Herme Vanaclocha es subdirectora general de Epidemiología y Vigilancia en Salud pública y Sanidad Ambiental de la Generalitat Valenciana.
Ha aparecido el primer caso confirmado en La Gomera, ¿qué va a cambiar?
En estos casos, cuando se encuentra a un enfermo, se le pide una relación de todos los que han estado en contacto con él. Un enfermo de Alemania dijo que había estado en contacto con esta persona y que se había ido de vacaciones a España, se le ha encontrado y está aislado, porque si verdaderamente está enfermo hay que separarle de los demás. Igual que a los otros cuatro que iban con él.
¿Qué significa a efectos prácticos la alerta internacional declarada por la OMS?
Es algo más técnico, porque lo que hay que hacer ya se hacía, igual que en todos los países desarrollados. En cuanto se tuvo noticias se empezaron a tomar medidas para empezar a detectar casos de la forma lo más precoz posible.
El director del Centro de Coordinación de Emergencias de Sanidad, Fernando Simón, señala también que les «ha sorprendido» que Italia declare la emergencia tras conocer dos casos positivos. ¿En qué momento sería necesario hacerlo en España?
A mí también me ha sorprendido. El epicentro de la epidemia es Wuhan. El caso que se investigó en un crucero venía de Macao y hay que tener en cuenta que esto es como pretender que si alguien enferma en Holanda, en España nos tienen que asilar. Hay dos criterios clínicos, los síntomas y dónde ha estado el enfermo. En este caso, los síntomas son los mismos que la gripe, por eso hay que utilizar otros criterios como el geográfico.
Fernando Simón afirmó que esta enfermedad sigue sin ser excesivamente transferible. Sin embargo ha producido más casos confirmados que el virus SARS en 2003 y en menos tiempo y parece que se puede transmitir en el período de incubación. ¿Cuál es el criterio para afirmar su alta transmisibilidad?
Se calcula en función del seguimiento a los casos, viendo quién se pone enfermo de las personas con las que han estado en contacto, aplicando unos cálculos matemáticos. Se le llama el número básico de reproducción. En el sarampión, es 15, y en este coronavirus es 2. Lo que ocurre es que el número de casos asusta. Pero hay que tener en cuenta que Wuham tienen 11 millones de habitantes, y Hubei 46 millones. Cuando hablas de 10 mil casos, es mucho, pero no tantos en relación con la población.
El problema es que en una enfermedad como esta lo que se sabe es por los casos graves que son los que van al hospital, aquellos que necesitan atención médica. El resto, normalmente se quedan en su casa.
Hasta el 80% de los pacientes solo sufren síntomas menores parecidos a un resfriado. En el resto provoca una neumonía que puede acabar en muerte. ¿De qué depende que la evolución sea una u otra?
De si son personas que tengan otro tipo de patología subyacente. Por la información que tenemos se trata de problemas cardíacos, respiratorios… ¿Por qué unos se ponen enfermos y otros no? Es demasiado pronto, depende del sistema inmunológico de cada persona
¿Cómo se produce la transformación para que un virus propio de los animales pase a afectar a humanos?, ¿basta con prohibir la venta de animales salvajes para atajar estos brotes?
Llevamos algo adelantado porque es la tercera vez que un coronavirus pasa al ser humano. En el caso del SARS pasó de los murciélagos a las cibetas que vendían en los mercados de Guangdong. En Oriente Medio está el MERS, que pasó de los murciélagos a los camellos. Parece que los murciélagos suelen tener estos virus que utilizan un animal como intermediario antes de pasar al ser humano. En Occidente es muy improbable que pase porque el contacto directo con animales salvajes no existe, pero allí existen mercados donde se venden animales salvajes vivos en zonas de gran densidad de población.
La venta de animales salvajes está prohibida, pero ocurre igual. Eliminar el contacto directo con los animales minimizaría los riesgos. Habrían epidemias, pero no como estas, porque llevamos tres en muy poco tiempo.
Algunas voces cuestionan las cifras que ha dado el gobierno chino. ¿Ha actuado de forma correcta China de cara a controlar el brote y ayudar a otros países a reducir su impacto mundial?
Mi opinión personal es que en el brote del SARS no actuaron correctamente, pero ahora lo han hecho de forma diferente. El día 31 de diciembre dicen que tienen 27 casos de neumonía que no saben su etiología, y todos están relacionados con un mismo mercado. El día 7 de enero los científicos chinos ponen encima de la mesa que han aislado el virus y lo han secuenciado, de forma que toda la comunidad científica internacional puede estudiarlo y ayudarles. También han permitido que un grupo de expertos de la OMS vaya a China a trabajar con ellos. En pocos días se han tenido pruebas diagnósticas.
Existe el riesgo del falso alarmismo, por ejemplo la preocupación sobre si el virus puede venir con la gran cantidad de paquetería procedente de China, pero también hay una demanda de información sobre qué hacer. ¿Qué recomendaciones hay que dar a la población general en momentos como este?
A lo que asistimos es a una epidemia de miedo. En todas las comunidades autónomas recibimos llamadas de lo más inverosímiles, como gente que está preocupada porque han estado con chinos. En las redes sociales están apareciendo fotografías diciendo que es China cuando no lo es, o diciendo que hay 100 mil casos, cuando hay poco más de 10 mil. O gente de prestigio que hacen declaraciones que no tienen sentido porque no conocen de lo que hablan y ni siquiera es su especialidad.
La gente que acude al sistema sanitario que vienen de China hay que ver de qué zona vienen, y dependiendo de eso se activa el protocolo o no. El protocolo solo se ha activado 12 veces y se reciben muchas llamadas. La gente tiene que actuar con normalidad y no es necesario que nadie lleve mascarilla. Quien tiene que acudir al sistema sanitario es quien venga de la región afectada o de China si tiene alguna duda.
Y si la epidemia se extendiese, habría que hacer cosas muy normales que se nos olvidan, como ponerse el brazo en la boca si se tose, lavarse mucho las manos y protegerse de los estornudos con un pañuelo.