El afán de los gigantes eléctricos por saquear a la población parece no tener límites. De enero a septiembre han incrementado sus ganancias un 41,5%, estableciendo un nuevo récord de beneficios. Pero parece no ser suficiente. Los cinco principales monopolios eléctricos acaban de presentar una batería de peticiones, relacionadas con el reparto de los fondos europeos, que implicarían recibir hasta 20.000 millones de subvenciones públicas.
Se revuelven furiosas ante un impuesto eléctrico que les supone entregar una pequeña parte de sus cada vez mayores ganancias. No solo se niegan a contribuir, sino que quieren recibir una catarata de dinero público que casi multiplica por seis el gasto total destinado a dependencia.
La implantación del “tope al gas” ha permitido embridar el disparado incremento del precio de la electricidad, situándolo en nuestro país muy por debajo del vigente en el resto de la UE. Pero eso no significa que se haya esfumado el “atraco eléctrico”. La mejor forma de medirlo es la evolución de las ganancias de las eléctricas. Y en los nueve primeros meses de 2022 han vuelto a situar un nuevo techo.
De enero a septiembre, las cinco mayores compañías eléctricas (Iberdrola, Repsol, Endesa, Naturgy y Cepsa), que hegemonizan de forma casi absoluta el mercado eléctrico, han presentado beneficios netos por valor de 10.019 millones de euros… un 41,5% más que en el mismo periodo del año anterior.
Con ser desorbitados, estas no es la cuenta exacta del “atraco eléctrico”. El beneficio bruto operativo de estos cinco gigantes eléctricos escaló hasta septiembre a los 30.400 millones… un 46,3% más que en 2021.
Y la facturación de estos cinco “capos” de la electricidad en España se elevó hasta los 181.000 millones, lo que supone un incremento del 58%.
Estas son las cuentas del enorme negocio que para un ínfimo puñado de grandes monopolios supone el control de una mercancía tan básica para familias o empresas como es la electricidad.
Y estos fabulosos beneficios de las eléctricas son una losa que asfixia a la población y resta crecimiento al país.
¿Qué pretenden las eléctricas? Proteger a toda costa su negocio y multiplicar su atraco a la mayoría.
El gobierno ha aprobado un nuevo impuesto eléctrico fijado en el 1,2% de los ingresos de las eléctricas. Lo que supondrá una recaudación de 2.000 millones en los próximos dos años. Estos 1.000 millones anuales suponen solo un 10% de los beneficios netos de las eléctricas. Pero éstas ya han lanzado una feroz ofensiva contra el nuevo impuesto.
Lo que pretenden las eléctricas es que seamos nosotros, la mayoría de la población, la que les paguemos a ellos, a través del Estado. Y han fijado la cifra: 20.000 millones.
Es el resultado de sumar las diferentes peticiones presentadas por las eléctricas al Estado para recibir subvenciones y ayudas.
Están relacionadas con el reparto del dinero de los fondos europeos, que las grandes eléctricas pretenden copar, a través de proyectos relacionados con el coche eléctrico, las energías renovables o el hidrógeno verde.
Las cinco grandes eléctricas han emprendido una carrera por ser la que más dinero público recibe al calor de la adjudicación de los fondos Next Generation de la UE.
Es un atraco por partida doble. Por un lado aumentan sus beneficios gracias a la imposición de unos artificialmente elevados precios de la electricidad. Por otro se niegan a realizar contribuciones, aunque sean mínimas, que limiten sus ganancias, y pretenden que sea el Estado quien les subvencione, a través de una catarata de ayudas que acabamos pagando todos nosotros.