La base de Bétera (Valencia), convertida en Cuartel General de la OTAN, dirige ya la Fuerza de Respuesta Aliada para 2016. El pasado 12 de enero asumía el mando de manos del general norteamericano John W. Nicholson, y se convertía en «punta de lanza» de la OTAN al incluir la dirección sobre la Fuerza de Muy Alta Disponibilidad (VJTF), preparada para intervenir en 72 horas en cualquier escenario bélico.
Militares españoles liderarán este año tres misiones de reacción rápida, consideradas “punta de lanza” de la OTAN. Confirmando así el salto no sólo cuantitativo, sino cualitativo en el papel asignado a España en la estructura militar de la OTAN y en los planes del Pentágono.
El nuevo papel de España en el aparato militar liderado por Estados Unidos convierte a nuestro país en un gigantesco portaaviones del Pentágono, y a las Fuerzas Armadas españolas en fuerzas de intervención allí donde el Imperio lo necesita. «Se ha dado un salto cualitativo en el papel asignado a España en la estrategia militar de la OTAN y en los planes del Pentágono»
Las tres misiones de “punta de lanza”
Durante todo el año 2016 España estará al frente, desde la base de Bétera en Valencia, de la
Fuerza de Muy Alta Disponibilidad (VJTF) que deberá poder desplegarse en cualquier parte del planeta en menos de 72 horas. España aporta a esta fuerza 4.000 efectivos de la Brigada de Infantería Ligera “Galicia” VII. El objetivo es que esta fuerza de intervención rápida pase de los 6.000 efectivos actuales a 15.000 a final de este año.
Bajo mando español, la “punta de lanza” VJTF deberá estar especialmente preparada para intervenir en reforzar la frontera Este de la OTAN, si se recrudece el conflicto en Ucrania, o “en el flanco sur” si fuera necesario intervenir en la guerra de siria y el estado islámico.
Cuando acabe la dirección de esta misión en 2016, esta “punta de lanza” española no se disolverá sino que se mantendrá en situación de reserva permanente para un posible despliegue en cualquier momento.
Desde el 1 de enero al 1 de Mayo un general español estará al frente de la Policía Aérea del Báltico (Baltic Air Policing) de la OTAN en Lituania, con un destacamento del Ejército del Aire compuesto por cuatro aviones C-16-Eurofighter y 114 militares procedentes del Ala 11 de Morón.
España participa desde el 1 de enero de 2015 en esta Policía Aérea del Báltico cuya misión es vigilar el espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania frente a las incursiones de los cazas rusos, especialmente reforzada tras el estallido de la crisis de Ucrania. Pero será la primera vez que un general español tome el mando para dirigir esta fuerza multinacional en la que, junto a los aviones españoles, participan Mig-29 polacos, Eurofighter italianos y F-16 belgas.
La tercera “punta de lanza” en la que participará en 2016 el ejército español será la Agrupación Naval Permanente nº 1 (SNMG-1) de la OTAN, uno de los cuatro Grupos Marítimos Permanentes navales, formado por fuerzas multinacionales integradas de la OTAN que proyectan una presencia constante y visible en las principales vías marítimas del mundo.
La fragata Älvaro Bazán ha sido la primera en 2016 en asumir el mando de esta fuerza en alta mar con un almirante español al frente.
El objetivo de esta misión naval no se limita a llevar a cabo misiones marítimas convencionales, sino que está diseñada para dar una respuesta marítima inmediata a cualquier crisis o emergencia como la asistencia militar a Siria o Irak
Un salto cuantitativo y, sobre todo, cualitativo
En 2015 el Ejército español realizó el mayor número de operaciones militares de su historia, según informaciones del Ministerio de Defensa. Más de 20 operaciones militares desarrolladas en 11 países.
Entre ellas la misión de la OTAN en Turquía. En la frontera con Siria España tiene desplegada una batería de misiles Patriot operada por 157 militares para hacer frente a ataques con misiles procedentes de Siria o Irak.
Y la colaboración con Francia, en la que militares españoles “asumen el 30% del trasporte estratégico de las dos operaciones que Francia está desarrollando en África, los bombardeos en Siria y sus operaciones en la República Centroafricana”, según reconoce el ministro de Defensa, Pedro Morenés.
El nuevo papel asignado a España no sólo incluye las operaciones exteriores, sino la plena disposición del territorio nacional y la elevación estratégica de las bases norteamericanas.
En octubre de 2011 Zapatero daba luz verde al despliegue del escudo antimisiles en la base norteamericana de Rota (Cádiz), tras meses de negociaciones secretas.
En junio de 2015 era el gobierno de Rajoy el que aceptaba modificar el Tratado con Estados Unidos para convertir Morón en base permanente del mando militar de EEUU para África, el AFRICOM.
De nuevo el proceso se desarrolló en secreto.
Y en plena campaña electoral del 20 D se han desarrollado en España las principales maniobras de la OTAN desde la Guerra Fría, las “Trident Juncture 2015”, con el despliegue de más de 20.000 efectivos de ellos 8.000 militares españoles.
Se ha cambiado el papel de España en los planes militares del Pentágono y en la estructura militar de la OTAN ocultandolo sistemáticamente y sin que la población sea consciente de lo que ello significa.
Defender la salida de la OTAN, el desmantelamiento de las bases militares y la vuelta de los soldados del exterior ha de ir de la mano de desmontar punto por punto que detrás de cada misión de la OTAN y de los militares integradas en esta maquinaria de guerra no están los intereses de lucha contra el terrorismo, defensa de la población o desarrollar la democracia, sino la defensa de los intereses de las grandes potencias imperialistas, y sobre todo de Estados Unidos, la potencia hegemónica mundial y sus necesidades de alinear militarmente bajo su estrategia a los países subordinados.