Marta Garrote es militante del Partido Socialista de Madrid y asesor jurídico en UGT Confederal
¿Con qué objetivo se forma Bases en Red?
Bases en Red surge cuando Zapatero dice que ya no se va a presentar, que abre un debate sobre quién debería sucederle y sobretodo, y lo que es más importante, para qué. Después del Congreso de Sevilla quedó un poco en suspenso, para cuando viniera la conferencia de organización… hasta que hemos visto que no hay ninguna intención de hacer una conferencia de organización y desde luego que lo que las bases hablábamos no se mueve.
¿Cuáles son vuestras reivindicaciones principales?
Sobretodo en cuanto a democracia interna, porque en cuanto a las ideas, una vez hayamos decidido cómo, ya veremos qué.
Primero, un militante un voto, es decir, no solo unas primarias abiertas una vez cada cuatro años, sino que los militantes elijamos a nuestros secretarios generales, a nuestros secretarios de organización y al resto de Ejecutiva. Que podamos elegir también quién se presenta.
Luego está un socialista un sueldo. De cara a la ciudadanía es muy difícil que nos vean como alternativa si hay quien tiene dos, tres y cuatro sueldos, cuando hay gente en España que no tiene casa porque no tiene trabajo y no puede pagar una hipoteca.
Y también un socialista un cargo, porque la acumulación de cargos tampoco es propio de socialistas. Eso que se le llama la bicefalia, que les da pánico, pues tampoco pasa nada. Lo que ocurre es que en el pasado hubo experiencias traumáticas que no se quieren repetir, pero claro, no estamos en el pasado, estamos en el presente, somos otros, con más formación, con más medios de relacionarnos…
Tolerancia cero con la corrupción, no que dependiendo de en qué nivel de poder o en qué familia esté uno somos muy beligerantes o un poco menos. Sin prejuicio de lo que tenga que decir la justicia, además de ser honrados hay que parecerlo.
He leído que también denunciáis el no haber podido decidir medidas que no estaban en el programa, como el escudo antimisiles, la reforma laboral, la reforma constitucional…
Si el secretario general coincide con el presidente del gobierno, cuando gobernamos, eso hace que el partido esté supeditado a los intereses del gobierno, que no tienen que coincidir, porque el gobierno de España en ocasiones tiene que tomar medidas que no están ajustadas al ideario socialista. Si tenemos un secretario general distinto del presidente del gobierno y el partido tiene cuadros y mandos fuertes, se podrá hacer fuerza para que el gobierno no se sienta absolutamente desvinculado del partido ni lo vacíe de contenido, y a lo mejor hoy no estaríamos donde estamos. Si Zapatero hubiera encontrado enfrente a un secretario general de los socialista que le dijera, “un momento, nos tienes que explicar esto y ver si te apoyamos o no”…«Ir de la mano de otras fuerzas, de los sindicatos y de los movimientos es el camino ideal»
Ahora las decisiones que se toman desde arriba, nadie las ha decidido desde abajo, ni se ha consultado nada, ni nos sentimos identificados con ellas, falta crítica porque los procedimientos no son democráticos. Eso es muy importante, la transparencia, porque si se toman decisiones hay que justificarlas.
¿Por qué se dice que estáis entre el PSOE de Hollande o el PASOK?
Esto molesta mucho a la dirección federal porque es simplificar mucho las cosas, porque el partido socialista francés se ha pasado 17 años en la oposición hasta llegar a donde están ahora.
Los pactos de estado, que no son como los que se hicieron en la Moncloa, que eran para crear el Estado de Bienestar, sino que son para quitarnos Estado de Bienestar… eso no funciona, la gente no lo entiende, se rebela contra quien lo hace, y ese es el PASOK. El partido socialista francés ha decidido preguntar a sus conciudadanos qué quiere, la sociedad progresista francesa, y eso fue Hollande, se sintió identificada con esa decisión y fueron a votar.
Cuando democratizas el partido y lo haces transparente, cuando preguntas a los ciudadanos, responden y lo hacen acompañándote. Sin perder de vista que es una simplificación muy grande, preferimos ser el partido socialista de Hollande que el PASOK.
En Grecia, cuadros del PASOK pasaron a integrarse en Syriza. ¿Crees que hay una demanda de movimientos más unitarios, de contar con la unidad sin hegemonías, con plataformas de unidad política, social y sindical para hacer frente a los recortes?
