Educación

En pie contra las reválidas

Las reválidas son pruebas incluidas en la LOMCE que se harán al finalizar 3º de Primaria, 6º de Primaria, 4º de la ESO y 2º de Bachillerato. Y que serán condición para obtener el tí­tulo de la ESO y de Bachillerato. Fruto de las presiones, el PP las ha «congelado hasta que no se alcance un pacto educativo». Lo que quiere decir que se aplican ya este curso pero sin que sean condición para obtener los tí­tulos de la ESO y Bachiller.

Entrevista a Ana García, Secretaria general del Sindicato de Estudiantes.

¿Cuáles son las razones por las que convocáis una nueva huelga?

Que no se han eliminado las reválidas. Es verdad que han habido palabras por parte del ministro de Educación de que se va a aprobar un decreto que todavía no se ha aprobado. El ministro demuestra cuáles son sus intenciones respecto a la LOMCE el otro día ante la votación que tuvo lugar en el Congreso para paralizarla. Aunque no tenía efectos inmediatos, el PP ha dicho que no solo no acepta la votación sino que está dispuesto a llegar al Tribunal Constitucional.

No hay ningún cambio con respecto a la situación que había el 26 de octubre cuando convocamos la anterior huelga. Dijimos que si no derogaban las reválidas volveríamos a las calles, y eso es lo que vamos a hacer.

¿Por qué exigís la eliminación de las reválidas y no su paralización?

Hay un decreto del 29 de julio por el que se ponen en marcha las reválidas, aunque en el primer curso sin efectos académicos, algo que ya sabíamos. Pero si no lo van a tener ¿para qué se mantienen?.

Aunque el Gobierno argumenta que son para mejorar la calidad educativa, las reválidas actúan como filtro para restringir el acceso a la Universidad a una parte de los alumnos. La Educación no se mejora con exámenes inútiles, sino contratando a profesores y devolviendo el dinero que nos han robado, dotándonos de los medios humanos y materiales necesarios para tener una educación de calidad. Si algo ha demostrado el PP es que eso no lo quieren hacer.

De llevarse a cabo las reválidas muchos jóvenes van a ser expulsados a patadas del sistema educativo. La mayoría serán los que más sufrimos los recortes y no tenemos recursos para acceder en igualdad de condiciones, es decir, los de las familias trabajadoras. Una conquista tan importante como que los hijos de las familias trabajadoras puedan acceder a la Universidad no podemos permitir que se pierda.

Y no solo la Universidad, también la Formación Profesional. La reválida de la ESO impedirá que muchos jóvenes puedan acceder a grados superiores de la FP. Volvemos a la educación de nuestros padres.

Además, hoy en día, fruto de los recortes del PP, la situación de las familias trabajadoras es mucho peor, lo que dificulta el acceso a la educación. Están las reválidas, pero también la subida de tasas, el 3+2 que encarece los estudios de forma que aunque seas un estudiante brillante si no puedes pagar no puedes estudiar, el recortes en becas, el endurecimiento de los requisitos para acceder a las becas… es un plan completo para que la educación sea un privilegio de unos pocos en vez de un derecho de todos.

¿Es la LOMCE una ley hecha a la medida de un proyecto basado en los recortes?

El PP prefiere dedicar el dinero público a salvar bancos o a amnistiar a defraudadores. Su lógica es que para el tipo de trabajos que nos esperan a los hijos de las familias trabajadoras no necesitamos más formación, por lo que no quieren gastarse ni un euro. Otra razón es que la educación es un negocio con el que quieren lucrarse a costa al sacrifico de todos los que están dispuestos a hacer lo que haga falta para que sus hijos vayan a la Universidad.

Pero luego hay un proyecto más a largo plazo, que es el modelo social que defienden. ¿Qué futuro es el que nos ofrecen? La precariedad, el paro, el exilio económico… si no tienes formación les facilita el trabajo, cuando tengas que acudir al mercado laboral y no tengas herramientas con las que defenderte.

¿Vais a continuar con una línea de trabajo unitario con profesores, familias y trabajadores de la Enseñanza?

Por supuesto. Los profesores y los padres tienen que estar a nuestro lado, y lo hemos hecho desde la primera huelga que convocamos contra la LOMCE en el 2012. Aunque hay una diferencia entre lo que piensan los trabajadores y los dirigentes de sus organizaciones. La magnitud del ataque justificaría una huelga general, no solo de la Enseñanza.