Las farmacéuticas para fijar el coste utilizan el mismo modelo que para los perfumes de lujo. Han hecho de la salud un negocio. Y mientras los investigadores, los profesionales sanitarios y los pacientes lo denuncian, el sector farmacéutico se convierte en uno de los más rentables.
Durante los diez últimos años los precios de los medicamentos oncológicos se han duplicado suponiendo entre 6.000 y 10.000 euros por mes. “Algunos tratamientos han mostrado aumentos de 100 % en los últimos cinco años y dos han aumentado más del 1.000 %”, apuntó Hill (investigador de la Universidad de Liverpool) en el congreso Europeo del Cáncer de 2.017. El precio de los tratamientos oncológicos se debatió en la Asamblea Mundial de la salud de la OMS y se propuso la necesidad de buscar opciones para mejorar el acceso asequible a estos medicamentos.
El precio de estas terapias está poniendo en peligro la sostenibilidad del sistema sanitario: “en EE.UU. la gente tiene que hipotecarse y en los países pobres la gente muere. En nuestro país este gasto detrae recursos necesarios para otros aspectos del sistema sanitario y vemos que hay menos camas, menos médicos”, apunta Vanessa López (directora de Salud por Derecho).
¿Es real el elevado coste de estos tratamientos?
El principal argumento de las farmacéuticas es el elevado coste para investigar nuevos medicamentos. La realidad es que hay varios estudios, basándose en datos públicos de empresas farmacéuticas:
Según el centro de estudios especializado de la Universidad de Tufts (financiado por la industria farmacéutica) el proceso de investigación y desarrollo de un nuevo fármaco lleva más de una década y cuesta 2200 millones de euros. El estudio de Vinay Prassad (Universidad de Ciencias y Salud de Oregón), y Sahm Mailankody, (Centro de Cáncer Sloan Kettering de Nueva York) estima que el tiempo necesario es de siete años y el gasto medio de 632 millones de euros.
En lo que todos coinciden es en la limitación de que no hay transparencia sobre la inversión en I+D de las empresas. Germán Velasquez (OMS) dice claramente que el coste de investigación y desarrollo no tiene nada que ver con los precios finales. Es más el 84% de la investigación lo financian los gobiernos y los consumidores, por tanto sólo el 12% recae sobre los laboratorios farmacéuticos.
Eso sí los gastos de marketing pueden alcanzar el 35% del presupuesto: posicionamiento del producto en congresos, promoción con médicos y pacientes. En resumen poca innovación y mucha promoción. Menos del 25% de los nuevos fármacos mejoran los resultados con respecto a los anteriores.
Los que más ganan
Germán Velasquez señala que las farmacéuticas tienen más ganancia que la industria armamentística y que la industria financiera, en sus mejores tiempos. Por cada dólar invertido en fabricar un medicamento se obtienen 1.000 de ganancia. El sector abarca investigación y desarrollo, fabricación y también la comercialización.
En la actualidad 25 empresas controlan casi el 50% del mercado mundial. En 2002 los beneficios de las 10 mayores farmacéuticas del mundo superaban los de las siguientes 490 empresas. Están en EE.UU., la Unión Europea y Japón. Ninguno de los países en desarrollo cuenta con industria propia, a excepción de la India y Brasil que han alcanzado cierto grado de autonomía.
Su poder oligopólico está poniendo en riesgo los sistemas sanitarios públicos, en la búsqueda de aumentar sus ganancias está limitando el acceso de la población a muchos tratamientos, han generado problemas de salud y han credo situaciones de alarma social para vender sus productos.
En la lucha con los gobiernos por reducir el gasto farmacéutico, están tomando medidas para mantener sus ganancias:
Incrementar la prevalencia de determinadas enfermedades
Promover el tratamiento con fármacos de problemas leves
Organizar eventos con organizaciones de enfermos
Y los organismos gubernamentales que controlan todo esto están financiados por las multinacionales farmacéuticas, como la FDA de Estados Unidos o la Agencia Europea de Evaluación de Medicamentos.
India, “la farmacia del mundo en desarrollo”.
Un medicamento para el cáncer de riñón e hígado patentado por Bayer podrá ser comercializado por un laboratorio de la India (Natco Pharma) como genérico a bajo coste. Según la legislación de dicho país esto se puede hacer cuando un fármaco no está disponible para el público a un precio accesible. El fármaco sólo puede ser vendido en la India, a un precio bajo y debe tratar a 600 enfermos gratis.
“Es un gran paso para que las medicinas estén disponibles y sean asequibles para todos los enfermos”, dice Bhaskar Narayana director de Natco Pharma.
También lo hicieron Brasil en 2.007 y Tailandia en 2.006 comercializando antivirales para combatir la epidemia del SIDA, informa Emilio de Benito.
Son ejemplos de gobiernos que pusieron el conocimiento científico al servicio del pueblo. Haciendo que esos nuevos tratamientos llegaran a miles de personas que no podían pagar su “elevado” precio. Plantaron cara a las multinacionales farmacéuticas y desarrollaron una industria autónoma.