Fernando de los Santos, Sindicato de Inquilinas de Madrid

“El derecho a la vivienda, igual que a la educación y la salud”

Adquiriendo fuerza organizada por toda España, los Sindicatos de Inquilinos se han dotado de una notable capacidad de convocatoria para detener desahucios o para impulsar movilizaciones en defensa del derecho a la vivienda. Hablamos con Fernando de los Santos, portavoz del Sindicato de Inquilinas de Madrid

Fernando de los Santos defiende la importancia de un Sindicato de Inquilinas que dé respuesta organizativa y sirva de encuentro en medio de la dispersión actual. Un sindicato fuerte y estable que asegure que la agenda de cambios respecto a la vivienda no venga marcada por intereses externos o ciclos electorales, sino por un objetivo común que combata los modelos actuales y proponga alternativas.

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¿Cuáles son los principios de partida del sindicato?

Desde el sindicato consideramos que el derecho a la vivienda es tan importante como el derecho a la educación y a la salud. Igual que se debe garantizar a todas las personas su salud y a todos los niños su educación, se debe garantizar una casa donde vivir, porque además tener una vivienda es la base necesaria para poder tener educación y salud, y es tan importante como éstas.

La lucha por el derecho a la vivienda obliga a cambiar el enfoque de que siempre la propiedad está sacralizada, porque cada reivindicación choca con ella y hay que justificarla. Cuando lo que habría que justificar es la propiedad de una vivienda, cada vez que no esté satisfecho el derecho de alguna persona que necesite una vivienda, como sucede, por ejemplo, con el caso de las viviendas vacías.

¿Qué importancia tiene la estabilidad del alquiler en la lucha por este derecho?

Que los alquileres sean indefinidos tiene una gran importancia. Es crucial porque muchos de los males que sufrimos las inquilinas tiene que ver con ese miedo a no enfadar al casero porque nuestro futuro en la casa depende de ello. Ahora mismo cada cinco o siete años, si es un gran tenedor, nos pueden echar. Es una incertidumbre permanente, si vamos a poder seguir viviendo en el barrio, cuyos precios de alquiler siguen subiendo y no vamos a poder pagarnos otro piso en el mismo barrio; si nos va a devolver la fianza, o si le pedimos un arreglo necesario en la casa va a echarnos en cuanto pueda. Y sobre todo si les echan de esa vivienda no van a encontrar otra, especialmente entre la población inmigrante.

En cambio, si alquilas una vivienda y tienes la certeza de que te puedes quedar ahí y crear un hogar, y vives de alquiler, incluso toda la vida, la situación cambia radicalmente.

¿Qué regulación de los precios del alquiler propone el sindicato?

Hablábamos de subidas en función del IPC. Ahora incluimos las posibilidades de pago del inquilino. Es decir, si los sueldos no están subiendo como el IPC, entonces los alquileres no deben subir de la misma manera. No se puede poner el peso de la subida del alquiler en el inquilino cuando los sueldos no suben al mismo ritmo. El casero no es prácticamente nunca más vulnerable que el inquilino, por eso es importante que esas subidas no superen las subidas de los salarios. Esta medida, junto con el contrato indefinido, dan una seguridad a los inquilinos.

¿Por qué proponéis la movilización de las viviendas vacías?

Fernando de los Santos, en una asamblea del Sindicato de Inquilinas de Madrid

Se mantienen, especialmente entre los grandes tenedores de viviendas, muchas casas sin habitar durante más de seis meses con intereses especulativos, lo que ya choca con la función social de la propiedad que está también reconocida en la Constitución. Por eso, antes de volver a alimentar una burbuja inmobiliaria, lo que hay que hacer es movilizar la vivienda vacía, incluyendo la expropiación temporal para que se le pueda dar un uso como vivienda social.

Somos de los países europeos con menos vivienda pública. Sin embargo, la existencia de gran número de viviendas públicas contribuye decisivamente a controlar los precios del resto de las viviendas en alquiler.

Además, una gran cantidad de viviendas públicas ayuda a la igualdad social impidiendo la existencia de condiciones de infravivienda y de segregación social, porque la mayoría de la sociedad viviría en tales casas, igual que la mayoría vamos a los hospitales públicos y los niños al colegio público.

Igualmente reclamamos que se ponga un tope a los precios de los alquileres de todas las viviendas para que así en las zonas tensionadas la gente trabajadora pueda encontrar alquileres asequibles, porque ahora con los precios por las nubes esas personas trabajadoras no tienen capacidad de ahorro ni para cubrir otras necesidades básicas.

¿Qué pasa con el régimen especial tributario de las SOCIMI?

El régimen tributario de las SOCIMI (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria) se instauró en 2013 por el gobierno de turno con el argumento de dar salida a las viviendas cuya hipoteca la gente no podía pagar mediante la llegada de fondos extranjeros que compraran todos esos bloques de pisos. Ese mal lo seguimos sufriendo. Todo el dinero público que se dio a los bancos para rescatarlos, se podía haber dado a las familias para sostener las hipotecas que no podían pagar. Sin embargo, esas familias fueron expulsadas, esos bloques fueron tomados a precios bajísimos por los fondos y ahora esos mismos fondos han obtenido unas ganancias extraordinarias con la actual subida, que ya llega al nivel de la burbuja anterior.

Y todo eso ha sido favorecido, además de por la reforma de la ley de arrendamientos urbanos, por la ley sobre las SOCIMI que permite que esos fondos no paguen el Impuesto de Sociedades por esas viviendas cuando las venden. Esto es inadmisible, que tengan un favor fiscal unos fondos buitre, extranjeros, que están haciendo daño a nuestro tejido social, especulando con la vivienda y haciendo que crezcan los precios.