La economía española contiúa en la senda del ajuste. Y el resultado no puede ser otro que un descenso de los niveles de riqueza relativa. Hasta el punto de que el PIB de 2011 se situó todavía por debajo de los niveles previos a la crisis. En concreto, y según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Producto Interior Bruto a precios de mercado alcanzó el año pasado una cifra equivalente a 1,073 billones de euros, todavía por debajo de los 1,087 billones logrados en 2008, es decir, durante el primer año de la crisis.
La diferencia estriba en que al comenzar el ajuste -año 2007- la población española –datos del padrón municipal- se situaba en 45,2 millones de personas, mientras que en 2011 –cifras a 1 de enero- alcanza ya los 47,19 millones. Eso quiere decir que mientras el PIB cae de manera intensa, al mismo tiempo continúa aumentando la población de forma importante. Dos millones de habitantes más en apenas cuatro años, con lo que ello supone para atender los servicios públicos de carácter esencial, en particular la sanidad y la educación.