Si nosotros fuéramos China que exporta el 80% de la mercancía mundial, no solo los estibadores portuarios, la sociedad española tendría mucho trabajo
¿En qué medida está repercutiendo la crisis en el sector? Nosotros somos el termómetro de la actividad económica de la sociedad. En la medida en que hay menos dinero, menos consumo, hay menos actividad en los puertos. Eso respecto al “Interland”, al tráfico cautivo para el consumo interno de la población. Añadiendo que se trata de una crisis mundial, el movimiento de mercancías hacia Europa y EEUU ha bajado de manera alarmante. La situación en los puertos empieza a ser alarmante. Estamos en torno al 35% o 40% menos de actividad. Pero el Mediterráneo está plagado de alternativas para el tráfico de transbordos. Todos los países se han dado cuenta de que eso es una fuente de ingresos y trabajo importante. ¿Qué es lo que hemos hecho empresas y trabajadores? Nos hemos planteado ofrecer un marco estable a los clientes, calidad de servicio, porque el sistema ha funcionado bien hasta aquí y solo necesitaba un par de ajustes, y vender nuestro producto al exterior aprovechando nuestra posición geográfica, la rentabilidad y productividad del sistema actual. Lo preocupante es que la Administración no esté en esa misma situación y se dedique a “enfollonar” el sector sin responder a los intereses de nadie. Nos obliga a meter conflictividad en los puertos españoles y perder esa posibilidad de mantener los tráficos de transbordo e incluso captar nuevos tráficos. La Huelga ha sido solo en las tareas complementarias porque queríamos trabajar los barcos y seguir manteniendo a España como un lugar estable para que los clientes no se pensaran el marcharse de aquí. Sobre todo cuando hay tanta alternativa. Si no tuvieran donde ir pues no sería mayor problema, pero la realidad es que hay muchas opciones por donde se pueden mover. ¿Pero no es determinante, más ahora en la crisis, el hecho de que España esté cautiva de cuatro o cinco mercados? Por supuesto. Si nosotros fuéramos China que exporta el 80% de la mercancía mundial, no solo los estibadores portuarios, la sociedad española tendría mucho trabajo. Habría bastante variedad y bastantes posibilidades de trabajar. La realidad es que nuestro mercado de exportación es bastante corto. Y si los puertos españoles son referencia hoy es por nuestra capacidad de producción con tráficos extranjeros, con tráficos de transbordo precisamente; pasan por aquí, se aprovechan de nuestra posición geográfica pero, claro, van con destino a otros sitios. Nuestra exportación debe estar en el 20% o 25%, y la importación en el 75% u 80%. ¿Cuáles son las claves de que el sindicato cope el 89% de la representación? La clave es el propio sindicato en sí. Este año es el 30% aniversario de la Coordinadora. La Coordinadora nace porque en aquellos momentos CCOO y UGT no daban respuesta a la posición de los estibadores portuarios. En aquel momento se anteponían nuestros intereses al de otros colectivos o a cambio de pactos en otras situaciones. El sindicato nace con un sistema profundamente asambleario. Todos los estibadores tienen la posibilidad de hacer oír su posición. Somos un sindicato tremendamente reflexivo, tratamos de ir por delante. No vamos solo a la defensa o al ataque de las empresas estibadoras. Somos innovadores y buscamos formas conjuntas de consolidar nuestro tráfico, nuestros puestos de trabajo, e ir por delante de los tiempos. Y que la toma de decisiones sea asamblearia independientemente de cuál sea tu puerto, sea el de Algeciras que es uno de los mayores del mundo o sea el de Las Palmas que tiene 17 estibadores. La voz de los compañeros de Las Palmas tiene el mismo peso y las mismas garantías que la de los de Algeciras. Hay un sentimiento de solidaridad entre los compañeros que hace que cada día estemos más compenetrados en las decisiones y en las formas de actuar en los puertos. Desgraciadamente no tenemos ni tiempo, ni recursos para trabajar esto más allá de nuestras fronteras, aunque es un proyecto que tenemos en marcha. En principio éramos la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, y ahora hemos consolidado la Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios para confederarla en la Coordinadora, porque la actividad a nuestro alrededor empieza a tener interés en nuestra forma de funcionar y empiezan a haber otros colectivos: amarradores, personal de administración, de mantenimiento… Incluso me consta que en la gestión aeroportuaria se ha creado ya entre Barcelona, Valencia y Tenerife la Coordinadora de Servicios Aeroportuarios con una forma de trabajar muy similar a la nuestra. ¿No crees que sería una buena medida establecer una escala salarial con mínimos y máximos y una escala impositiva en la que paguen más los que más tienen, incluso aplicables a los beneficios de las empresas? Por supuesto. Pero los estibadores portuarios siempre que hemos tenido un conflicto lo primero que hace la Administración es poner en los medios que los salarios de los estibadores portuarios son desorbitados y que somos unos privilegiados. Yo no sé que otro sector tiene nuestro sistema, pero el 80% de nuestro salario va a primar la producción. El otro día escuché al Premio Nobel de Economía decir que el sistema ideal para afrontar la crisis es ese, primar la producción. Nosotros no hemos tenido que hacer ningún referéndum como en SEAT, si la actividad ha bajado un 30% o un 40%, nuestro salario también. En la medida en la que trabajamos menos, cobramos menos, y en la medida en la que trabajamos más, cobramos más. Eso sin entrar a tener en cuenta el peligro o la disponibilidad de nuestra profesión. No hay ningún otro sector que haya hecho esto y que esté pactando EREs para que se pueda salir de la crisis y mantener los puestos de trabajo, exceptuando en el puerto de Las Palmas que es una situación peculiar. Pero al final me parece razonable lo que estás diciendo. Lo que no puede pretender el conjunto empresarial de España es que ahora para salir de la crisis y que se mantengan sus resultados, los trabajadores tienen que empeorar sus condiciones. ¿Qué te parecería reducir un 10% los gastos superfluos, despilfarros y redes clientelares para reinvertirlo en tejido productivo, ayudas a pymes y a los trabajadores? A mí me parece una gran idea. Sería una de las formas más convenientes de llevarlo adelante. Pero el sistema está tan viciado, es tan clara la imposibilidad y la falta de ganas de tomar medidas de ese tipo que me parece prácticamente imposible. Es un circo lo que ocurre. Por adelantado ya saben las repercusiones que esto va a tener, parece una actuación continua. No se está pensando en salir de la crisis ni en el español de a pie. Se toman medidas como la de darle no se cuantos millones a los bancos, que son los que la han creado. Se hace con nuestro dinero para que luego no nos lo presten, o nos lo pongan a un tipo de interés inalcanzable. Yo creo que se está faltando al respeto a la sociedad española de forma inaceptable.