Las urnas del 12M han dado como resultado un retroceso histórico de las fuerzas independentistas. Hace ya mucho que el procés estaba muerto, pero estas elecciones han acabado de sepultarlo. Y esto es una buena noticia para la defensa de la libre unidad del pueblo de las distintas nacionalidades y regiones de España.
Sin embargo, como en todo proceso electoral, los resultados tienen aspectos positivos… y otros negativos. Veamos.
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Los mejores resultados del PSC
¿Vendabal Illa?
El PSC ya fue el partido más votado en las catalanas de 2021. Pero esta vez su victoria ha sido diferente. Nunca antes, ni siquiera con Maragall o Montilla, cuando presidieron la Generalitat, los socialistas habían ganado unas autonómicas catalanas tanto en votos como en escaños.
Con cerca de un millón de votos, hasta 220.000 más que en las autonómicas de 2021, Illa ha sido el indiscutible ganador.
Cimentando su victoria en el cinturón metropolitano de Barcelona, histórico feudo de la izquierda. El PSC ha obtenido una abultada victoria en nueve de las 10 grandes ciudades catalanas del cinturón metropolitano de Barcelona. En algunas de ellas, como Hospitalet, Cornellà o Santa Coloma, superando el 40% de los votos emitidos.
¿En qué se ha basado este triunfo arrollador? Illa no ha ofrecido una sola medida que vaya a frenar el atraco que sufre la mayoría de la población, ni tampoco a recortar los beneficios de bancos o eléctricas, basados en un mayor expolio a la mayoría.
Ha arrasado el voto útil al PSC para poner punto final al procés.
Pero sí se ha beneficiado de una poderosa corriente: amplios sectores del pueblo trabajador catalán han decidió que era el momento de poner fin al procés, y el apoyo al PSC ha sido el voto útil para poder “pasar página”.
Esta es la razón que explica el “vendabal Illa”. Que ha sido también una rotunda victoria de Sánchez. Tras el fiasco en Galicia, el PSOE ha conseguido volver a entrar en el gobierno vasco, y arrasado en Cataluña. Revalorizando la arriesgada apuesta primero por los indultos y luego por la amnistía. Y acumulando fuerza política a pocas semanas de unas importantes elecciones europeas.
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Avance de PP en Cataluña
El PP sale de la UVI
En 2021 el PP quedó reducido en el parlament catalán a solo tres diputados. Era imposible empeorar y muy fácil hacerlo mejor.
Sin embargo, los resultados del partido de Feijóo en estas elecciones catalanas son un pequeño paso adelante. Es la fuerza que más crece, triplicando sus votos y multiplicando por cinco sus escaños. Ha conseguido superar a Vox, y su crecimiento es mayor que los sufragios perdidos por Ciutadans.
Aunque sigue ocupando un lugar secundario en Cataluña, es la cuarta fuerza, el partido de Feijóo ha salido de la UVI.
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Comuns-Sumar pierde peso en Cataluña
Nuevo recorte a la izquierda del PSOE
Aunque Catalunya en Comú, que se ha presentado de la mano de Sumar, haya perdido dos diputados ha conseguido retener seis, y aspira a ser decisiva en la formación de un “gobierno de izquierdas” encabezado por el PSC. Parece un buen resultado, tras no haber entrado en el parlamento gallego y obtener un único diputado en Euskadi. Pero no puede esconder un preocupante retroceso.
En 2015 “els comuns” obtuvieron 11 diputados y más de 360.000 votos. Ahora ese apoyo se ha visto reducido a la mitad: 6 escaños y poco más de 180.000 votos.
En la izquierda ha arrasado el “voto útil” al PSC. Pero las posiciones mantenidas por los comunes han ayudado a ello.
Por un lado se han autoexcluido del voto que exigía poner fin al procés, al cuanto menos conciliar con el independentismo. Todavía recordamos el viaje de Yolanda Díaz a Waterloo para mostrar cercanía con Puigdemont, acompañada de un dirigente de los comunes, Jaume Asens, que se atrevió a afirmar que el líder de Junts estaba en muchos aspectos “a la izquierda del PSOE”.
Y Comuns-Sumar ha basado toda su campaña en “evitar un gobierno de la derecha”, ofreciendo como única bandera que le diferenciara del PSC su oposición al megacasino Hard Rock.
Aunque no en los niveles registrados en Galicia o Euskadi, en Cataluña también ha avanzado la disminución del peso político de las formaciones a la izquierda del PSOE. Esta es sin duda una mala noticia.
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De Vox a Aliança Catalana
Doble peligro ultra
El avance de la ultraderecha, que es una realidad en toda Europa, ha golpeado Cataluña, y por partida doble.
Por una parte Vox ha mantenido los 11 diputados que ya tenía en el Parlament catalán, aumentando ligeramente los votos recibidos hasta acumular un cuarto de millón.
Por otra, ha irrumpido Aliança Catalana, con más de 100.00 votos y dos escaños, uno por Girona y otro por Lleida. Es una formación agresivamente independentista, que exige volver a declarar la DUI, y rabiosamente xenófoba y racista, dirigiendo sus iras contra la inmigración islámica.
Anidó en Ripoll, donde ostenta la alcaldía, y ahora ha extendido su tóxico mensaje al conjunto de Cataluña.
De la misma manera que Vox surgió del seno del PP, Aliança Catalana se ha gestado en los sectores más ultramontanos del independentismo de derechas. Las declaraciones racistas de la hoy líder de Aliança Catalana anclan sus raíces en los insultos xenófobos de Marta Ferrusola, esposa de Jordi Pujos, contra la inmigración. Y Laura Borràs, una de las líderes actuales de Junts, se negó a firmar el pacto para evitar que Aliança Catalana accediera a la alcaldía de Ripoll.
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¿Qué puede pasar en Cataluña?
Lo que las urnas han decidido
La única suma posible para formar un nuevo gobierno en Cataluña es la integrada por PSC, ERC y los comunes.
Un gobierno PSC-Junts es absolutamente inviable. Y la aspiración de algunos sectores independentistas a que el PSC se abstenga, permitiendo que Puigdemont sea president, es la ensoñación de quienes todavía no han asumido su inapelable derrota.
Pero, a pesar de la apabullante victoria socialista, y de que no exista una mayoría independentista alternativa, Illa no lo va a tener fácil para formar gobierno.
Las urnas apuesta por un gobierno que cierre el procés y se dedique a resolver los problemas que nos afectan.
La constitución de un gobierno “de izquierdas” depende de ERC, que ha pasado de presidir la Generalitat a perder casi la mitad de sus diputados. El líder de ERC, Pere Aragonés, ya ha anunciado su decisión, anunciando que pasarán a estar en la oposición.
Es improbable la reedición de un gobierno tripartido entre PSC, ERC y los comunes. Más factible es que ERC permita, sin entrar en el gobierno, un ejecutivo presidido por Illa. Aunque van a arreciar las presiones para que eso no suceda.
Nada está decidido. Pero está claro que los votos en Cataluña han lanzado dos mandatos. Por un lado liquidar el procés, impidiendo un nuevo gobierno independentista. Por otro ofreciendo una mayoría progresista para formar un gobierno que se dedique a resolver los problemas que nos afectan, desde la sanidad a la vivienda.