¿Cuáles son los rincipales problemas que ha traído la crisis para España? El principal es el alarmante índice de personas que están en paro. El Gobierno anuncia que se van a alcanzar los 4 millones, que es prácticamente el 17% o el 18% de la población activa, y eso tiene consecuencias sociales a todos los niveles, de precariedad, exclusión social, morosidad. Desde la CGT habéis cogido como clave que incluso los trabajadores gestionen las empresas en crisis… Claro, la respuesta que se da desde la clase dirigente es el reflotamiento de la banca y el sistema financiero para que salga cohesionado y seguir desarrollando la explotación, tanto del medio ambiente como de la clase trabajadora. ¿Cuándo la clase trabajadora, la sociedad civil, va a ocupar el protagonismo que le corresponde? ¿Cuándo vamos a ser los protagonistas de nuestra vida y de nuestro futuro? Cuando una empresa entra en crisis o tiene que cerrar porque dicen que no obtiene beneficios, en vez de cerrarla o darle dinero porque cierren, que nos den el dinero a los trabajadores a ver si somos capaces de reflotarla. Estamos hablando de asumir el protagonismo en la gestión de las empresas. Lo que no podemos es permanecer pasivos e indiferentes y aceptar esos miles de despedidos, que este año son 700 mil. Hay que tomar políticas activas que significa repartir la riqueza y el trabajo, trabajar menos para trabajar todos, y otro sistema de enfoque y desarrollo social e industrial distinto. Porque aquí todo está basado en la especulación y el enriquecimiento de unos a costa de otros. La mayoría somos los que trabajamos y hacemos funcionar el país. De hecho encabezáis en empresas, como por ejemplo Esteban Ikeda, esta exigencia. Si, actualmente está presentado un cierre patronal y una suspensión de pagos, y la aplicación de la ley Concursal que no deja de ser otro apretón de tuercas: los últimos en cobrar serian los trabajadores. Hemos protagonizado un cierre y los compañeros están manteniendo una actitud de dignidad. Como sindicato esa es la actitud que intentamos mantener en la totalidad de las empresas que entran en crisis y presentan expedientes de regulación de empleo. Aquí se está trabajando bien, se está afrontando con fortaleza y estamos intentando que sea la totalidad de la plantilla quien apoye estas medidas. Lamentablemente, las cúpulas sindicales de los llamados sindicatos mayoritarios siempre contribuyen al sostenimiento del sistema y siempre acaban traicionando los intereses de los trabajadores y trabajadoras que representan; y siempre negocian a sus espaldas a costa de perdidas de derechos y salarios. Este mismo viernes se reúnen los Ministros de Trabajo europeos para retomar la ampliación de la jornada laboral a 65 horas… Ahí están los intereses de esa Europa del capital que es realmente la que se ha construido, porque no es una Europa social en absoluto. Ahora vuelven a retomar el asunto y lo grave es que el referente no son esas 40 horas que tenemos o esas 48 a nivel europeo, sino que ya se plantean un retroceso de más de un siglo. Parece que hayamos soñado la lucha por las ocho horas. Pero el texto de la directiva de las 65 horas es mucho más; permite la negociación individualizada entre el trabajador y la empresa, y cuando no hay negociación colectiva y se establece un contrato directo entre la empresa y el trabajador estamos hablando de la abolición del sindicalismo, de abolición de derechos y del marco regulador del convenio colectivo al que atenerse. En época de precariedad y de crisis en la que la gente tiene que pagar la hipoteca o no puede pagar el colegio de sus niños o la propia salud, la gente va a firmar lo que le pongan encima de la mesa, se van a degradar las condiciones laborales y sociales. Dentro de la respuesta ante la crisis consideráis fundamental la denuncia de la “Directiva de Retorno”. Si, porque se generaliza auténticos guantánamos; personas que no han cometido ningún delito sino que están en un proceso administrativo y que no tienen papeles, que no deja de ser un tema administrativo, esa directiva permite su internamiento en centros para extranjeros donde hay muchísimo menos control, garantías y supervisión de los derechos humanos que en cualquier cárcel, y están hablando de que pueden estar ahí hasta 18 meses, Ante esto hay que ser conscientes de quien es el enemigo, no solo de la clase trabajadora extranjera. Los compañeros que han venido y han contribuido a ese pequeño estado de bienestar, han fortalecido el desarrollo económico, aunque sea un desarrollo insostenible, han mejorado significativamente las condiciones de la mayoría. Sin duda los extranjeros no son los enemigos de las trabajadoras y los trabajadores españoles. Hay que invertir en los países del Tercer Mundo y no seguir explotando y utilizando sus materias primas y expoliando su riqueza. Les estamos negando la vida y no les queda más remedio que venirse a los países que tienen mas nivel de desarrollo, y eso es a costa de su propia vida. Ahí están los miles de muertos que estamos sufriendo en el estrecho y ahí está el cambio significativo que tiene que haber en la política mundial.ATENCIÓN: Próximamente se publicará la segunda parte de la entrevista. Jacinto Ceacero habla de la posibilidad de una Huelga General y de la respuesta ante la crisis.