El siglo sin dueño

«Pero su gira oriental, diez largos dí­as, que le ha llevado desde India hasta Japón, pasando por Indonesia y Corea del Sur, supone la admisión más clara hasta ahora de que el siglo XXI ya no es americano. Puede que todaví­a sea pronto para calificarlo como asiático, pero en este continente se encuentran los actores que lo van a definir. La presidencia de Obama está resultando la lí­nea divisoria tras la que aparece el ascenso de los otros.»

La suma cero es imosible y la subida de los ya emergidos, como China o India, y de los emergentes, se produce a costa de Estados Unidos. Presidente de EE UU busca socio estratégico para continuar dirigiendo el mundo en sociedad limitada. Aporta experiencia anterior, tecnología punta, fuerza militar de primer orden, con recursos menguantes que hacen discutible su mantenimiento, situación geográfica estratégica, buena demografía, creatividad, enorme déficit con economía flexible de primer nivel aunque renqueante. Necesito urgentemente crear empleos y exportar más para mantener el sueño americano. Soy tolerante y creo en el diálogo con el mundo musulmán. Este podría ser el anuncio del viaje de Obama LA VANGUARDIA.- Una campaña electoral es siempre la lucha por una pregunta. El interrogante que desearán despejar la mayoría de los electores cuando acudan a las urnas. Convergència i Unió encabeza todas las encuestas porque desde hace meses ha logrado fijar la pregunta y la respuesta. ¿Desea usted que Catalunya siga siendo gobernada por la coalición tripartita? No. El éxito –inicial– de CiU consiste en haber empujado al presidente de la Generalitat al interior de su pregunta. Atrapado en la red, José Montilla ha respondido que no. Él tampoco desea una tercera edición de la alianza tripartita. Jaque mate. ¿Partida concluida? No, del todo. La política es dialéctica. EL MUNDO.- El Gobierno español está dispuesto a enfrentarse a quien sea, incluyendo a Alemania. Todo a cambio, evidentemente, de no tensar más el mercado de deuda pública de la Unión Europea. Así lo dejó claro el presidente en una rueda de prensa ayer tras la Cumbre del G-20, al ser interrogado acerca de su opinión con respecto a las demandas germanas de que los tenedores de deuda pública afronten quitas si los países de los que tienen bonos deben ser rescatados por la UE. «No estamos de acuerdo y no será fácil que esto prospere», declaró Zapatero. Justo unas pocas horas antes la canciller alemana, Angela Merkel, había afirmado que «no podemos estar explicando constantemente a nuestros votantes que los contribuyentes tienen que ser más responsables de ciertos riesgos que aquéllos que hacen un montón de dinero tomando esos riesgos». Opinión. El País El siglo sin dueño F. G. Basterra Asia ha concentrado esta semana todas las miradas confirmando su papel central en el nuevo casting mundial. Con los vaqueros de la caballería republicana entrando en el fuerte demócrata de Washington, Obama, vapuleado políticamente, ha optado por la huida exterior, donde aún mantiene reservas de reconocimiento. Pero su gira oriental, diez largos días, que le ha llevado desde India hasta Japón, pasando por Indonesia y Corea del Sur, supone la admisión más clara hasta ahora de que el siglo XXI ya no es americano. Puede que todavía sea pronto para calificarlo como asiático, pero en este continente se encuentran los actores que lo van a definir. La presidencia de Obama está resultando la línea divisoria tras la que aparece el ascenso de los otros. La suma cero es imposible y la subida de los ya emergidos, como China o India, y de los emergentes, se produce a costa de Estados Unidos. Presidente de EE UU busca socio estratégico para continuar dirigiendo el mundo en sociedad limitada. Aporta experiencia anterior, tecnología punta, fuerza militar de primer orden, con recursos menguantes que hacen discutible su mantenimiento, situación geográfica estratégica, buena demografía, creatividad, enorme déficit con economía flexible de primer nivel aunque renqueante. Necesito urgentemente crear empleos y exportar más para mantener el sueño americano. Soy tolerante y creo en el diálogo con el mundo musulmán. Este podría ser el anuncio del viaje de Obama. Nada más iniciarlo afirmó que la relación de EE UU con India, primera democracia del mundo con 1.200 millones de habitantes, definirá el siglo XXI. El analista indio K. Subrahmanyam respondía sugerentemente al anuncio: "Estados Unidos necesita un socio, Europa está envejeciendo, Japón está envejeciendo y China va a envejecer. Las únicas naciones importantes que no envejecerán, al menos en los próximos 30 años, son EE UU e India". En la primavera de 2009, en su primer viaje asiático, el primer presidente americano del Pacífico, según su propia definición, dijo textualmente: "La relación de Estados Unidos con China definirá el siglo XXI". ¿En qué quedamos? Ya admitía la incapacidad de EE UU de soportar un nuevo siglo americano. Comenzó a hablarse de Chimérica. Obama ha combinado en su gira varias cosas. En primer lugar, la búsqueda de empleos en EE UU. Ha logrado contratos sustanciosos para los aviones Boeing que podrían traducirse en 50.000 puestos de trabajo. Una defensa contra quienes le critican