Algunas encuestas abrian la puerta a la posibilidad de que el PP perdiera la mayoría absoluta y que un gobierno progresista encabezada por el BNG pudiera gobernar Galicia. No ha sido así. El Partido Popular de Alfonso Rueda obtiene 40 escaños, dos más que la mayoría absoluta
Con una gran participación -seis puntos por encima de unas elecciones autonómicas del 2020 que se celebraron bajo el signo de la pandemia- las urnas en Galicia han hablado.
Con el 99,37% escrutado, el Partido Popular de Rueda obtiene 696.956 votos, el 47,41 %. Gana más de 69.000 votos respecto a 2020, y obtiene 40 escaños, 2 menos que en las anteriores autonómicas. Los populares ganan sobradamente las elecciones y renuevan su mayoría absoluta en unas elecciones en las que los conservadores han ido de más a menos y han afrontado la recta final con cierta incertidumbre.
Las autonómicas fueron convocadas por Rueda de manera anticipada, en lo que parecía una maniobra para aprovechar el malestar por la ley de amnistía y el desgaste del PSOE. Pero según fue avanzando la campaña, asuntos como el vertido de pellets o declaraciones de Feijóo hablando indultos «condicionados» a Puigdemont fueron animando las encuestas, algunas de las cuales vislumbraban la posibilidad de que una eventual alianza de BNG, PSOE y otras fuerzas pudieran desbancar a los populares.
Con 463.862 votos (31,55%) y 25 escaños, el Bloque Nacionalista Gallego queda como la segunda fuerza y la cabeza de la oposición en el Parlamento autonómico. Los de Ana Pontón han ganado 153.000 votos y 6 escaños, un éxito que sabe más dulce cuando en las autonómicas de 2016 el BNG tuvo muy malos resultados.
Con 206.215 votos y 9 escaños, el PSdeG-PSOE obtiene unos muy malos resultados, perdiendo más de 47.000 votos y 5 escaños. Y la sorpresa la da Democracia Orensana, que con 15.065 votos se meten en el Parlamento de Galicia con un escaño.
Las dos fuerzas a la izquierda del PSOE cosechan un sonoro descalabro. Muy lejos de los 51.630 votos que obtuvo Podemos-Esquerda Unida-Anova en 2020, y aún más de los 273.523 votos que sacó En Marea en 2016, las dos fuerzas que se pueden considerar herederas de ese espacio político tienen un pésimo resultado. Sumar sólo saca 27.949 votos, apenas un 1,9%, y se queda sin escaños. Y Podemos-Alianza Verde obtiene apenas 3.834 votos, un 0,26%.
La buena noticia es que la extrema derecha de Vox sólo saca algo más de 32.000 votos, un 2,19%, quedando fuera del Parlamento gallego.