«El hijo del obrero a la universidad» fue un grito de guerra de la lucha antifranquista. Que los hijos de los obreros pudieran acceder, por primera vez en la historia, a la universidad, era una conquista social sin precedentes. Ahora, quieren que las familias trabajadoras ni siquiera se planteen enviar a sus hijos a la universidad. Imponiendo, a través de los recortes y la subida de las tasas universitarias, un filtro de clase inexpugnable.
Patxi López anunció a bombo y platillo su oposición radical a la subida de las matrículas universitarias decretada por el ministerio de Educación. El gobierno de Rajoy, han repetido, nos ofrece la oportunidad de casi duplicar el precio de las matrículas, pero no lo vamos a hacer. «Es una barrera de clase, que pone más trabas a los hijos de las familias más populares»
Dice la sabiduría popular que no hay mayor mentira que una verdad a medias. Y ésta lo es. Primero, porque si van a subir, aunque sea menos que en el resto de España, un 3%. Pero sobre todo porque lo que sí están haciendo es endurecer los requisitos para optar y mantener una beca. En arquitectura e Ingenierías suben un 20% los créditos que es necesario aprobar para mantener la beca. Y en el resto de carreras un 15%. Es decir, con una mano te digo que no te subo las matrículas, pero con la otra te las subo realmente al endurecer los requisitos para que accedas a las becas,
Lo que, lógicamente, va a afectar antes que a nadie a los alumnos de las familias trabajadoras. Muchos de los cuales deben compaginar sus estudios con algún tipo de trabajo. Y que para otros muchos el estudio de una carrera universitaria es materialmente imposible sin el acceso a una beca.
Es una barrera de clase, que pone más trabas a los hijos de las familias más populares.
Por no hablar del aumento de un 6% en el precio de los masters. Si la primera convocatoria ya cuesta ahora alrededor de 3.600 euros… ¿qué familia de trabajadores podrá permitirse que su hijo curse un master?
Suben el precio de las matrículas y bajan el dinero destinado a las becas. Valiente política de igualdad de oportunidades la suya. Los mandatos del FMI y de Merkel llevan camino de acabar con el mito de la educación como “colchón de las desigualdades sociales”.
Si eres el hijo de un obrero, pero vales y te esfuerzas, reconocemos tus méritos y puedes graduarte en la universidad. Eso lleva camino de pasar a la historia. Si no se lo impedimos.
Quieren reducir las universidades públicas a su mínima expresión. Y hasta se atreven a decirnos que en España hay “demasiadas universidades”. Por lo que concluyen que “va a ser necesario eliminar algunas” para que todo sea más eficiente. Pero callan que solo el Estado de California tiene más universidades que toda España junta. Si de verdad la deuda y el déficit fuera la causa de que haya que cerrar universidades, entonces EEUU, el mayor deudor del planeta, tendría que empezar que empezar a cerrar rápidamente las suyas.