«El informe detalla cómo la recesión ha causado enormes pérdidas humanas. El número de personas que viven en la pobreza el año pasado trepó a casi 43,6 millones, desde los 39,8 millones de 2008. El porcentaje de personas que viven en la pobreza extrema también subió – el 14,3 por ciento, la tasa más alta desde 1994.»
La asistencia federal ha evitado que el daño sea aún eor. La ampliación de los beneficios de desempleo ha ayudado a mantener tres millones de familias por encima de la línea de pobreza. Los cupones de alimentos y los créditos fiscales ayudaron a aliviar el dolor de millones de personas. Estas últimas cifras deprimentes de la Oficina del Censo ponen de relieve por qué la reforma de la salud es vital. Y muestran, una vez más, por qué los votos republicanos para derogarla son exactamente los que el país no necesita. (THE NEW YORK TIMES) THE WALL STREET JOURNAL.- El mes pasado, miles de agricultores protestaron por la adquisición forzosa de sus tierras para dar paso a una autopista hacia el Taj Mahal. En la revuelta, lincharon a un oficial de policía y quemaron equipo de construcción valorado en US$12 millones, lo que resultó en la paralización del enorme proyecto vial. Rahul Gandhi, quien tiene altas probabilidades de convertirse en el próximo primer ministro, apareció poco después en este lodoso pueblo en las afueras de Delhi para expresar su solidaridad… no con la policía sino con los agricultores. Por mucho tiempo, la democracia más poblada del mundo ha tenido problemas con la adquisición de tierras para construir la infraestructura y las industrias necesarias para mantener su crecimiento económico. Ahora, su propio partido de gobierno está oponiéndose cada vez más a los nuevos proyectos. EEUU. The New York Times El terrible impacto de la recesión El último informe de la Oficina del Censo sobre la pobreza y la cobertura del seguro de salud es sombrío. Con millones de estadounidenses sin trabajo, no podía ser de otra manera. El número récord de personas el año pasado que no tienen seguro de salud –50,7 millones, un aumento desde los 46,3 millones en 2008– demuestra con elocuencia por qué el país necesita con urgencia la reforma sanitaria aprobada en marzo. También es un recordatorio de por qué los programas gubernamentales estableciendo una red de seguridad, a pesar de toda la demagogia reciente, son tan esenciales en tiempos de problemas. El informe detalla cómo la recesión ha causado enormes pérdidas humanas. El número de personas que viven en la pobreza el año pasado trepó a casi 43,6 millones, desde los 39,8 millones de 2008. El porcentaje de personas que viven en la pobreza extrema también subió – el 14,3 por ciento, la tasa más alta desde 1994. La pobreza se define como ingresos en efectivo antes de impuestos por debajo de 22.000 dólares anuales para una familia de cuatro miembros. La asistencia federal ha evitado que el daño sea aún peor. La ampliación de los beneficios de desempleo ha ayudado a mantener tres millones de familias por encima de la línea de pobreza. Los cupones de alimentos y los créditos fiscales ayudaron a aliviar el dolor de millones de personas. La fuerza motriz para el gran salto en el número de personas sin seguro fue una caída de 6,5 millones en la cobertura de atención médica privada, ya que los empresarios despidieron a los trabajadores o eliminaron beneficios para la salud. El porcentaje de personas cubiertas por el seguro de salud basado en el empleo se redujo a un 55,8 por ciento en 2009 desde el 58,5 por ciento del año anterior. Es el nivel más bajo de cobertura de los empresarios desde el año 1987. Una vez más, los programas del gobierno recogieron con holgura a algunos. En especial Medicaid, cuyo trabajo abarca a muchos de los trabajadores de bajos ingresos despedidos. Lo que coloca una mayor presión sobre los presupuestos estatales. La ley de reforma del nuevo aliviará estos problemas. Se ampliará en gran medida el Medicaid para los pobres (sobre todo a expensas del gobierno federal) y concederá subvenciones a las personas de ingresos medios para ayudar a comprar pólizas de seguro en las nuevas bolsas. La mayoría de estos cambios comenzarán en 2014, pero algunas medidas, como los créditos fiscales para ayudar a las pequeñas empresas a cubrir a sus empleados, ayudará a la gente a mantener la cobertura en este momento. Estas últimas cifras deprimentes de la Oficina del Censo ponen de relieve por qué la reforma de la salud es vital. Y muestran, una vez más, por qué los votos republicanos para derogarla son exactamente los que el país no necesita. THE NEW YORK TIMES. 16-9-2010 EEUU. The Wall Street Journal La encrucijada del desarrollo en India Geeta Anand El mes pasado, miles de agricultores protestaron por la adquisición forzosa de sus tierras para dar paso a una autopista hacia el Taj Mahal. En la revuelta, lincharon a un oficial de policía y quemaron equipo de construcción valorado en US$12 millones, lo que resultó en la paralización del enorme proyecto vial. Rahul Gandhi, quien tiene altas probabilidades de convertirse en el próximo primer ministro, apareció poco después en este lodoso pueblo en las afueras de Delhi para expresar su solidaridad… no con la policía sino con los agricultores. Por mucho tiempo, la democracia más poblada del mundo ha tenido problemas con la adquisición de tierras para construir la infraestructura y las industrias necesarias para mantener su crecimiento económico. Ahora, su propio partido de gobierno está oponiéndose cada vez más a los nuevos proyectos. En el estado de Orissa, el gobierno indio recientemente le impidió a la empresa británica Vedanta Resources PLC explotar bauxita. Por cinco años, la empresa surcoreana Posco ha intentado construir una planta de acero de US$12.000 millones pero no ha logrado comenzar debido a la oposición local. "El tema de la tierra se ha