SELECCIÓN DE PRENSA INTERNACIONAL

El desborde del neoliberalismo es la raí­z de la crisis financiera internacional

La propagación de la actual crisis financiera internacional originada en los Estados Unidos y su profundización marcada en la crisis de la deuda soberana europea, demuestran una vez más que el “remedio mágico” del neoliberalismo no es más que un mito inventado por los mismos países capitalistas. Cada vez más personas piensan que el neoliberalismo es la causa directa de esta crisis financiera internacional, y también es el culpable de su propagación y profundización. Como señala el periódico japonés Asahi Shimbun, el “principal culpable de la crisis” son las “políticas económicas neoliberales impulsadas por Reagan y Thatcher en la década de los ochenta”.La aparición y propagación de la crisis financiera internacional no se debe a factores accidentales, sino más bien es una consecuencia inevitable de la intensificación de las contradicciones en el seno del capitalismo, debido a su desborde durante un largo período de tiempo. Desde la década de 1980, junto con la aplicación generalizada de políticas neoliberales, la ola de privatizaciones creció continuamente en los países occidentales, mientras se recortaban los beneficios sociales, se relajaba el control del gobierno y continuaba aumentando el grado de financiarización y liberalización. De este modo, por un lado se agravó la brecha entre ricos y pobres. Entre 1971 y el 2007, el salario promedio en las compañías estadounidenses bajó de 17,6 a 10 dólares por hora. Además, la brecha salarial entre los ejecutivos y el personal de las empresas aumentó de 40 a 357 veces más. Para satisfacer el deseo de lucro de monopolizar capitales, se crearon todo tipo de “innovaciones” y “productos” financieros. Así, el pueblo común, “disfrutando de la libertad” abrazó el consumismo y las deudas. El capitalismo monopolista se expandió libremente en todo el mundo, distanciando cada vez más a la economía virtual de la economía real. Se fueron acumulando todo tipo de burbujas inmobiliarias, poniendo en peligro la economía mundial. En el 2007, la ruptura de la burbuja inmobiliaria en EE.UU. provocó el estallido de la crisis financiera estadounidense. Los productos financieros derivados se encargaron de propagar rápidamente la crisis por todo el mundo, dando lugar a la crisis financiera internacional.