Si a lo largo de los dos últimos siglos la izquierda española ha estado ciega ante la intervención del imperialismo, ha habido, sin embargo, un período excepcional, la Guerra Nacional Revolucionaria de 1936-1939, en el que la comprensión profunda por parte del PCE de José Díaz y Pasionaria del carácter y el contenido democrático y nacional de la revolución en España permitió, no sólo resistir durante tres años al fascismo y escribir una de las páginas más gloriosas de nuestra historia, sino que, además, creó las condiciones en que nuestro pueblo más cerca ha estado nunca de derrotar a sus enemigos, tomar el poder e iniciar un camino de transformaciones revolucionarias.
La lucha contra el fascismo, en defensa de la legalidad republicana y el inicio de profundas transformaciones democráticas y populares jamás habría sido posible sin la dirección política y práctica del PCE sobre el Frente Popular. Estableciendo sin vacilaciones el carácter de la guerra como una guerra nacional -por dirigirse contra la intervención imperialista- y revolucionaria -por dirigirse contra la oligarquía financiera y terrateniente-, y, de acuerdo con ello, desarrollando una política que permitió unir a todos los sectores patrióticos y democráticas en defensa de la independencia nacional de España y su libertad.
Sin la dirección del PCE de José Díaz y Pasionaria, la República difícilmente hubiera sido capaz de resistir al golpe combinado de las fuerzas reaccionarias internas con la intervención nazifascista de los imperialistas alemanes e italianos.
De haber tenido la dirección las fuerzas republicanas burguesas, posiblemente todo el país se hubiera convertido en una enorme Santoña -el lugar donde las tropas del PNV pactaron a principios de 1937 la rendición y la entrega de Euskadi a los fascistas italianos- ante las primeras derrotas militares.
De haberla tenido las tendencias obreristas de CNT o los largocaballeristas del PSOE, la división y los enfrentamientos en la misma zona republicana la hubieran hecho estallar en mil pedazos en los primeros meses. Sólo la dirección del PCE estableciendo el carácter de la lucha como una batalla por la defensa de la patria y de las conquistas democráticas y populares permitió movilizar todas las energías del pueblo y mantener hasta el final la más sólida unidad de la clase obrera, de las masas populares, de las fuerzas antifascistas y de todas las nacionalidades y regiones de España.
¿Quiénes son los patriotas?
Pero esta comprensión del carácter de la lucha no hubiera sido posible si, previamente, el PCE no hubiera partido de una firme posición patriótica. Ya en las elecciones que dieron el triunfo al Frente Popular, el PCE hace del patriotismo una de las banderas que es necesario arrebatar a la reacción, situando en sus justos términos en qué consiste el patriotismo, quienes son los auténticos y los falsos patriotas.
«Camaradas: Hay una bandera que está en manos de nuestros enemigos, que ellos tratan de utilizar contra nosotros y que es preciso arrebatarles de las manos: la de que votando por ellos se vota por España. ¿Qué España representan ellos? (…) la reacción (…), de una manera abstracta, para cazar incautos, dice, grita en los carteles, en los mítines: votando por nosotros, votáis por España, votáis por la patria (…) hay que demostrar que quienes aman verdaderamente a su país somos nosotros (…) pues no es posible que continúen engañando a estas masas, utilizando la bandera del patriotismo, los que prostituyen nuestro país, los que condenan al hambre al pueblo, los que someten al yugo de la opresión al noventa por cien de la población (…) ¿Patriotas ellos? ¡No! Las masas populares, vosotros, obreros y antifascistas en general, sois los patriotas, los que queréis a vuestro país libre de parásitos y opresores; pero los que os explotan, no, ni son españoles ni son defensores de los intereses del país».
José Díaz, secretario general del PCE. Discurso pronunciado en el Salón Guerrero de Madrid en febrero de 1936).
El camino de la victoria
Con este título, a mediados de enero de 1937, el Comité Central del PCE hace pública una declaración -que es a la vez un llamamiento a «todos los pueblos de España y a cuantos aman la paz, el progreso y la libertad»- en que se establece ya con toda claridad el contenido nacional y democrático de la guerra. «Seis meses van a cumplirse desde que estalló la sublevación militar fascista. En estos seis meses, la guerra se ha transformado profundamente. Se ha convertido en un guerra nacional, en una guerra de ejércitos organizados, en una guerra en la que intervienen en contra de nuestro pueblo, del brazo de los facciosos, fuerzas armadas extranjeras (…)
La lucha del Poder legítimamente constituido contra un grupo de traidores, lucha que pudo terminarse, que pudo haberse liquidado rápidamente, se ha transformado en una guerra por la independencia de España, gracias al apoyo descarado que los fascistas alemanes, italianos y portugueses han prestado a los facciosos. Este apoyo del fascismo internacional a los sublevados contra el gobierno legítimo de España, ha ahondado y extendido la lucha y nos obliga hoy a combatir no sólo contra los rebeldes nacionales, sino también contra los verdugos fascistas extranjeros.
