El acuerdo de legislatura firmado por Artur Mas (CiU) y Oriol Junqueras (ERC) gira en torno a dos ejes, la convocatoria de un referéndum independentista antes del 31 de diciembre de 2014, y las medidas económicas con las que aumentar los ingresos de la Generalitat. Son las dos patas de la auténtica hoja de ruta que Mas y Jonqueras piensan recorrer cogidos de la mano.
Para mantener su huida hacia delante soberanista, y contra el criterio del sector representado por Duran i Lleida y una gran parte de su propia base electoral, Mas ha aceptado incluir en el acuerdo los nuevos impuestos, con los que ERC pretende tapar la política de recortes sociales de CiU que hasta ahora venía denunciando.
Sin embargo, y a pesar de los intentos de ERC por presentar los nuevos impuestos como la política fiscal que necesita Cataluña, que paguen más las rentas altas frente a los recortes, la realidad es que todo se reduce a recaudar 1.000 millones frente a los 4.000 que el propio Artur Mas fijó al día siguiente de las elecciones como los nuevos recortes que en 2013 tendrá que hacer su gobierno; entre otras cosas para pagar 2.300 millones de euros a la gran banca nacional y extranjera por los intereses de la deuda. «Mas y Jonqueras para nada han tenido en cuenta los intereses del 90% de los catalanes el 25-N rechazaron los recortes y el órdago soberanísta»
Dicho de otra manera, el resultado final del pacto CiU-ERC es el precio que han fijado a la convocatoria del referéndum: otros 3.000 millones en recortes en 2013 que se suman a los que ya viene aplicando Mas en Sanidad, Educación, servicios sociales…
Mas Ibarretxe
Artur Mas y Oriol Junqueras para nada han tenido en cuenta los intereses del 90% de los catalanes y las decisiones del pueblo catalán en las elecciones del pasado 25 de noviembre.
El pueblo catalán ya decidió el 25-N modular el soberanismo de Mas para exigir una nueva política económica sin recortes, más social y redistributiva. Y lo hizo con el sentido de su voto, como decíamos en el editorial del De Verdad: “Aunque las fuerzas de estricta obediencia nacionalista suben algo más de 200.00 votos, los partidos no nacionalistas lo hacen en más de 350.000. Como consecuencia, las primeras bajan de 76 a 74 escaños, mientras las segundas suben de 59 a 61”.
El 25-N fue un rechazo total al “gran recortador”, Mas, el alumno más aventajado de la política de recortes dictada por el FMI y Berlín que él mismo lleva dos años aplicando en Cataluña.
Mas y Jonqueras están abocados a terminar como Ibarretxe, y será el pueblo catalán quien los vuelva a poner en su sitio.
¿A dónde vas ERC?
Mientras Más y ERC discutían la fecha del referéndum independentista, la inmensa mayoría de los catalanes (casi un millón de parados, el 57% apenas puede llegar a fin de mes, el 29,5% de pobres, 8 puntos por encima de la media europea…) se preguntaban cómo van a afrontar el nuevo año.
Por mucho que se empeñen los dirigentes de ERC, las medidas económicas pactadas con Mas no suponen ningún cambio, al contrario, no sólo se convierten en cómplices de los nuevos 3.000 millones de euros que va a recortar el gobierno de Mas que apoyan con sus votos, sino que legitiman todos los recortes aplicados hasta ahora.
Además, ¿qué clase de patriotismo apoya ERC? El patriotismo de Mas acaba donde empieza la sumisión al FMI, la Europa de Berlín y al ejército de la OTAN que quiere Mas para Cataluña.