El SMI vuelve a subir este año, hasta los 950 euros al mes. Es un incremento del 5,5% respecto al año pasado, pero consolida un rumbo de aumento. En los últimos cuatro años, el SMI ha subido un 44,5%, algo que beneficia a algo más de dos millones de trabajadores y que -frente a la propaganda de la derecha- ha demostrado tener un efecto beneficioso sobre el conjunto de la economía, estimulando el consumo. El compromiso recogido en el acuerdo PSOE-UP es elevar el SMI al 60% del salario medio al final de la legislatura, algo que lo acercaría a los 1.200 euros al mes.
Aquellos salarios mínimos del entorno de 640 euros parecen ya algo lejano, pero desde 2009 a 2016, el SMI se mantuvo prácticamente congelado. Se mantenía en niveles propios de Polonia o Lituania, subiendo apenas décimas cada año, mientras el poder adquisitivo, el salario real, caía en los hechos un 25%.
Todo aquello empezó a quedar atrás en diciembre de 2018, tras la moción de censura a Rajoy. El gobierno de Pedro Sánchez subió el SMI a los 900 desde los 736 euros en los que se hallaba (un 22%). Arrancando con hace cuatro años, el incremento es del 44,5%.
Ha sido fruto de una negociación entre el Ministerio de Trabajo (Yolanda Díaz, Unidas Podemos), las principales mesas sindicales, CCOO (Unai Sordo) y UGT (Jose María Álvarez), y la patronal CEOE (Antonio Garamendi).
“Todos hemos cedido”, admitió la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tras la reunión con los agentes sociales. Y es cierto: en algún momento se llegó a plantear la propuesta de subir a los 1.000 euros de SMI en este 2020. Pero las valoraciones dejan claro quién ha ganado más y quién ha tenido que ceder, a regañadientes. «Es un acuerdo positivo», dicen los representantes sindicales. “Llegar a 1.000 euros nos preocupaba mucho más”, dice con semblante serio Antonio Garamendi.
La subida del SMI es retroactiva desde el 1 de enero, y deja a España en un escalón intermedio dentro de la UE. Nuestro país ha salido del conjunto de los países con salarios mínimos del entorno de los 700-800 euros en el que están Portugal o Grecia, pero aún está lejos de percibir los más de 1.500 euros al mes de SMI que se perciben en Francia o Alemania, países además donde los sueldos más frecuentes son de bastante mayor cuantía.