No me cabe la menor duda. Si ves los resultados de la encuesta que se ha publicado esta mañana en Andalucía, es que la coalición entre POSE e IU ha servido para que ambas organizaciones mejoren sus resultados de menos de hace un año. Les ha venido bien a ambas, porque la gente entiende que en estos momentos, de mucha dificultad, estar discutiendo por quién lo hace mejor o quién sale en la foto, hace mucho daño cuando hay 6 millones de parados o desahucian a la gente todos los días. Estamos hablando de que las personas mayores van a tener que pagarse las medicinas, las prótesis o las ambulancias, y no se puede estar discutiendo sobre eso.
Que las fuerzas de izquierdas vayan juntas va a hacer que la sociedad lo aplauda y lo premie con el voto, que es como mejor te puede premiar la sociedad. También es verdad que las movilizaciones ya no las convocan solo los sindicatos, que también, sino que la propia sociedad se convoca a sí misma. No puedes darle la espalada a esos movimientos porque pueden ser incluso más reales que los nuestros. Ir de la mano de otras fuerzas, de los sindicatos, de los movimientos de vecinos… eso sería el camino ideal.
¿Apoyáis un camino de redistribución de la riqueza, de gravar los impuestos a bancos y monopolios?
Los socialistas de Madrid tenemos una ventaja y es que llevamos en ese discurso casi dos años. Incluso Tomás Gómez ha dicho varias veces que no puede ser que este dinero que hemos inyectados a los bancos, después no venga acompañado de un impuesto por operaciones financieras, o que en la Comunidad de Madrid haya exenciones para los que más tienen y después estemos recortando becas y transporte escolar.
Es un debate que puede que en el 2010 todavía sonase peligroso y bolchevique, creo que le llamaron, pero después de dos años de recortes y de sangrar a la clase media, de que no crece ni Alemania, todo el mundo está volviendo la cara hacia la izquierda. Hablamos de impuestos a las clases altas, a las grandes fortunas, a la banca, prohibir la especulación… es el único camino. Hollande en Francia lo está haciendo aunque de forma moderada porque nunca ha sido un radical, pero no queda otra.
Tomás Gómez ha apoyado la necesidad de un referéndum para blindar las pensiones desde la Constitución. ¿Qué opinas?
Parecía que era una línea roja inquebrantable que nadie se iba a atrever a cruzar, que el PP había dicho que las pensiones estaban fuera de los recortes. Pero ha quedado patente que el PP no respeta ninguna línea roja. Ahora mismo los pensionistas son el sostén de muchas familias. Si no les protegemos, entonces ¿qué?«Igual es hora que vengan los hermanos de Sudamérica y nos echen una mano»
Si valió la pena reformar la Constitución en 24 horas para establecer el techo de gasto, ¿por qué no va a valer la pena hacerlo con las pensiones? Teniendo en cuenta que todo lo que tenemos hoy es porque los pensionistas se han pasado 40 años cotizando. A esta gente no se le puede quitar el dinero en nombre de nada, ni de Europa, ni del déficit.
¿Qué opinas de la necesidad de defender la soberanía nacional, como están haciendo la mayoría de países que crecen, desde China, a Brasil, Argentina, Sudáfrica o Ecuador?
Si la UE hubiera desarrollado sus propios mecanismos de control para ser realmente una unión europea y no un simple tráfico de mercancías, no estaría pasando esto. Es verdad que ahora los Estados se sienten agredidos, y no por la UE, sino por Alemania, que es quien manda en la UE. Si el BCE fuera realmente un banco central como la Reserva Federal de EEUU, si se controlasen las agencias de calificación… no haría falta plantearse todo esto. Pero como la UE está en manos de un solo país que solo piensa en su beneficio, se entiende la defensa de la soberanía.
Pero la soberanía no está reñida con la unidad y la colaboración, como están demostrando en Iberoamérica con el ALBA…
Es que el color mayoritario de esos países es rojo. No tengo ninguna duda que cuando el verano que viene, con toda seguridad, cambie el color del gobierno alemán puede cambien las cosas. Es evidente que es un problema político, y que no tienen nada que ver la socialdemocracia alemana con la que se negoció el Estado del Bienestar con los neocon.
En Sudamérica estos gobiernos son de izquierdas, lo han pasado muy mal y han aprendido del ejemplo de la UE. Aquí vino Dilma Rousseff y nos dio una lección a todos. Todos los prepotentes del viejo mundo ante una potencia emergente que nos da lecciones sobre cómo se deben hacer las cosas. Igual es hora que vengan los hermanos de Sudamérica y nos echen una mano, como cuando se la hemos echado nosotros.