«Pero lo más alarmante de los informes es la descripción de la cínica connivencia entre el servicio de inteligencia militar de Pakistán y los talibanes. A pesar de los miles de millones de dólares que Estados Unidos ha enviado en ayuda a Pakistán desde el 11 de septiembre, estos ofrecen nuevas y poderosas pruebas de que elementos cruciales de la estructura de poder de Islamabad han estado ayudando activamente a dirigir y apoyar a las fuerzas que atacan a la coalición encabezada por Estados Unidos.»
Han asado sólo siete meses desde que el Sr. Obama anunció su nueva estrategia para Afganistán, y un par de semanas desde que el general Petraeus asumió el mando. Pero los estadounidenses están cada vez más cansados de esta costosa guerra. Si el Sr. Obama no puede convencer a Islamabad de cortar sus vínculos, y a continuación luchar agresivamente, con los extremistas en Pakistán, no hay esperanza de derrotar a los talibanes en Afganistán. (THE NEW YORK TIMES) FINANCIAL TIMES.- Si intentas probar la seguridad de los coches o de los juguetes de los niños empleando el mismo método que ha utilizado la Unión Europea en los tests de estrés de los bancos, acabarías en la cárcel. ¿Cómo? Sencillamente, porque el propio mecanismo de las pruebas estaba pensado para que éstas se ajustasen al resultado. La finalidad del ejercicio era asegurarse de que los únicos bancos que podían suspender fuesen aquellos que iban a tener que reestructurarse de todas formas. Esos tests tienen tres errores fundamentales y cualquiera de ellos habría bastado para invalidarlos. EEUU. The New York Times El doble juego de Pakistán Hay mucho que puede verse perturbado por los informes del campo de batalla de Afganistán publicados el domingo por Wikileaks. Los detalles cercanos de la guerra son siempre inquietantes, más aún con esta guerra, que fue tan descuidada y echada a perder por el presidente George W. Bush. Pero lo más alarmante de los informes es la descripción de la cínica connivencia entre el servicio de inteligencia militar de Pakistán y los talibanes. A pesar de los miles de millones de dólares que Estados Unidos ha enviado en ayuda a Pakistán desde el 11 de septiembre, estos ofrecen nuevas y poderosas pruebas de que elementos cruciales de la estructura de poder de Islamabad han estado ayudando activamente a dirigir y apoyar a las fuerzas que atacan a la coalición encabezada por Estados Unidos. La fecha de los documentos de Wikileaks, una organización dedicada a exponer informes secretos, se detiene antes de que el presidente Obama pusiera en vigor su propia estrategia militar y política en diciembre pasado. Funcionarios del gobierno dicen que han hecho progresos con Pakistán desde entonces, pero es difícil ver pruebas de esto hasta el momento. La mayoría de los documentos de Wikileaks, que fueron objeto de una cobertura en profundidad en el Times el lunes, no pueden ser verificados. Sin embargo, estos datos confirman la imagen de un doble juego de Pakistán que se viene observando desde hace años. En un viaje a Pakistán en octubre pasado, la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton sugirió que funcionarios del gobierno paquistaní sabían dónde estaban escondidos los líderes de Al Qaeda. El general David Petraeus, el nuevo máximo comandante militar en Afganistán, reconoció recientemente los antiguos lazos entre el Directorio pakistaní de la Inteligencia Inter-Servicios, conocido como el ISI, y los "malos". El análisis del Times de los nuevos documentos sugiere que la colusión es aún más profunda, que los representantes del ISI han trabajado con los talibanes para organizar redes de militantes para luchar contra los soldados estadounidenses en Afganistán y programado complots para asesinar a líderes afganos. El artículo pinta un cuadro aterrador de las actividades del teniente general Hamid Gul, de Pakistán, que dirigió el ISI desde 1987 hasta 1989, cuando la agencia y la CIA trabajaban juntos armando a las milicias afganas en lucha con las tropas soviéticas. El general Gul siguió trabajando con esas fuerzas, que eventualmente crearon los talibanes. El embajador de Pakistán en los Estados Unidos dijo que los informes carecían de fundamento y "no reflejan la actual realidad sobre el terreno." Pero en este punto, las negaciones sobre los vínculos con los militantes simplemente no son creíbles. ¿Por qué Pakistán juega a este juego peligroso? El ISI ha visto por mucho tiempo a los talibanes afganos como una fuerza afín, una manera de asegurar su influencia al otro lado de la frontera y contener la influencia de la India. Funcionarios paquistaníes también insisten en privado que no tienen más remedio que cubrirse las espaldas dadas sus sospechas de que Washington volverá a perder el interés como lo hizo