convertido en algo muy emocional, así que para el gobierno este es un momento de pacificación, no de impulsar el crecimiento", explica Deepak Parekh, presidente ejecutivo del conglomerado indio HDFC Group, y un asesor económico del gobierno. Cuando el partido del Congreso Nacional Indio de Gandhi llegó al poder en 2004, la bolsa de valores cayó por temor a que dañaría la liberalización económica impulsada en la década de los 90 por el opositor Bharatiya Janata Party (Partido Popular Indio). Pero el partido del Congreso dejó intacta la agenda de liberalización económica. Ahora, los inversionistas internacionales temen que el partido de gobierno esté echándose atrás. Con el enfriamiento del crecimiento en Estados Unidos y las economías más maduras del mundo, esperan que India y China impulsen los negocios en décadas venideras. Muchos predicen que en la próxima década, India superará a China como la economía con el crecimiento más rápido del mundo. La economía india creció 7,4% el año pasado y logró un ritmo aún más rápido de 8,8% durante el segundo trimestre de este año. India necesita mantener el rápido crecimiento para sacar a 410 millones de personas, entre sus 1.100 millones de habitantes, de la pobreza y proveer trabajos para decenas de millones de indios que entran al mercado laboral cada año. Pero India no puede satisfacer las altas expectativas de crecimiento si la infraestructura y proyectos industriales vitales se estancan o se cancelan debido a enfrentamientos por tierras. Proyectos de acero por valor de más de US$80.000 millones se han atrasado por problemas con la adquisición de tierras y aprobaciones ambientales, según el Ministerio del Acero de India. Los líderes de gobiernos locales permanecen frustrados por el estancamiento o la cancelación de proyectos de desarrollo industrial y de vías que esperaban proveerían trabajos y reducirían la pobreza. "Es una contradicción, porque si se detiene la construcción de carreteras y proyectos mineros en regiones rurales se limita el crecimiento rural, aunque esto sea una respuesta a las protestas de las comunidades rurales", señala N.R. Bhanumurthy, un profesor del Instituto Nacional de Políticas y Finanzas Públicas, un centro de estudio en Nueva Delhi. En agosto, el Ministerio de Medio Ambiente de India le prohibió a Vedanta extraer bauxita en las montañas que son el hogar de una tribu de 8.000 personas. El conglomerado minero había obtenido los permisos medioambientales federales y estatales necesarios, además del visto bueno de la Corte Suprema india. Pero el ministerio alegó que Vedanta no había obtenido el respaldo de la tribu, y había expandido su planta de alúmina de casi US$5.400 millones antes de obtener el permiso necesario. La decisión tuvo un efecto inmediato en el empleo local, ya que Vedanta tuvo que cancelar contratos relacionados con los planes de expansión. Manifestantes, aparentemente molestos por perder sus trabajos, atacaron la primera semana de septiembre las instalaciones de la refinería, confirmó un directivo de la empresa. Incluso antes de que Gandhi se involucrara en la controversia sobre la compra de terrenos, el historial de India en materia de desarrollo de infraestructura dejaba mucho que desear. En 2007, el gobierno estimó que necesitaba US$500.000 millones para mejorar la infraestructura antes de 2012, pero únicamente una fracción de esos proyectos está en proceso. El nuevo comisionado de India para carreteras tomó posesión el año pasado con la promesa de construir 20 kilómetros de carreteras al día. Pero con apenas 8 kilómetros por día el año pasado, no se ha acercado a esa meta. Este año se espera construir lo mismo. La autopista Yamuna, que con 165 kilómetros intenta unir a Delhi con el Taj Mahal, se planificó hace siete años. Se espera que reduzca el tiempo de viaje entre los dos puntos a una hora y media en lugar de las siete horas que a veces toma atravesar la carretera actual de cuatro carriles, plagada de agujeros y obstruida por vacas, tractores, camiones y buses de turistas. Como ocurre con la mayoría de proyectos de construcción en India, Yamuna fue una asociación pública y privada. El gobierno otorgó el contrato de construcción y actuó como el intermediario del constructor privado —el Jayppe Group, un conglomerado indio— para adquirir la tierra. En 2007, el gobierno estatal comenzó a servir de intermediario en la compra de 2.200 hectáreas que Jaypee Group necesitaría para construir la vía. El gobierno fijó varios precios por la tierra a ser comprada, dependiendo de la valorización de la zona. Los terrenos en la región cercana a Delhi, Noida, se cotizaron a unos US$20 el metro cuadrado, indican oficiales que monitorean el proyecto. Los terrenos más lejanos, en el distrito de Aligarh, se valoraron en US$10 por metro cuadrado. Las protestas comenzaron a finales de julio cuando funcionarios de gobierno intentaron completar las compras de tierras. Miles de agricultores en Aligarh protestaron al considerar que no recibían lo suficiente por sus tierras. El 14 de agosto, los protestantes quemaron equipo de construcción, dice K. Ravindra Naik, el magistrado de distrito de Aligarh, agregando que los manifestantes capturaron a uno de los policías que intentaban arrestarlos y lo asesinaron. Dos días después, un alto funcionario de gobierno accedió a pagarles a los agricultores de Aligarh más dinero por la tierra y darles la opción de no vender. Pero muchos agricultores aún no están satisfechos. "El gobierno indio está tratando de moderar su apoyo a las grandes empresas con el reconocimiento de los derechos de los agricultores y las tribus", dijo Dilip Simeon, un historiador de la Universidad de Delhi. Y mientras lo hace, agrega Bhanumurthy, del centro de estudios, "la política de desarrollo de India está definitivamente en una encrucijada". THE WALL STREET JOURNAL. 18-9-2010