por desembarcar en India, el país al que externaliza la economía norteamericana exportándole puestos de trabajo. La IBM tiene trabajando en India más del doble de personal que en EE UU. País que ya no compite solo con sus manufacturas sino también con trabajos inteligentes, retando a EE UU en innovación. El viaje también puede verse como una oportunidad de garantizar la influencia norteamericana sobre una Asia, que no es única, y que observa con recelo el ascenso de China y sus reclamaciones territoriales en su extranjero próximo, mientras teme la pérdida de espacio estratégico de Washington en la región. Y, por último, visita las cuatro democracias más importantes del continente y envía un mensaje a Pekín, desde Indonesia: "La prosperidad sin libertad es otra forma de pobreza". No quiere que se entienda como un intento de aislar a China, y Obama asegura que no busca contenerla. Desafortunada expresión nacida en el inicio de la guerra fría e inaplicable hoy. ¿Es posible y deseable que China crezca y que, al tiempo, EE UU continúe siendo poderosa e influyente en Asia? ¿Se trata de cambiar el consenso de Pekín: capitalismo de estado sin democracia, por el consenso de Bombay: economía de mercado y libertades individuales? Un cierto estupor estratégico domina la política de Estados Unidos. Pero como en el extraordinario cuento twitter del autor guatemalteco Augusto Monterroso, cuando Obama regrese a Washington y despierte, el dinosaurio chino, más bien dragón, todavía estará allí. Para comprender mejor la concurrencia simultánea, por primera vez en la historia, de tres grandes poderes en Asia: China, India y Japón, resulta útil la lectura del libro del ex director de The Economist, Bill Emmott, Rivals, How the power struggle between China, India and Japan will shape our next decade (Penguin). La frustrante cumbre del G-20 en Seúl fotografía el traslado del centro de gravedad de la influencia económica y política hacia Asia, y la pérdida de peso y autoridad de EE UU, contestada a la vez por europeos y asiáticos. Fue Washington quien empujó a los emergentes, reconociendo que las viejas naciones industrializadas no podían resolver los problemas por si solas. Ahora, los Bric están en la silla del conductor. Y Europa, cada vez más alemana, absorbida por evitar una nueva crisis de la deuda, no actúa como un todo. Bordea la irrelevancia. EL PAÍS. 13-11-2010 Opinión. La Vanguardia Entre Weimar y Pitarra Enric Juliana Una campaña electoral es siempre la lucha por una pregunta. El interrogante que desearán despejar la mayoría de los electores cuando acudan a las urnas. Convergència i Unió encabeza todas las encuestas porque desde hace meses ha logrado fijar la pregunta y la respuesta. – ¿Desea usted que Catalunya siga siendo gobernada por la coalición tripartita? – No. El éxito -inicial- de CiU consiste en haber empujado al presidente de la Generalitat al interior de su pregunta. Atrapado en la red, José Montilla ha respondido que no. Él tampoco desea una tercera edición de la alianza tripartita. Jaque mate. ¿Partida concluida? No, del todo. La política es dialéctica. Después de una pregunta siempre viene otra y ahora cabe la posibilidad que el día 28 de noviembre los electores se planteen la siguiente cuestión: – ¿Conviene una victoria aplastante de CiU? Los quince días que nos esperan girarán alrededor de esta segunda pregunta. Evidentemente, Artur Mas luchará para regresar al primer interrogante. En este sentido, la encuesta divulgada ayer por el Centro de Investigaciones Sociólogicas le favorece. Ha hablado el oráculo de Madrid: CiU parece lejos de la mayoría absoluta. Hay partido. A 619 kilómetros de distancia y con plena conciencia de que no será, ni por asomo, la pregunta principal en las próximas dos semanas, me atrevería a añadir lo siguiente al cuestionario catalán. – ¿Puede aspirar a la independencia, esto es, a la modificación unilateral de las fronteras interiores de la Unión Europea, un país endeudado hasta las cejas; un país con un empréstito por valor de 3.000 millones de euros con tasas de interés griegas, cuya clase política se somete voluntariamente al escarnio de la sátira en la televisión pública? La pregunta es impertinente y puede que contenga alguna trampa. La Generalitat tiene derecho a pagar sus bonos a precio de la República de Weimar si puede ofrecer garantías de devolución. Y la sátira como discurso medular de la televisión pública puede ser leída como un buen síntoma de salud democrática. En ningún otro lugar de la Península – ni siquiera en Portugal-ocurre algo similar. Catalunya, conviene repetirlo, es la sociedad más democrática -democratista, para ser más exactos- de España. Pero Catalunya, nación europea, se halla hoy sentada sobre el mismo barril de pólvora que el resto del continente. La crisis será larga y la pobreza (que no suele aparecer en los programas de variedades) avanza. Habrá más sufrimiento. La política, gobierne quien gobierne, tendrá grandes dificultades para legitimar lo que viene, de manera inexorable: el gradual recorte del estado social. Mal momento para un estamento político escarnecido. La gran decisión de esta legislatura, no lo duden, es el empréstito. Tres mil millones a