SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

El extraño caso de los papeles perdidos

Primero se borraron los ordenadores de Bárcenas y se perdió toda la información que acumulaba en los discos duros relativa a la sospecha de financiación ilegal del PP que investiga el juez Ruz. Ahora ha desaparecido el sumario en el que se investigaba el borrado de esos discos duros, dos cajas de papeles y legajos que han desaparecido de manera misteriosa. La Audiencia Provincial de Madrid ya está investigando el extravío, y pronto un agujero negro engullirá al funcionario al frente de las indagaciones y, a nada que se descuide, al mismísimo Bárcenas. Todo con tal de que Rajoy no sea devorado por la verdad que lo persigue hambrienta: chapotea en un lodazal de corrupción.

La pérdida de ese sumario se antoja como un fenómeno tan ininteligible como la desaparición sin dejar rastro de un avión de Malaysia Airlines, pero no lo es. Existen dos hipótesis. La primera es benévola: el caos en los juzgados ha provocado que se traspapele el sumario. En una administración de justicia que aún trabaja en papel, sin que en los sumarios se escaneen los documentos de las partes, y que acumula ad infinitum, tenía que ocurrir un accidente alguna vez. Suena plausible, y la verdad es que contemplando imágenes de algunos juzgados (que UPyD ha denunciado en el Congreso, por cierto, y que adjuntamos aquí), lo sorprendente es que no se pierdan los sumarios más a menudo. Pero justamente esto representa una grave objeción. Nuestro infatigable abogado, Andrés Herzog, me cuenta que no lo ha visto nunca y que sólo ha participado en “reconstrucciones” judiciales en casos de incendios como el del Windsor, que acarrearon la pérdida de toneladas de documentación.

De hecho, el caos podría afectar a la pérdida del sumario, si éste hubiera llegado a entrar en la Audiencia Provincial. Sin embargo, los papeles tienen el sello de salida de los juzgados de Plaza Castilla y no el de entrada en la Audiencia. ¿Qué pasó? ¿En qué vericueto del camino se quedaron? ¿Qué ruta tomaron? ¿Hacia qué trituradora? O bien, ¿llegaron a la Audiencia y nadie registró esa entrada? ¿Por qué? ¿Hubo alguien en la Audiencia Provincial especialmente despierto?

Esas dudas alimentan una segunda hipótesis, menos benévola, la de la “desaparición forzosa” del sumario, apuntada por otros hechos extraños. La providencia por la cual se remite el sumario a la Audiencia Provincial ordena que se envíe “testimonio”, es decir, la copia compulsada del sumario, para que el original permanezca en Plaza Castilla. Sin embargo, burlando la resolución judicial, alguien decide enviar el original entero, sin dejar ninguna copia. Además, tarda más de un mes en cumplir esa resolución, de manera que no se puede echar la culpa a las prisas. El último rastro del sumario es ése, el sello de salida con fecha 31 de marzo de 2014. A partir de ahí, nadie vuelve a saber nada hasta que UPyD pregunta hace unos días.

Como en todo crimen, el móvil ayuda a aclarar quién podría ser el autor de la desaparición forzosa en esta segunda hipótesis. La pregunta es la clásica: Cui prodest? ¿A quién beneficia? Sólo mencionaré un dato más. En el caso del borrado de los discos duros de Bárcenas, el PP está acusado de delito informático y, aún más vital, de encubrimiento. Elijan ustedes la hipótesis más verosímil.