo vivido, el haberlo visto en primera persona me ha hecho tener una nueva opinión. Hay que tener en cuenta, como decía Fran, que está prohibido entrar en Gaza donde están muriendo miles de personas.
Precisamente llegué después de salir de Ucrania, donde fui sin equipo de protección, sin seguros y sin absolutamente nada. De nuevo lo que quería era poder contarlo de primera mano.
[…] Los freelance no llegamos tan rápido como otros medios pero sí contamos con más libertad para conseguir llegar a los sitios y que la gente hable con nosotros. Tened en cuenta que la mitad de los periodistas españoles que hemos estado en Ucrania somos freelance. Por eso me siento afortunada. Es algo que me ha abierto mucho la mente.
‘En Cisjordania no se puede ni cruzar la calle’
[…] La mayoría de la gente que se queda son abuelos, aunque a veces encuentras a niños o padres que no quieren irse. Hay familias que normalizan el estar allí, bajo las bombas, y de repente llegan los rusos, y tienen que meter todo en una bolsa y salir corriendo.
Recuerdo familias que evacuaban cuando ya se estaban produciendo combates cuerpo a cuerpo en la ciudad. Desde aquí podemos criticar que sigan allí mientras el ejército está entrando en la ciudad, pero ¿sabes lo que es estar encerrados durante dos años en un sótano?, aceptas la situación y al mismo tiempo tienes esperanza en que aquello acabe.
[…] Recuerdo un bombardeo que intentamos proteger a una familia. La gente estaba en shock, pero ellos se quedaron allí. Bajamos a un sótano en el que había unas 11 personas, incluyendo algunos niños enfermos, y me llamó la atención que no sabían si las bombas eran rusas o ucranianas. Esperaban que pasase y ya.
En Israel se vive todo con mucha calma. De hecho hay quien quiere que la guerra siga y echar a los palestinos. Sin embargo en Gaza se vive aterrorizado, y no importa que no tengas nada que ver con Hamás. También recuerdo un chaval que nos contaba que estaba en su casa, oyeron un estruendo y cuando subieron a la azotea se encontraron a su padre muerto. En Cisjordania no se puede ni cruzar la calle, ni ir de una ciudad a otra. Los aíslan o de repente los encierran. No se puede decir que la comunidad internacional esté haciendo nada ante esto.
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Lara Escudero
‘Se reprime a la gente con lo cotidiano’
Hablamos de un conflicto que tiene ya más de 100 años y lo que me preocupa aquí es poder hablar con la gente y que se entienda qué es lo que pasa, aunque en todas las guerras cada uno cuenta su historia. En Israel cuando te acercas a hacer una entrevista lo primero que te preguntan es ¿con quién estás tú? Yo creo que es peligroso perder la dimensión humana y que todo esto se normalice.
Recuerdo que hace unos días bajamos a una zona cercana a Gaza y entrevistamos a vecinos de allí sobre cómo lo habían vivido, los ataques, la reacción del gobierno israelí… en algo así mi trabajo no es opinar, sino tratar de mostrar una realidad. Y uno de los hombres que entrevisté me dijo que pensaba que la gente de Gaza debían ser masacrados, todos, porque todos son terroristas.
En un momento así hay que parar y pensar fríamente qué está pasando. ¿También los niños son terroristas, y los bebés recién nacidos que aparecen calcinados en las fotos que muestran las organizaciones humanitarias? El hombre me contestó que sí, que lo son y que si no lo serán, por eso hay que eliminarlos a todos.
Ante algo así una necesita reconstruir su propia dimensión emocional interna. Nosotros seguimos adelante, pero la gente es la que cuando te vas sigue allí.
‘Les quitan sus casas sin razón aparente, porque sí’
[…] Poner nuestra cámara es lo que permite mostrar en qué consiste una ocupación o cómo se reprime a la gente con cosas de lo más cotidianas como cortar el agua. Aquí hemos trabajado con gente a la que les han quitado sus tierras porque sí, porque querían, sin ninguna razón aparente. Se llega a una casa con una orden ministerial porque quieren ampliar territorio en medio de la nada, le quitan la casa y no tiene donde ir, no tienen dinero ni posibilidad de comprar una nueva casa.
[…] Para mí es un honor estar aquí con gente de una trayectoria que tanto admiro. Quise contar una historia sobre unos civiles españoles que estaban ayudando a los ucranianos, y al volver a España lo pasé muy mal, porque tienes la cabeza más allí que aquí, en la gente que se está jugando la vida.