después que los soviéticos fueron expulsados de Afganistán en 1989. Y hasta el año pasado, cuando los talibanes paquistaníes llegaron a menos de 60 millas de Islamabad, los servicios de inteligencia militar del país seguían creyendo que podían controlar a los extremistas cuando lo necesitaran. En los últimos meses, la administración Obama ha dicho y hecho muchas cosas correctas en la construcción de una relación a largo plazo con Pakistán. Se ha comprometido a una ayuda económica a largo plazo. Ha alentado mejores relaciones entre Afganistán y Pakistán. Ha recordado constantemente a los líderes paquistaníes que los extremistas de ambos lados de la frontera constituyen una amenaza mortal a la frágil democracia de Pakistán – y a su propia supervivencia. No sabemos si está consiguiéndolo. Sabemos que tiene que hacerlo. Han pasado sólo siete meses desde que el Sr. Obama anunció su nueva estrategia para Afganistán, y un par de semanas desde que el general Petraeus asumió el mando. Pero los estadounidenses están cada vez más cansados de esta costosa guerra. Si el Sr. Obama no puede convencer a Islamabad de cortar sus vínculos, y a continuación luchar agresivamente, con los extremistas en Pakistán, no hay esperanza de derrotar a los talibanes en Afganistán. THE NEW YORK TIMES. 27-7-2010 Inglaterra. Financial Times Un test calculado cínicamente para que se ajuste a un resultado Wolgfang Münchau Si intentas probar la seguridad de los coches o de los juguetes de los niños empleando el mismo método que ha utilizado la Unión Europea en los tests de estrés de los bancos, acabarías en la cárcel. ¿Cómo? Sencillamente, porque el propio mecanismo de las pruebas estaba pensado para que éstas se ajustasen al resultado. La finalidad del ejercicio era asegurarse de que los únicos bancos que podían suspender fuesen aquellos que iban a tener que reestructurarse de todas formas. Esos tests tienen tres errores fundamentales y cualquiera de ellos habría bastado para invalidarlos. El primero consiste en que dejan fuera algunas entidades importantes como la alemana KfW, que no es un banco desde el punto de vista legal aunque realiza actividades bancarias como la acumulación de muchos activos tóxicos. El segundo está relacionado con el capital tier 1 del 6% sobre el total de los activos, que es el umbral que deben superar las entidades para aprobar las pruebas de solvencia. Esos recursos incluyen no sólo acciones y beneficios no distribuidos, sino también instrumentos híbridos de deuda como los que utilizan los Gobiernos alemán y español para apuntalar a los bancos sin convertirse en sus dueños. Si se hubiesen tenido en cuenta en los tests sólo las acciones y los beneficios no distribuidos, los bancos de los Estados alemanes nunca los hubieran superado. El tercer error es el más grave y erosiona la credibilidad de todo el ejercicio. No se incluía la posibilidad de que un país suspendiese pagos. Los bancos mantienen muchos de sus bonos en los libros, donde los conservan hasta el vencimiento, y una pequeña porción de éstos en su cartera de negociación. Aunque los tests de estrés sólo asumen las pérdidas de los títulos de deuda pública que se encuentran en la cartera de negociación, la posibilidad nada despreciable de que Grecia suspendiese pagos perjudicaría tanto al valor de la deuda soberana que se encuentra en los libros como al de la que se encuentra en la cartera de negociación. Calcular las probabilidades de suspender pagos es un asunto ciertamente complejo. Un método fácil pero muy impreciso es tomar como referencia la raíz cuadrada del diferencial de un activo supuestamente seguro. Si el diferencial de Grecia es, por ejemplo, de 900 puntos, eso implica unas posibilidades del 30% de que suspenda el 30% de sus pagos. Si solamente se quieren incluir escenarios en los que existe una posibilidad del 5% de que un país suspenda pagos, entonces no se puede ignorar el escenario de que el Gobierno griego entre en quiebra. Los tests de estrés siguen una pauta que ha resultado obvia desde que se agudizó la crisis financiera en septiembre de 2008. La Unión Europea ha intentado abordar la situación del sistema financiero aplicándole remiendos- rescates, algunos planes de recapitalización muy poco serios e inyecciones de liquidez- en vez de resolver el problema. Una excepción notable es la de España, que sufre la crisis más severa y donde se está llevando a cabo el intento más serio. Mientras en Madrid las pruebas de solvencia forman parte de una iniciativa política más amplia que quiere acabar con los problemas de los bancos, esto no es lo que ocurre en el resto de los países. Un test de estrés sin una estrategia para resolver la situación, ésta es inexistente fuera de España, carece de sentido. FINANCIAL TIMES. 27-7-2010