precio griego. Deuda pública respaldada en última instancia por los mecanismos de intervención del Sacro Imperio Romano Germánico -perdón, la Unión Europea-. Los bonos Castells atornillan Catalunya al Directorio Europeo. Y en Berlín no están para bromas. Opinión. El Mundo Zapatero frena a Merkel en defensa de Irlanda Pablo Pardo José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a hacer lo que haga falta para que los inversores no incurran en costes si cometen errores y el país en el que han puesto su dinero afronta una suspensión de pagos. Al menos, si el país es de la zona del euro. En ese caso, el Gobierno español está dispuesto a enfrentarse a quien sea, incluyendo a Alemania. Todo a cambio, evidentemente, de no tensar más el mercado de deuda pública de la Unión Europea. Así lo dejó claro el presidente en una rueda de prensa ayer tras la Cumbre del G-20, al ser interrogado acerca de su opinión con respecto a las demandas germanas de que los tenedores de deuda pública afronten quitas si los países de los que tienen bonos deben ser rescatados por la UE. «No estamos de acuerdo y no será fácil que esto prospere», declaró Zapatero. Justo unas pocas horas antes la canciller alemana, Angela Merkel, había afirmado que «no podemos estar explicando constantemente a nuestros votantes que los contribuyentes tienen que ser más responsables de ciertos riesgos que aquéllos que hacen un montón de dinero tomando esos riesgos». La tesis de Merkel se produce mientras el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, trabaja en sus reflexiones al respecto, que serán presentadas a principios de diciembre. El Consejo Europeo que ha de celebrarse el 17 de ese mes tomará la decisión definitiva sobre el marco legal que regirá futuros rescates en la eurozona. Para Zapatero, el principal causante de la crisis de Irlanda es la propia Irlanda, un país que, recordó, va a tener un déficit del 32% del PIB por el colapso de su sistema bancario. Pero, en todo caso, el presidente español considera que el análisis de Merkel es incorrecto. Lo cual le sitúa, paradójicamente, en el territorio de los defensores de lo que en Estados Unidos se llama, no sin sarcasmo, corporate welfare, una expresión que puede ser traducida de forma libre como Estado de Bienestar de las empresas. Su tesis también plantea el problema del riesgo moral, o moral hazard, es decir, lo que sucede cuando, en una operación en la que hay dos partes, una está aislada de las consecuencias de sus actos. En este caso, los inversores pueden seguir tomando riesgos porque saben que siempre estarán los contribuyentes. De hecho, existe un trabajo clásico a este respecto, publicado en abril de 1994 por el economista keynesiano George Akerlof (ganador del Nobel siete años después) y el neoclásico Paul Romer titulado, significativamente, Saqueo. El submundo económico de la quiebra a cambio de beneficios. Akerlof y Romer estudian una serie de casos, desde el colapso del sistema financiero chileno de los años 80 hasta la crisis de los bonos basura de Wall Street, pasando por el hundimiento de las cajas de ahorros de EEUU y por el ciclo del mercado inmobiliario de Dallas, para llegar a la conclusión de que «un submundo económico puede salir a la luz si las empresas tienen incentivos para declararse en quiebra a costa de la sociedad». En otras palabras: si el conjunto de la sociedad paga los platos rotos. En el caso de Irlanda, Zapatero no mostró ayer su malestar con Merkel por el hecho de que ella proponga, a partir de 2013, que parte de esos platos rotos los paguen los inversores que los rompieron (aunque otra parte la pagarán los países que también contribuyeron a destrozar la vajilla). «A la hora de coordinar políticas económicas habría que evitar debates hipotéticos, impulsados siempre desde el mismo país», dijo el presidente español. En el intento por tranquilizar a los mercados internacionales por los temores sobre un posible rescate a Irlanda, las cinco grandes potencias de la UE dieron ayer un paso adelante. Los ministros de Economía de España, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido firmaron un documento conjunto en el que, aunque no se hace referencia concreta a la situación de la economía irlandesa, se aclara que cualquier uso del Fondo de Rescate Europeo no incluiría la implicación del sector privado, en línea con las declaraciones del presidente Zapatero. «Cualquiera que sea el debate dentro de la zona euro sobre cómo será en el futuro el mecanismo permanente de resolución de crisis y la potencial implicación del sector privado en este mecanismo, tenemos claro que no se aplicará a cualquier deuda pendiente y a cualquier programa realizado bajo los actuales instrumentos», señala el documento. En esta línea, los cinco ministros de Economía insisten en que cualquier nuevo mecanismo sólo tendrá efecto después de mediados de 2013 y no tendrá impacto alguno en los actuales acuerdos. Así que los bonos emitidos antes de mediados de ese año no se verán afectados por estos cambios. Asimismo, recuerdan que la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés) ya ha sido establecida y su activación no requiere la implicación del sector privado. EL MUNDO. 13-11-2010