Hoy el pueblo español no se bate solamente contra los monárquicos, los moros, los bandidos del Tercio y las pandillas de fascistas y requetés, armados por el fascismo internacional. Hoy, nos batimos contra fuerzas de mayor volumen y de más grande significación. Merced a la ayuda extranjera pudieron los primitivos grupos de sublevados lograr incluso algunos avances, pero fueron paulatinamente liquidados en combates gloriosos por nuestras bravas tropas leales y milicias.
La guerra iba acortándose y se veía ya cercana la gran derrota de los facciosos, cuando éstos, al ver agotadas sus fuerzas, acudieron a Hitler y Mussolini para que éstos les enviasen, además de nuevos materiales de guerra, contingentes armados de sus respectivos ejércitos. Los Gobiernos de Italia y Alemania, solícitos a las llamadas de auxilio de los generales traidores a nuestro país, han enviado ya a España los primeros destacamentos de tropas fascistas y se proponen desembarcar nuevos contingentes en nuestra Península (…) Que sepan en el extranjero que todo el pueblo español, que todo lo que hay de sano y progresivo en nuestro país, está luchando para defenderse de una agresión cobarde perpetrada a mansalva por españoles traidores a su patria y contra las fuerzas invasoras del fascismo alemán, italiano y portugués, que sueñan con convertir a España en un pueblo de esclavos».
(El camino hacia la victoria. Declaración del CC del PCE. Enero de 1937)
carlos dice:
Si,del PCE de Pasionaria debemos aprender mucho para la actualidad..Pero como vimos en las escuelas de marxismo sobre «la guerra nacional-revolucionaria»(lo de guerra «civil»,de «derechas contra izquierdas» se lo inventó Felipe González),el PCE se debate en una contradicción: por un lado lucha por la Indepenencia nacional contra las grandes potencias y la oligarquía financiera,pero por otro lado es sumisa a los dictados de la URSS,que por otro lado era normal en la época:»la madre pátria socialista» y la URSS,como dicen los comunistas chinos comete el pecado de «chovinismo de gran nación» poniendo sus intereses a los de toda la III Internacional.La «otra izquierda» tenía razón(o sea el POUM,la CNTLargo Caballero),se debía hacer una Revolución independiente de la URSS.No es ningún secreto que a Jose Diaz,por planteáselo al PCUS,fue «suicidado»,tirándolo por una ventana,por el KGB,y Orlov viviía como un Virrey en España.El seguidismo del PCE al PCUS ya duró hasta la caida del Muro de Berlín,defendiendo a la URSS como socialista.Eso te lo dice hasta revolucionarios intachables como Rosario la Dinamitera.Y es que sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria.Rosario debería haber leído la «teoria de los 3 mundos» de Mao
carlos dice:
Bueno,tal dia como hoy es el «2 de Mayo».Os pongo un gran texto del cual aprender «Cómo reivindicar el 2 de Mayo.
El 2 de Mayo es una fecha eminentemente popular, sin embargo, hay un intento continuado de enlazar esta fecha con reivindicaciones reaccionarias y ultranacionalistas, convirtiendo esta fecha en todo lo contrario de lo que representa. Este intento debe ser combatido, desenmascarándolo, las grandes gestas de lucha deben ser utilizadas en provecho de la lucha de clases, de nuestra clase, para ayudar a llegar a las masas y alejarlas de la influencia de los reaccionarios.
El dos de Mayo representa la lucha de las clases populares contra los invasores napoleónicos, la lucha contra el invasor mientras la aristocracia apoyaba masivamente el nuevo régimen de José I, este espíritu de lucha es el espíritu del pueblo que se levanta contra la opresión y la dominación extranjera. Su memoria debe ser utilizada para animar a las masas a luchar hoy en día contra la dominación del capital financiero, por la salida de la Unión Europea y del resto de organismos imperialistas de los que España forma parte. Para recuperar la soberanía de España y convertirnos en un país independiente y de progreso.» https://universidadobrerablog.wordpress.com/2018/05/02/la-guerra-de-la-independencia-y-el-2-de-mayo/