Las preocupaciones vienen en primer lugar del nuevo Consejero de Hacienda y Función Pública, Javier Fernández Lasquetty, antaño secretario general de la Fundación FAES y actual Jefe de Gabinete de Pablo Casado. Anteriormente, ocupó el cargo de Consejero de Sanidad en Madrid, entre 2010 y 2014. En aquel entonces, Lasquetty intentó llevar a cabo la privatización de hasta seis hospitales madrileños. Pero las continuas y masivas movilizaciones de la Marea Blanca madrileña levantaron un auténtico muro de resistencia popular. Finalmente, las sentencias de los tribunales echaron por tierra sus proyectos, parándole los pies y forzando su dimisión.
La vuelta de Lasquetty, esta vez en la Consejería de Hacienda, es toda una declaración de intenciones de parte del gobierno de Ayuso. Él será el encargado de llevar adelante la medida de reducir los impuestos en 300 millones de euros (seguramente, como ha pasado en Andalucía, a los más ricos). Pero al mismo tiempo, el retorno de Lasquetty ha puesto en estado de alarma a los movimientos sociales, que dan por supuesto que va a intentar dar un nuevo salto en las privatizaciones.
En el caso de la Consejería de Sanidad y Recursos Sociales repite puesto Enrique Ruiz Escudero. Elegido en 2017 en sustitución de Jesús Sánchez Martos, expulsado por estar implicado en el Caso Púnica. Sobre la elección de Ruiz Escudero, el comunicado la FADSP (Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública) no puede ser más explícito:
“La continuidad de Ruiz Escudero supone una apuesta por mantener la política sanitaria de estos últimos años: desfinanciación de la Sanidad Pública […], cierre de camas en los centros públicos mientras se potencia los hospitales de gestión privada, derivaciones sistemáticas de enfermos al sector privado, deterioro y marginación de la Atención Primaria, etc.”
Para la Consejería de Educación y Juventud tenemos a Enrique Ossorio, anterior portavoz de la Asamblea de Madrid. Fue Consejero de Economía y Hacienda con el gobierno de Ignacio González, época que se caracterizó por el mayor aumento de la deuda pública madrileña (9.000 millones de euros) gracias a su gestión, además de defender la subida de tasas universitarias y la privatización.
Y para la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación, tenemos a Eduardo Sicilia, antiguo subdirector general adjunto del BBVA y presidente de BBVA GlobalNet. Todo un hombre de la banca, que como denuncia CCOO, manifiesta la visión que tiene el nuevo gobierno de Madrid de universidades “como una agencia de colocación al servicio de las empresas”.
Sirvan estos nombres para mostrar la naturaleza del nuevo gobierno de Madrid: recortes, privatizaciones, aumento de la deuda pública y bajada de impuestos a las rentas más altas. La avanzadilla de lo que puede llegarnos a suceder, si Casado llegase a ser presidente en nuestro país.