Una de cada tres mujeres ha sido objeto de violencia de género en algún momento de su vida. Según la ONU, 87.000 mujeres mueren cada año por violencia de género, de la India a Estados Unidos, pasando por Argentina, Honduras, El Caribe, Arabia Saudí, Líbano, pero también en otros países más sensibilizados como Dinamarca y Finlandia. La violencia de género se ha convertido en una emergencia social en todo el Planeta. Desde hace dos años, esta escalofriante realidad ha puesto en pie a las mujeres. El paro internacional de mujeres el 8 de Marzo de 2017 fue el primer aviso.
En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y convocada por organizaciones feministas y en defensa de los derechos de la mujer se produjo la adhesión de más de 170 países, bajo lemas como “Si nosotras paramos el mundo se para”. La movilización simultánea tuvo el objetivo de visibilizar la situación de explotación de las mujeres en el ámbito del trabajo, la reproducción social y el trabajo reproductivo. Este primer paso tuvo su eco en la Huelga General del 8 de Marzo de 2018.
Cabe mencionar también el movimiento #MeToo (#Yo También), iniciado de forma viral como hashtag (#) en las redes sociales, surgido en octubre de 2017 para denunciar la agresión sexual y el acoso a raíz de las denuncias contra el magnate Harvey Weinstein.
La activista social Tamara Burke y la actriz Alyssa Milano animaron a las mujeres a que denunciaran sobre sus experiencias para demostrar la extensión de estos comportamientos, fue utilizado por más de 500.000 mujeres, entre ellas muchas celebridades. Sin embargo, este movimiento fue criticado por la misma Tamara Burke por situar la responsabilidad de la denuncia por abuso y acoso recibidos sobre la víctima. Pero las cosas cambian y las mujeres hemos aprendido.
El 25 de noviembre de 2019, Día Internacional Contra la Violencia de Género, una veintena de mujeres salía a la calle a realizar una performance; al poco tiempo fueron alrededor de 50.000 en la Plaza de Santiago de Chile, pero también miles de mujeres salieron a ocupar las plazas de México, París, Berlín, Nueva York, Madrid, Barcelona, Líbano, India… La secuencia es siempre la misma: se tapan los ojos con una venda y cuando empieza a sonar la música cantan y bailan una sencilla coreografía que se ha convertido en un himno feminista global.
“Un violador en tu camino” cuenta ya con millones de visualizaciones en You Tube, según palabras de Rita Segato, antropóloga argentina de cuyas tesis han bebido las autoras del tema. La novedad es la extraordinaria circulación planetaria de una lírica que condensa de forma práctica el conjunto de ideas que actúan en el corazón de la violación. Las mujeres de todo el planeta sienten en su piel el patriarcado. En el actual orden político, la mujer es sospechosa moralmente, vulnerable al mal, a la tentación.
En la civilización judeocristiana, pero también en otras, la mujer ha de ser capturada, normalizada, disciplinada, la propia letra del himno, “el Estado opresor es un macho violador”, enfoca y hace recaer la responsabilidad de la violencia de género, no en las mujeres, ni siquiera en los hombres, a los que el patriarcado somete a un rol perjudicial para su libertad como individuos, sino al Estado y sus aparatos, especialmente a los represivos.
“Duerme tranquila niña inocente sin preocuparte del bandolero, que por tus sueños dulce y sonriente vela tu amante carabinero”, fue extraído del himno de los carabineros de Chile. Tanto en la forma como en el contenido, “Un violador en tu camino” se ha convertido en una línea revolucionaria y trasgresora dentro del movimiento feminista, a diferencia como hemos mencionado antes de #Me Too, pero también de las líneas de reivindicaciones inmediatas, justas pero insuficientes por asimilables en el marco actual.
Las tesis de Rita Segato y la canción del colectivo Lastesis son indigeribles por el orden social establecido hoy día. La alternativa, sin mencionarla, ha de venir de un cambio global, de un golpe al Estado para transformarlo en otro donde mujeres y hombres puedan vivir y convivir en pluralidad y en diferencia para construir todos juntos un mundo de libertad colectiva e individual.
¿Quiénes son Lastesis? Sibila Sotomayor y Dafne Valdés del área de las artes escénicas, Paula Cometa del ámbito del diseño y la historia y Lea Cáceres desde el diseño de vestuario dieron vida al colectivo interdisciplinario de mujeres Lastesis. Estas cuatro mujeres de 31 años tienen como objetivo tomar las tesis teóricas de otras feministas y traducirlas a un formato de performance con el fin de llegar a múltiples audiencias. Actualmente se inspiran en las tesis de Rita Segado (Buenos Aires 1951, escritora, antropóloga y activista feminista): “nuestra intervención dura solo 15 minutos. La idea es que sea clara, concisa y efectiva”.
El patriarcado es un juez,
que nos juzga por nacer
y nuestro castigo
es la violencia que no ves,
es la violencia que ya ves.
Es feminicidio,
impunidad para el asesino.
Es la desaparición.
Es la violación.
Y la culpa no era mía,
ni donde estaba,
ni como vestía.
El violador eras tú.
El violador eres tú.
Son los pacos.
Los jueces.
El Estado.
El presidente.
El Estado opresor
es un macho violador.
El violador eras tú.
El violador eres tú.
Duerme tranquila, niña inocente,
sin preocuparte del bandolero,
Que por tus sueños dulce y sonriente
vela tu amante carabinero.
El violador eres tú.
El violador eres tú.
El violador eres tú.
El violador eres tú.